250 centavos en Ciudad de las artes

«Por si no existe un después»

3-06-2011 / Cultura
Etiquetas: ,

La banda de punk–rock presentó su nuevo disco, producido por Mariano Martínez de Attaque 77.


«Por si no existe un después»

Por Ana Cielo Sciascia | asciascia@redaccion351.com
Foto: Correte Shivacorreteshiva@gmail.com

250 CENTAVOS es: Agustín Ninci en batería; Juan Ninci en voz y saxo; Lucas Ninci en teclado y voz; Sebastián Martínez en guitarra y coros; Mauro Zenobio en bajo. El grupo cordobés se formó en el 2001. En 2005 presentan “Sonríe”. Luego de cinco años, estrenan un nuevo registro discográfico, “Vale”.

El viernes pasado, antes de comenzar con el repertorio, ingresó al escenario Gonzalo Dreizik, actor de  las películas “Hipólito” y “De Caravana”. Mientras comentaba lo que él debía hacer y jugaba con los tiempos verbales, a modo de presentación habló de la presentación en sí misma.

Después de la introducción teatralizada, el show comenzó con “Vuelvo a nacer” cantado por Lucas Ninci. Gran apertura seguida por la intervención de Juanito Ninci en el escenario, quien no pasó desapercibido en ningún instante del show. El momento punk de la noche, siguió con un mensaje de denuncia y esperanzador a la vez. “Los ríos” sonó pisando fuerte en la sala. Después, con “Nos vemos”, los decibeles bajaron cuando sonó un fragmento de “No woman no cry”, con Bob Marley bailando en el fondo. Cerraron la primer parte punk del set con “Navegando”, con un Juanito pleno de energía, a los saltos, cantando  “porque lo único que quiero es cantar! ¡Para todo el mundo!”

El ska y temas para el recuerdo, llegaron con “Rosas y negras”, de “Sonríe”. Tema en el que  Juanito invitó al público a bailar y cantar. De repente, una risa sarcástica anunció “Voy caminando”, tema en el que Guillermo Arce, de Los Sacha, sumó con su saxo barítono. Mientras tanto, entre canciones de Sonríe y de Vale, realizaron un pequeño homenaje a Carlitos La Mona Jiménez con “Ruleta rusa”.

En la tercer parte de la noche sonaron “Magma” y las reversiones de canciones del anterior disco. En todas las interpretaciones fueron notables las nuevas influencias del grupo. El sonido de la banda fue intenso, consistente, arrasador pero también abierto a  ritmos para bailar.

250 Centavos en la Ciudad de las Artes

Comenzó la etapa final de la noche, con el corte de difusión “Vale”, en él los acompañó Guillermo Arce. Después de haber pasado por momentos donde predominó el punk y ska, canciones como “Vale” sonaron no sólo con otra intensidad sino con la firmeza de un sonido que expresó la maduración que les dio el tiempo. Para continuar, 250 invitó a Ema Oroná en violín, quien aportó en la reversión de “Te vas”. Siguió “Sudamérica”. Por medio de la música y letra, la canción expresó identidad y sentimiento. Describió paisajes y problemáticas de la región.

Después de un duelo de piano y guitarra. Para distender el show, cantaron “Barrilito”, con el público parado en su lugar. Juanito, entre risas, invitó a “clase aeróbica” y aconsejó que “manejen el tema del step”. La incomodidad de las butacas se convirtió en un momento de risas para el público, que igualmente bailó y saltó. Finalmente, sonó  “Sin espejos”.  Los músicos se retiraron del escenario y regresó Gonzalo Dreizik para pedir un bis.

250 Centavos en la Ciudad de las Artes

Cerraron la presentación con “Parañoños” y “Sonríe”. La puesta en escena del grupo se intensificó durante el show con la iluminación acertada del espacio. La expresividad de Juanito en su cara y en sus movimientos sobre el escenario, fue potenciada con el seguimiento oportuno que logró el iluminador. El cantante principal de la banda desplegó todo su histrionismo: bailó rock and roll, dio saltos, tumbos y hasta hizo pogo, con una espontaneidad pegadiza.

A pesar de algunos momentos desprolijos y el olvido de la letra de los temas,  el paso de los años, desde aquel último disco, les dio la oportunidad para comprobar que hoy, “Vale” todo tiempo transcurrido. En sus temáticas, el disco describe la actualidad, invita a no conformarse y cambiar. Hay un planteo de la identidad local y regional desde expresiones claras de esperanza y  juventud. Partícipes de la inestabilidad de un futuro, el presente en la ciudad y el barrio cobra significado. Principios explícitos en: “Por si no hay nada más, por si no existe después. Voy a tratar de vivir como si fuera el último día. Toda mi vida”. 250 CENTAVOS, con un gran potencial en guitarras y batería, la delicadeza del saxo y el teclado junto al bajo, dejaron en los presentes, altos decibeles en los pies y cabeza.