Por Rodrigo Bruera | rbruera@redaccion351.com
Foto: Gentileza La Mañana de Córdoba
Como suele decirse por ahí: “a los homenajes hay que hacerlos en vida”. Y como corresponde, Talleres y Vélez Sarsfield le rindieron tributo a uno de sus máximos ídolos en común: Daniel Willington. Gran figura de las décadas del 60 y 70, también conocido como el “Loco”, este jugador fue figura indiscutida en Córdoba y en Buenos Aires. Ambos clubes albiazules tuvieron el placer y el lujo de contar con él entre sus filas. Además, fue entrenador de la “T” en el ascenso a primera de 1994. Sin dudas, el máximo referente del equipo de Barrio Jardín.
A jugar se ha dicho
La noche del miércoles 10 de agosto fue un excelente momento para disputar esta Copa amistosa. Talleres, a 9 días de su debut en el Torneo Argentino A, presentó sus nuevas incorporaciones; Vélez, último campeón del fútbol argentino, vino para cumplir con el homenaje a Willington y para que su entrenador Ricardo Gareca (también ídolo albiazul) pudiera foguear algunos pibes.
El “Chaucha” Bianco paró una línea de cuatro defensores en el fondo, otros cuatro en el mediocampo, con dos volantes de contención y dos laterales bien abiertos; y dos puntas. Por su lado, el “Tigre” dispuso un sistema similar, pero con más jugadores de creación en el medio.
Al minuto de iniciado el partido, Talleres sorprendió a la defensa velezana y casi factura mediante un tacazo de Sebastián Sáez que Fernando Ortiz sacó sobre la línea. De entrada se vio a un Talleres ordenado, con pelota al pie y bastante preciso. Sin embargo, a los 13 minutos Iván Bella disparó mordido y le pelota se metió al lado del poste del arquero Michael Etulain, de floja respuesta.
Con el pasar de los minutos, Vélez tomó el control del juego y llegó al segundo gol con un golazo de tiro libre de Héctor Canteros, quien colocó el balón en el ángulo. A partir de allí el Fortín mostró su chapa y marcó las claras diferencias que un equipo de Primera tiene con uno del Argentino A. Antes de finalizar el primer tiempo, el árbitro Javier Collado cobró un penal dudoso sobre Sáez que él mismo convirtió en gol.
Un partido tranquilo
En la segunda mitad se vinieron los cambios y el partido se desvirtuó. Ingresaron Agustín Díaz, Ramiro Pereyra y Román Strada para darle aire al ataque albiazul. De todos modos, poco se pudo ver de ellos. El equipo de Liniers dominó el mediocampo e hizo que los minutos pasaran sin tener que soportar embates peligrosos de la “T”. A los 16 minutos, el recién ingresado Jonathan Ramírez desbordó por la banda derecha y tiró un centro atrás que Guillermo Franco empujó fácilmente a la red. Los de Gareca liquidaban las acciones.
Ya sobre el final, de tanto insistir, el pelado delantero Sebastián Sáez convirtió el descuento con un excelente cabezazo que se coló por encima del cuerpo del arquero Germán Montoya. Fue 3 a 2, un buen partido que sirvió para homenajear a un grande, para despedir al árbitro Javier Collado (dirigió su último partido) y para darle rodaje a este nuevo Talleres versión 2011/2012. Por su parte, a Vélez le sirvió para darles minutos en cancha a algunos jóvenes que habitualmente no son tenidos en cuenta.
Talleres debutará el viernes 19 de agosto, en el Estadio Mario Kempes, ante Libertad de Sunchales, mientras que Vélez Sarsfield jugará el próximo lunes ante Banfield.
La ilusión de la gente
Son tantas las ganas que tienen los hinchas de ver a su equipo que en la noche del miércoles no dejaron pasar la oportunidad. Más de 45 mil personas se acercaron al Estadio Mario Alberto Kempes para disfrutar de un partido amistoso. La cifra sorprendió ya que se trató de un encuentro no oficial, jugado un día de semana y en horario nocturno. Según fuentes de la organización, unas 35 mil personas pagaron su boleto. Talleres y Vélez jugaron el primer partido de clubes en este Estadio luego de su remodelación para la Copa América.
Síntesis
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