Sigue llegando gente. Cada vez somos más, se dice que más de 30 mil. Un sin fin de pilotines pintaron la montaña.  Se sintió el heavy en los escenarios de Cosquín Rock. Tocó Eruca Sativa en las tablas del principal y la gente se agolpó en las barandas que separan a la muchedumbre de los artistas. Estallaron con su voz, con su energía y su buena onda. Un placer ver la química entre las dos bandas.

Astenia luego de 11 años de carrera presentó su tercer disco «Sos Parte». Trajo punk rock alternativo al escenario principal. En el escenario temático Synesthesia rompió el hielo y adelantó temas de su nuevo disco. El quinteto eligió el festival para presentar nuevo material. Mientras tanto en el Domo Naranja se presentó el documental Cisma con la dirección de Julián Lona «en el medio de una revolución los músicos te cuentan cómo los afectó la nueva manera de consumir música».

Pésame la banda de Esteban Kábalin y «Cuerda» Tarnavasio debutó en la Fiesta GlamNation. Mucha gente, buenos comentarios y la adrenalina de estar en el escenario llegó al público.

No solo fue eso, sino que horas más tarde Eruca Sativa compartió las tablas con Catupecu Machu. Un placer realmente ver la química de las dos bandas juntas durante el tema «Dale». También escuchamos a Hammer en el Hangar, con un público repleto de barbas y camperas de cuero. Hellio y Anónima llenaron de música e hicieron saltar a los fanáticos.

Llovía y la gente se guareció  en los hangares. Uno de ellos aloja una muestra fotográfica de los mejores momentos del Cosquín y de los grandes del rock nacional. Entre ellos Charly y Fito. A su vez, como quien aprovecha lo mejor posible el espacio, en la carpa Pepsi se pudo apreciar la muestra fotográfica de Martín Bonetto. En este contexto Favio Posca dio un show con un humor sin tabú.

Cuando dejó de llover muchos corrieron hacia el escenario principal porque el show internacional ya había comenzado. Calle 13, con su tonada centroamericana hizo vibrar y mover los cuerpos. Si se compara con la primera vez que se presentaron en este festival, los fanáticos eramos muchos más este año. No entraba nadie más. Los puertoriqueños le dieron la posta a Las Pastillas del Abuelo y luego a Las Pelotas.

La fiesta siguió, no solo en el predio oficial. Afuera otro mundo o muchos mundos se encargaron de armar la conga para el que no entró. Oktubre organizó un escenario en un salón municipal, como así también lo hicieron muchos vecinos en sus casas.  Como simpre hay para todos los gustos, ganas y bolsillos.