2021
“Y a la espera de otro tiempo,
voy buscando mi raíz.
Y el silencio se hizo calma,
el silencio de raíz.
Solo quiero mover el tiempo,
solo espero estar allí.
Y ser más que la piel,
y ser más que papel,
buscando sin poderlo comprender.
Y el tiempo pasa ya,
y el tiempo pesa más,
buscando sin poderlo contener.
Y este nido de secretos,
este nido que cayó,
sueño frágil de la luna,
sueño frágil con el sol,
es el viento que levanta,
es el viento otoño.”
Este 2021 es una bisagra en mi vida, en nuestras vidas.
Algunas cosas caen, otras surgen, pero una nueva vida aparece para iluminarnos para siempre.
2020
Y el desafío fue adaptarse, o al menos intentarlo.
Como siempre, la música salva hasta en los momentos más pesimistas. Incluso da vuelta la balanza, y que de esa penumbra inspire una nueva melodía. Esa melodía que alguien después escuchará, la cantará, reirá, llorará…
Este año hice varias producciones musicales para artistas emergentes de Córdoba. Pero lo más gratificante es haber lanzado dos nuevas canciones propias, (producidas por Ignacio Serfaty y Facundo Herrera). «Zambita de mi barrio» y «Desarmar» sintetizan un buen año de creatividad y adaptación, no solo mío sino de toda la gente que me acompañó y ayudo en el proceso: Facundo Herrera, Ignacio Serfaty, German Wettstein, Carolina Gaido, Tomás Luján, Pedro Luján, Adipal Estudio, Sebastián Bergallo, Martín Pomares, Santiago Sgarlatta, Virginia Huespe.
2018
Con este 2018 termina un ciclo, pero claramente comienza otro, como siempre.
Tenemos que dejar ser a este movimiento universal de transformación. Aprender a respetar lo que nos rodea, comprender, pertenecer y seguir viaje.
Solo somos pasajeras/os.
“…y a la espera de otro tiempo
a la espera de raíz
y el silencio se hizo calma
el silencio de raíz
solo quiero mover el tiempo
solo espero estar allí
solo espero mover el tiempo
solo quiero al sol salir…”
2017
Y así fue como ignoramos el tiempo para reencontrarnos unos años antes de conocernos.
En ese instante decidimos acelerar las sombras esperando ese abrazo ya dado.
Y recuerdo nuestros rostros, no eran más que latigazos del futuro que se escondían en memorias.
Y en ningún momento observamos qué nos rodeaba. Ya estaba, está y seguirá estando.
Fuimos y volvimos sin pertenecer/ser; sólo pasajeros inconscientes.
Y cuando todo vuelva a su estado original, volveremos a esperar, quizás con un aprendizaje.
2016
Este 2016 arrancó, en mi caso, de manera muy positiva. A principio de año pude editar y hacer público mi primer disco solista “Viaje de Ida” a tan sólo doce meses de haber comenzado el proyecto. Esto pudo ser logrado gracias a la ayuda de personas cercanas y a Inamu, organismo que me eligió para fomentar mi música.
A lo largo de este 2016, he tenido la oportunidad de presentar mi proyecto en varios espacios y en diferentes formatos de banda. Así mismo, fui invitado por programas radiales y televisivos; y fui convocado a participar del ciclo “Vivo de la Música” organizado por el Sindicato de Músicos de la Provincia. Instancias que ayudaron considerablemente en la difusión y prensa de mi carrera musical como solista.
Por otro lado, desde una visión más observadora, considero que la movida musical de Córdoba se encuentra en una etapa óptima de desarrollo, no sólo por la cantidad de proyectos sino también por la calidad de los mismos. Con músicos sumamente talentosos e innovadores, además de profesionales. Pero con la contradicción de un público cordobés, en muchas ocasiones, muy poco dispuesto a escucharlos. Creo que como público deberíamos apoyar más lo nuestro porque eso va a resultar directamente en la continuidad de los proyectos, sumado también a la necesidad de contar con agentes de prensa o managers más dispuestos, y más involucrados en proyectos y artistas nuevos.
Como conclusión, fue un año muy positivo… Las guitarras se hicieron escuchar, las canciones sonaron, las melodías unieron a los músicos, las letras se compartieron, la música fue y también volvió. A fin de cuentas, de eso se trata.
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