CRÓNICA

#CR13: ¿quién dijo que las segundas partes son malas?

11-02-2013 / Crónicas
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Metal, reggae y rock en estado puro convivieron en una noche que sorprendió tanto por los artistas que desfilaron como por la convocatoria, que los organizadores definieron como «histórica».


#CR13: ¿quién dijo que las segundas partes son malas?

Ana Cielo Sciascia | asciascia@redaccion351.com

Manuel Arias | marias@redaccion351.com

Fotos: Felicitas García Gatíca | cultura@redaccion351.com

Fue un día de esos que sorprenden. Sobre todo luego de una primera noche arrolladora, con los grandes de los grandes del rock nacional. Pero para todos los descreídos de una grilla que se animó a combinar rock, reggae y metal en todas sus variantes, el día se convirtió en una fiesta. Unas de esas fiestas que uno anhela que nunca llegue a su fin.

La propuesta era clara: un día que arrancó desde bien temprano, a eso de las 16 hs, con toda la carne al asador en el escenario principal: Utopians, reafirmando que pueden abandonar el mote de «esa bandita rara nueva», y el orgullo local para una banda cordobesa que vuelve a reventar el lugar que parece destinado solo a bandas consagradas. Sí, hablamos de Eruca Sativa, nuestra aplanadora del rock.

Lula Bertoldi y compañía hicieron de las suyas frente a un público que mezclaba seguidores con gente que iba acercándose, y que se bancó estar bajo el rayo del sol para escuchar temas de sus tres discos editados. Mención aparte merece el power que desplegaron en «Paraíso en retro», confirmando que el power trío de nuestra ciudad tiene proyección internacional.

Con estilo y buena onda, mezcla de Hendrix y Slash, el Negro García López (que muchos conocerán sólo como el guitarrista de la banda de Charly, pero la cosa va mucho, mucho más allá) hizo de puente entre las dos bandas anteriores. Hubo solos demenciales, pero demostró que su voz ronca presenta batalla en cualquier escenario.

Pasadas las 18hs, le tocó el turno a Guasones. La banda formada en la ciudad de La Plata llegó con un puñado de hits que hicieron bailar y cantar al público presente y a una gran cantidad de fanáticos que levantaban remeras y banderas con el símbolo de la banda. «Farmacia», «Heaven or Hell», «Reyes de la noche» y «Gracias» fueron los puntos más destacados de un show conciso y prolijo.

Como previa a los platos fuertes de la noche, Nonpalidece se hizo cargo de presentar un tributo a Bob Marley. «Hoy más que nunca nos parece muy importante rememorar las enseñanzas que nos dejó Bob», repitió en varias ocasiones Néstor Ramljak, cantante de los Nonpa.

Con invitados de la talla de Ciro Pertusi, Carajo, la histórica Doreen Shaffer (integrante de The Skatallites), el homenaje recorrió los principales éxitos del cantante jamaiquino: «War», «Redemption song» y una versión castellanizada de «Don’t worry». La combinación entre «No more trouble» y «Reggae Music» estuvo a cargo de una señorita que impactó a todos: Malena D’Alessio, de Actitud María Marta, rapeó a más no poder ante una multitud que aplaudía sus virtudes vocales, respiratorias, enérgicas y rítmicas.

Ya con el sol escondiéndose tras las montañas que rodean al predio del Aeródromo de Santa María, el contraste entre dorado y negro de la escenografía de Catupecu Machu invadió el escenario principal. La banda de Fernando Ruiz Díaz repasó éxitos de su prolífica carrera, con ambientes que oscilaron entre el tecno «Confusión», el poguero «Dale!» (con proyecciones de la frase en cuanto idioma puedan imaginarse) y los bolicheros «Y lo que quiero es que pises sin el suelo» y «Magia veneno».

Fue un show intenso. El frontman agradeció a los organizadores del festival, se enojó por las pelotas inflables que andaban dando vueltas («Esto no es un jardín», exclamó) y demostró que se carga de la energía que la montaña le ofrece. No faltó el ya casi clásico «aquí Cosquín», como si se tratase del histórico festival de folclore.

El pogo impaciente, las banderas y la arenga previa demostraron la fidelidad de un público que se define como el más seguidor de todos, casi a la altura de las misas que dan el Indio o Skay. Con una larga trayectoria y referente de la música apodada «rollinga», el siempre polémico «Pity» Alvárez se presentó una vez más en el Cosquín Rock con un Viejas Locas reformado: Sergio Hernández y Fabián «Fachi» Crea, el ex violero y ex bajista originales, abandonaron el proyecto. Álvarez los saludó y dijo que no había rencores, «ahora está todo bien» le contó al público y hasta les dedicó un tema.

Con una lista que repasó casi cada momento de la banda, se escucharon clásicos como » Me gustas mucho» y «Homero» (dedicada a «todos los que están acá y tienen hijos»). «Adrenalina» , «Hermanos de Sangre» y el conocido funky «Perra» completaron una noche muy correcta del frontman y su nueva banda.

Cuando los uruguayos de La Vela Puerca coparon el escenario mayor del festival, se tienen que haber sentido más locales que nunca. La gente ovacionó cada canción, cada palabra y cada movimiento que hicieron. Se destacaron la habitual fuerza del cantante y guitarrista Sebastián «Enano» Teysera y el carisma de la otra pata de la banda, el cantante Sebastián «Cebolla» Cebreiro. «La Vela» dio un show para entendidos y para los no tan seguidores, porque de eso se trata: cantarle a los amigos y a los que nunca los escucharon.

Con los vientos y el bajo bien presentes, lograron trasladar ese mix de ritmos que es tan característico de nuestros primos uruguayos. Un rock candombero, una murga rockera. Temas como «Mi semilla» y «Zafar» pusieron el clima bien arriba, pero también dieron una muestra de su poder acústico con «José sabía». La Vela se sigue confirmando como uno de los clásicos del festival.

Hangar rock de Córdoba en la montaña

Al mismo tiempo, un día en el Hangar Rock de Córdoba es una oportunidad para que muchos conozcan bandas locales y para que otros vean en un festival en la montaña a las bandas que durante el año tocan en la ciudad. El 2013 trajo a las dueñas de casa Pink Wasted. También a The Johnsons, Drako, Jotes, Paris Paris, Rayos Laser y Los Clientes. El surf rock suena con Los Frenéticos. Y para cerrar, Hipnótica, Lautremont que llega por primera vez a Cosquín Rock con una gran presentación y le da el pase a Sur Oculto y el final de una gran noche (Ver cobertura especial Hangar rock de Córdoba en la montaña )

Y si de clásicos hablábamos, qué decir de unos muchachitos que estuvieron siempre presentes, con asistencia perfecta en cada nueva edición del Cosquín Rock, en cuanto lugar se haya realizado. Sí, hablamos de Las Pelotas, el gran cierre de la noche.

Al mismo tiempo en que Iorio y los muchachos de Almafuerte hacían delirar a miles de fanáticos del heavy a unos metros de distancia, en el escenario principal Germán Daffunchio daba comienzo a otra presentación memorable del grupo surgido luego de la separación de Sumo.

«El Ale está acá con ustedes y con nosotros» sirvió para romper el hielo y dedicarle la hermosa canción «Cuántas cosas» del último material de la banda, «Cerca de las nubes». El líder estuvo muy a gusto con el paisaje serrano que conoce muy bien (vive en Nono, lugar que eligió para componer y grabar, y también donde esta sepultado su amigo y compañero el Bocha Sokol). Dejó un par de declaraciones picantes sobre «los pelotudos que se hacen los rockeros, esos que se visten como rockeros, si esos, ustedes saben a quiénes me refiero» y «estoy harto de los músicos chupamedias, pero sepan que ustedes son el mejor público de todos».

Con un set list que repasó la amplia trayectoria de una de las bandas icónicas del rock-reggae de Argentina, algunas joyas que se pudieron disfrutar fueron «Pasajeros», «Bombachitas rosas», «Shine», «Capitán América» (espectacular versión) y un cierre con guiño para los nostálgicos, a pura distorsión y pogo con «El Ojo blindado», de Sumo.

Mientras Las Pelotas eran la llama que de a poco apagaba y cerraba la noche en el escenario principal, Almafuerte en el escenario heavy detonaba el lugar. Después de que pasaron por el escenario Eyección, Susana Gutierrez, Rowek, Mastifal, Lethal, Hammer, Tren Loco, Horcas, Carajo y Exodus de EE. UU., llegó Ricardo Iorio, el personaje más emblemático del rock argentino, y se llevó a gran parte del público. Con un repertorio reconocido por todos los presentes, entre tema y tema decía alguna frase de esas que se propagan con los años. Repitió “cuando escribí esta canción tenía 20 años menos y 20.000 esperanzas más”. Mensajes que quedarán dando vueltas para no olvidar jamás.

Fotogalería en: Cosquin Rock 2013: los tres días en imágenes