• Mariano Medina

Mariano Medina

2021

Tapetummm, Tentempiés!!!

Los senderos y las rutas hacen escribir y cantar. Pero los sueños y el instinto de supervivencia también. Ya durante el tremendo año pasado, a la distancia o de forma presencial, hermanando textos y música dimos a luz nuevas canciones con Eduardo Allende, Enrique Roitter, Jorge Luján…

Y con Balbuceandoteatro colgamos el videoclip “Paraguagüita”

Y con Juan Martín Medina y Jorge Luis Carabajal nos aventuramos con una Cantata a Juan Bautista Bustos, estrenada por La Ira de Atahualpa el 18 de septiembre del 2020.

Y a fines de diciembre, como cacheteando a la pandemia, lancé el álbum “Qué parte de nosotros”.

Y bue…

El aire respirado al comenzar este 2021, con posibilidades de mayor libertad de movimiento, mantuvo activa el alma musiquera. En diferentes formas verserilerileras fui registrando al paso, en celular y papelitos, cositas como esta:

Tomé prestada la vida
al monte del que partí.
Regresaré hasta su sombra
dichoso por lo que di.

Y nacieron más canciones con Gabriel Aguirre, Balbuceandoteatro, y un coequiper “nuevo”: José López. Incluso con Quito Mariani: lo último que me escuchó cantar, creo que asombrado y feliz, fue sobre una letra suya. Y sin saberlo, fue casi nuestra despedida:

No quiero ser un lago
un lago satisfecho.
Prefiero el río inquieto,
sediento de desiertos.
No quiero ser  la piedra,
la piedra en que tropiezas.
Prefiero ser la arena
para guardarte huella.

Quisiera pensar que el 2021 ha sido un año de transición hacia algo misteriosamente bello, aunque muchas señales alrededor indiquen otra cosa. Después de la gran movilización que significó el 2020 (de interiores profundos y proyección aún imprevisible), no podemos decir que este haya sido quietud ni tranquilidad, en ningún aspecto propio o ajeno, íntimo o social.

Y el fin de año tiene a los saltos hasta al cielo: llueve, sale el sol, llueve, sale el sol, como en un baile alocado.

En lo personal, mi actividad siguió fluyendo a su manera entre la literatura, la música, la promoción cultural y los escenarios. Pero claramente el eje, la columna vertebral de mi 2021 fue el espectáculo payaso «Tapetummm!!!» por el que, con Balbuceandoteatro y junto a los amigos cubanos de Teatro TuYo, merecimos el Fondo IBERESCENA.

Eso marcó la dirección de la acción. Con mucho esfuerzo estrenamos, como estaba programado, el 13 de noviembre en una de las salas más lindas de la ciudad de Córdoba: Fresca Viruta. La extensión de la situación sanitaria hizo que no fuera como lo habíamos planeado: los Teatro Tuyo no pudieron viajar y estar con nosotros, aquí, los días previos. Pero cerramos el año con la felicidad de la creación echada a andar con cuatro funciones a sala llena (dentro del aforo permitido) y teniendo devoluciones amorosas de amigos y maestros. Así que este verano estaremos rumiando y confiamos que «Tapetummm!!!» crecerá aún mucho más. Aprovecho estas líneas para agradecerle la paciencia, las enseñanzas y la convicción a Alejandra Toledo. Con ella ya estoy sobre el escenario en otros tres espectáculos: la trilogía «Lengua Poder Palabra». Pero este “caso” me ha exigido abordar territorios físico-mentales que antes no había transitado. 

La música del espectáculo, como la de varios anteriores del grupo (Cándida Dá, Paraguagüita, Va Charavia, Cascaja, Libruras) es propia y original, con los aportes de la creación colectiva y la magia arreglística de Gabriel Aguirre. Con él nos sumergimos en la aventura de guiñarle al ojo a nuestros amigos coproductores, y componer casi todos los temas con ritmo caribeño.

Estoy seguro que el Quito, de estar todavía físicamente entre nosotros, se hubiera levantado junto al resto del público para bailar entre todos la canción del final.

Para el 2022, deseo buenos sueños para todos. No de los de almohada, sino los de caminos. Esos que hacen mirar adelante sin descuidar los costados ni olvidar el atrás. Los que definitivamente tienen el horizonte del abrazo.

Ver más