Recital recomendadísimo

Víctor Wooten por tercera vez en Córdoba.

9-11-2013 / Agenda, Cultura
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Este domingo a las 20:30 horas en el Teatro San Martín, uno de los bajistas más destacables de la historia de la música presenta su colección de anormalidades. Literalmente imperdible.


Víctor Wooten por tercera vez en Córdoba.

Por | redaccion351@gmail.com

Supongamos que estamos, nuevamente, en la mesa de un bar ahí en la Yrigoyen o en la Cañada, o en la Rafaél Núñez, o en la Mariano Fragueiro de Alta Córdoba, o en la San Jerónimo a la altura de San Vicente, o en la General Paz, en Rancagua, bueno a ver,¿dónde tenés un bar cerca? Ok, listo, estamos todos ahí. ¿Cómo todos? Y sí, estamos todos, los que vos quieras y los que yo quiera. Cuestión que somos un montón. Ya hablamos de lo que hicimos anoche, de antes de anoche, de cómo nos fue en la semana, de que no abren las urnas, de Kate Blanchett en la última de Woody Allen, de las empanadas de molleja en un bar cerca del Paseo de las Artes, de la lluvia y por fin, ¿de qué vamos a terminar hablando si vos estás leyendo esta nota que yo ya escribí pero que todavía no terminaste de leer? ¡De música! De este fin de semana de locos que bien podría terminar en la noche del sábado con bandas recomendables en por lo menos diez espacios diferentes, pero no. Todavía hay más. Porque lo extraordinario, lo infrecuente, lo verdaderamente excepcional, discusión mediante sobre gustos y lo de siempre, parece que ocurre el domingo.

Ronda de café doble para casi todos. Uno o dos tés de jazmín; lemon Pie, brownie, bombones de coco… Y bueno para suponer supongamos rico. Va pasando la tarde y nos hemos puesto de acuerdo en no dejar que se vaya del bar quien aún no se ha convencido de ir este domingo al recital de Víctor Wooten. Para los indecisos, nos hemos convertido en una especie de agrandadores de cabezas, de Obtuso Ngué, el curandero de Les Luthiers. Les hablamos, les hablamos, les hablamos, asééé le dejamos la cabeza. ¿Qué tendríamos para decirles de Víctor Lemonte?

Mirá José, este negro es el mejor bajista del mundo. ¿Viste que hay tipos que se destacan en lo suyo y que a algunos les gusta más que a otros? Por ejemplo, a muchos les gusta Tévez, a otros otros más o menos. Unos dicen que Riquelme es distinto; otros que es un pecho frío. Pero todos estamos de acuerdo con Messi. O una conversación de mujeres o de hombres sobre carilindos. Unas dicen que Tom Cruise está más bueno que el melón con jamón, otras que Javier Brdem tiene cara de choque pero tiene un no sé qué, pero todas están de acuerdo con Brad Pitt. Que algunas no lo vean atractivo por vaya a saber qué desdén por la perfección, muy bien, pero nadie dice que es feo. Feo no es. Bueno, en fin, no sé qué bajistas tendrás en la cabeza Pepito como para retrucarnos, pero del lado de los que estamos contando los días,Víctor Wooten viene siendo Messi o Brad Pitt.

Lo conocimos hace unos cuantos años por Bela Fleck and the Flecktones, por Vital Tech Tones, bestialidad editada junto a Scott Henderson y Steve Smtih, por su hermosísimo A Show of Hands, por todos, celosamente todos los videos que hoy aparecen en You Tube, es decir, por casi todas las formaciones duraderas o esporádicas en las que participó. Todavía nos acordamos del espejo instantáneo que se nos formó para vernos las caras cuando nos enteramos de que venía a Córdoba con la banda de Bela Fleck. Sí claro, Bela Fleck es una bestia del Banjo. Pero el San Martín se llenó, esa y otra vez, por el bajista.

Uno de tantos. De cuando andaba con bigotes.

Aparte otra cosa. El tipo no toca desde el pedestal que le fuimos levantando por esa admiración al punto de la incredulidad que solemos sentir por músicos que hacen locuras con sus instrumentos. El tipo toca como si se estuviera tomando un café acá con nosotros y capaz que se pide una mafalda, tranquilo. Pero eso no alcanza. Hay, cómo decirte… Mirá, el viernes estuvimos con Roberto Cantos de los Coplanacu. Si ya sé, te llevo a una cosa que parece que nada que ver pero no. No sé cómo terminamos hablando del violín de Sixto Palavecino. Muchos decían que andaba siempre con el violín medio desafinado. Pero muchos, muchísimos violinistas lo admiraban por el sonido que el viejo sacaba con esas manos todas medias así como las tenía. ¿Y qué tenía? Tenía lo que no viene pentagramado. Eso tenía. Bueno, este morocho que viene a tocarnos el bajo sabe un poquito de partituras, y es un virtuoso del instrumento como no debe haber más de dos o tres en la parte de tierra de este planeta (capaz que haya alguno con branqueas amigo de Nemo, pero hasta ahora no hemos tenido el gusto). Pero lo que se ve y se escucha cuando toca no es una demostración gélida de destreza que nos deja aplaudiendo entre bostezos. No. El morocho es el mejor porque además de aflojarnos la mandíbula, nos hace subir y bajar los talones, o el resto de los pies con los talones clavados, según cómo a cada uno le guste seguir el ritmo de lo que escuche. Es, tal vez, el más diestro, pero también podría ser el bajista con más onda, feeling, calle, oficio, swing, picante, piripipí, merequetengue, bueno, eso que no se recuesta en los atriles a tomar sol de luces de escenario.

Escuchá lo que dice acá el Nachito. Tiene razón capaz. Los buenos siempre se encuentran. Así como se reconocen los malos, y terminan tocando juntos, los buenos también. ¿Quiénes son buenos? ¿Quién es Nachito para decir quién es bueno? Nadie, pero acá todos nos pusimos de acuerdo en que Víctor es como la Pulga, porque se lleva puesta la diferencia de formación, de conocimiento, de vanidad, de todo lo que separe a un crítico anteojudo de un paracaidista sordo. Los buenos universales emocionan a todos y todo lo que digamos será innecesario, ¿me explico más o menos Pepe no? A lo mejor no. Mirá, si le querés repasar el currículum, tenés publicaciones de sobra. Te van a contar dónde anduvo tocando. Tocó en todos lados. Acá, el domingo, viene con sus hermanos Joseph, que toca la batería y Regi, que toca la guitarra (exacto Pepe, típico caso de familia de músicos de la que sobresale uno), y también viene Derico Watson, que toca el piano o los teclados.

No sabemos qué va a tocar. ¿Pero sabés qué? El repertorio es lo de menos. Imaginate de nuevo que juega Messi. ¿Te importa realmente si también juega Pedro o Neymar? Bueno, viene Víctor Wooten Pepe. Sí, es domingo, a la noche, capaz que sigue lloviendo, al otro día hay que volver a laburar. Ya está, te anticipamos todo lo que nos puedas decir… ¿Vamos querés? ¿Cómo? ¿Ya te duele la cabeza? ¿Te la agrandamos? ¿Te convenciste? Estupendo. Si mañana te vemos con la mandíbula floja, porque no podés creer lo que estás escuchando, acá con el Nachito te avisamos.

Listo. Te paso a buscar tipo 8. Andá nomás. Ya está pago el té y el brownie. No no, dejá, guardá la propina para el sábado que viene.

Vos también anotá:

Víctor Wooten en Córdoba.

Domingo 10 de noviembre – 20:30 horas.

Teatro San Martín – Vélez Sarsfield 365.

Entradas:  Platea $ 270 – Cazuela $ 230 – Tertulia $ 210 –  Paraíso $ 170.