Redacción | cultura@redaccion351.com
Vinieron varias veces a Córdoba. Más de uno todavía no los habrá visto en vivo. Los habrá disfrutado por separado, viéndolos en sus presentaciones remotas o recientes, escuchando sus discos, inevitables obras, de las que siempre seguirán en alguna parte cercana de la casa. Pero así las cosas, aún persiste en el rubro de los pendientes la posibilidad de verlos y escucharlos juntos en vivo. Y eso que los años que suman juntos compartiendo giras ya podrían merecer la consideración de este recital, el del sábado, como la oportunidad que definitivamente no habrá que perderse.
Hablar de Baglietto y Vitale es como hablar de un plato que nunca falla. Hay que poner un esmero insólito para que salga mal. No hay caso. Siempre queda bien y va bien con todo. Como les gusta mucho decir a algunos y un poco menos a nosotros, es un «maridaje» perfecto. Baglietto cantando con los arreglos de Vitale. Vitale envolviendo la voz de Baglietto. Menú infalible. ¿Y de postre? ¿Hace falta postre? Baglietto y Vitale. Vitale y Baglietto. Entrada y plato principal. Plato principal y entrada. No hay postre. Hay aplausos.
Porque los escuchamos en sus discos, pero también en entrevistas donde cuentan cosas increíbles de sus vidas, como por ejemplo las que les hiciera Aliverti a cada uno en distintos domingos (búsquelas acá, no se va a arrepentir); porque los seguimos en sus presentaciones; pero antes que nada, porque Baglietto es un cantante formidable, en sus discos y en donde aparezca (de repente nos acordamos de su participación impresionante en la opereta de Dolina. Vuelva a escuchar por ejemplo, el tango de la muerte, cuando canta «Yo juego con la carta más segura…» Estupenda intervención.) y porque Lito Vitale tiene ganada desde hace rato la tranquilidad de explicarse por sí mismo. Le preguntaron una vez a Greg Popovich, técnico de los Spurs, cómo podía Manu Ginóbili lograr lo que había logrado. Con la sombra de la ceja izquierda, Pópovich respondió: es Manu Ginóbili. La pregunta ¿por qué ir a ver a Lito Vitale? ya contiene la respuesta: porque es Lito Vitale. No hace falta enumerar sus discos, sus ciclos maratónicos de encuentros con tremendas amistades, sus participaciones en músicas en apariencia remotas, de Falú a los Redondos -por querer que se entienda rápido la idea nombrando dos barrios en apariencia alejados. ¿Por todo eso? Sí, pero falta un por qué. Viene ahora: porque juntos han hecho maravillas.
Ejemplo como especialidad de la casa.
En esta ocasión, el repertorio elegido incluye, en formato acústico, tangos, canciones propias y joyas de la tradición latinoamericana. Esta parte del texto suele ser importante porque habrá lectores que podrán decidir sobre su asistencia al recital en función de lo que Baglietto y Vitale vayan a proponer… La verdad, no, ¿no? Elijan lo que elijan presentar, no parecería posible torcer las ganas de ir a verlos. Pero sepan, por las dudas, lectores interesados en el repertorio, que el repertorio no fallará. Tampoco la forma de abordarlo. De hecho la propuesta viene tan bien encaminada que parte, o todo lo que se escuche, integrará la lista de temas del próximo disco, «Postales latinoamericanas», a nacer en unas semanas.
Hay motivos para no dejar pasar este recital. Los que ya saben de sus presentaciones, no necesitan artículos para volverlos a ver. Sólo enterarse de que vuelven a Córdoba, cuándo, dónde, y cuánto salen las entradas. Veamos pues.
Agendá:
Baglietto y Vitale en Córdoba.
Sábado 7 de septiembre – 21.30 horas.
Sala de las Américas – Ciudad Universitaria.
Entradas: Platea A $166 – Platea B $146 – Pullman A $126 – Pullman B $106.
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