» Aldosivi – Instituto: Pudo haber sido mejor redaccion 351

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Por Kevin Pereyra Olmos | kpereyra@redaccion351.com

Foto: Télam

En el fútbol siempre se habla de que sumar de visitante, mientras se gane de local, es un buen resultado. Y en los papeles, sumar un punto ante Aldosivi en Mar del Plata no era mal resultado. Pero por las circunstancias del partido, porque Instituto fue más que su rival y tuvo el partido a su disposición, el empate 2 a 2 entre Gloriosos y Tiburones dejó una mezcla de sabores dulces con amargos para los cordobeses. De no ser por un par de quedos defensivos, hoy la Gloria sería uno de los punteros de la Primera B Nacional, junto a River y Rosario Central.

El partido mostró a un Aldosivi con muy pocos argumentos ofensivos. Las individualidades de Matías Gigli y los cabezazos de Iván Furios en pelotas detenidas, eran todas las armas con las que contaba el Tiburón para intentar vulnerar a la defensa albirroja. En tanto, por el lado visitante, la propuesta se basó -al igual que en la primera fecha-, en manejar la pelota al ras del piso en todos los sectores, abriendo espacios para explotar la velocidad del tridente ofensivo López Macri-Dybala-Burzio. Pero más allá del sistema defensivo del local, Instituto encontró un gran rival en el piso del campo de juego, que se mostró en pésimas condiciones.

Con este escenario, a la Gloria le costó generar ocasiones claras de gol, a pesar de administrar mejor que su rival la tenencia del balón. Un cabezazo de Raúl Damiani que no fue gol de casualidad -el arquero «encontró» la pelota en la linea tras un rebote-, y un centro de López Macri que casi fue capitalizado por Darío Cajaravilla contra su propia valla, fueron las jugadas más peligrosas que generó la visita en la etapa inicial. Aldosivi avisó con un par de frentazos de Furios y un gran remate de media distancia de Gigli, que encontró una gran estirada del arquero Julio Chiarini.

El primer tiempo se moría con la sensación de que ninguno fue superior al otro, más allá de que parecía mejor el juego que proponía Instituto. Pero a los 44, Osvaldo Barsottini rechazó mal de cabeza un centro, y le dejó la pelota servida a Gigli para que ponga el 1 a 0. Mucho premio para un equipo con propuestas pobres.

En el complemento, lejos de salir golpeado, el equipo dirigido por Darío Franco salió a comerse al Tiburón, aunque le llevó algunos minutos acomodarse en la cancha. Poco a poco la superioridad de Instituto se fue plasmando en el estadio Jose María Minella, y el visitante fue venciendo al rival y al mal estado del campo. El viento a favor también dio una mano para la Gloria.

Así, tras varios avisos, llegó a los 14 un tiro de esquina desde la izquierda que terminó en gol. Paulo Dybala, de 17 años, convirtió de cabeza el primer gol de su carrera profesional, tras recibir un pase de Pablo Burzio, otro de los juveniles de la cantera albirroja. Emoción y alegría para el pibe de Laguna Larga, que le dio justicia al marcador.

Obviamente el equipo glorioso no se conformó y fue por más, siempre creciendo en el juego y generando más peligro en el área rival. Los defensores de Aldosivi se vieron desbordados por la velocidad de los jóvenes albirrojos, y en gran medida acudieron al juego brusco para intentar frenarlo. Por esto, el técnico Darío Franco tuvo que sacar de la cancha a Dybala, pensando en cuidarlo de los duros golpes que Furios y Cajaravilla le propinaban.

A los 29, tras una gran jugada individual y un muy buen centro de Barsottini, apareció el otro pibe de la cantera albirroja que debutó en la red: Pablo Burzio. El chico de 19 años selló el 2 a 1 con un gran cabezazo que dio en el palo y se metió, dejando estáticos al arquero y los defensores locales. Instituto ganaba 2 a 1 de forma merecida, haciendo lo suficiente para llevarse los tres puntos.

Después del tanto, y con la superioridad que la Gloria mostró con su juego de pelota al piso combinado con una ofensiva veloz, era de esperarse que la visita amplíe su ventaja. Pero a los 31, hubo un grave quedo defensivo de Canever y Fileppi. Ambos quedaron reclamando al árbitro Montero por un saque lateral, en lugar de tomar las marcas correspondientes, lo que le permitió a Marcelo Vega irse solo hacia el área, y enviar un centro que Ignacio Malcorra convirtió en el gol del empate. Un premio excesivo para un equipo sin ideas ofensivas, y un castigo merecido para un elenco que cometió dos gruesos errores defensivos.

Luego, cerca del final, López Macri ganó de guapo una pelota sobre Cajaravilla y encaró mano a mano al arquero Campodónico, pero su remate se fue apenas desviado.

Fue empate 2 a 2 entre Instituto y Aldosivi, con un Albirrojo que dejó una buena imagen. En la previa, el empate servía. Pero viendo que la victoria estuvo en manos de la Gloria, y la dejó escapar, fue inevitable un sabor amargo. El equipo de Alta Córdoba se equivocó dos veces, y lo pagó caro.

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