
Por Candelaria Siles | csiles@redaccion351.com
Fotos: Candelaria Siles
Encontrar el sabor de la alegría, degustarlo, sentirse parte de él. Volver a probarlo y volver a sentir que tiene muchos tintes de amor, pasión, trabajo, compañerismo… y tantas cosas más. Esa sensación se repetía constantemente, primero adentro de un camarín que era exactamente igual a un colectivo, en todos sus sentidos. Después siendo público, después siendo equipo. Y por ultimo siendo todos parte de una misma marea de sonrisas, abrazos y ganas de seguir siendo felices, siempre y así.
Antes de que comience el show brotaban del camarín las ganas de salir al escenario. Toda la banda, bien amontonada en un rectángulo muy pequeño, estaba acompañada de amigos y familia compartiendo esa adrenalina previa que se genera cuando la buena energía de todos está sintonizada en el mismo objetivo.
Lo que pasó arriba del escenario fue increíble: el amor que la gente transmitió y el que la banda demostró, fue transformado en un show que va a quedar bien guardado adentro de cada uno de los que fueron parte. La Madre del Borrego en estos diez años de carrera ha cosechado la calidez y la profesionalidad que merece tener este hermoso grupo. Todo esto fue plasmado en una noche para recordar.
Abrazos muy sinceros y llenos de emoción llegaron para coronar el final del recital y el comienzo de una nueva etapa, por la que brindamos y en la que les deseamos mucho éxito. Redacción 351 fue parte de la previa, del show y del post show y así queríamos mostrártelo. ¡Felicitaciones a La Madre del Borrego por El Sabor de la Alegría!