Anuario Teatral 2021
Luego de un 2020 que dejó los testimonios más dramáticos de todos los informes reunidos, el comienzo del 2021 trajo el reflejo de lo que pudo ser identificado como una...
Por Pablo Arietti
Releer, antes de escribir.
2017: «…Un año de los más difíciles, desde el origen.»
2018: «Fue, sin dudas, el año más difícil desde que comenzamos a compilar testimonios de proyectos vinculados a la escena artística de Córdoba.»
2019: «Si el 2018 fue de los más complicados desde el inicio de este propósito de reunión de testimonios, el 2019 logró el desafortunado mérito de empeorar, en no pocos aspectos.»
¿Qué decir del 2020, mirando apenas los años recientes? ¿Quién se hubiera imaginado un capítulo así en esta serie? ¿Quién sabe cuántos capítulos más tendrá? Sólo desear que termine ya la temporada y a nadie se le ocurra pedir más.
Mirar, antes de escribir.
Cada texto introductorio del Anuario tuvo una portada. Cada portada, un mosaico de imágenes. Año tras año fue necesario reducir el tamaño de cada imagen integrante, por la creciente producción de músicas en distintos formatos.
Una observación posible: a mayores dificultades, más publicaciones. Sabrán quienes dispongan de herramientas de análisis más o menos consistentes echar luz a esta realidad, acaso más comprensible durante el 2020, en tanto la imposibilidad de presentaciones en vivo multiplicó en muchos casos el tiempo disponible para componer, grabar y publicar en plataformas digitales.
Como nunca fue tan evidente la necesidad de la tecnología, de aprender a usar algunas de las infinitas herramientas, para salvar distancias entre artistas y públicos. Como nunca fue tan evidente la sensación de que no hay mejor conexión con el arte que en vivo y en directo, sin pantallas de por medio. Pero quién sabe. En menos de una década pasamos del formato físico como condición casi imprescindible de cualquier material publicado a la edición digital como normalidad absoluta. Fue inevitable reemplazar el contacto con el arte palpable que acompañaba cada disco por el simple acto de contemplar una imagen y escuchar y ver, sin más, desde alguna plataforma. De la memoria inalterable de los encuentros no deja de crecer el deseo de volver, siempre, a los pocos espacios que quedan y a los que renazcan, para disfrutar de tantos proyectos haciendo música a pocos metros de distancia.
Entre planes despedazados y certezas revoleadas transcurrió el año de la pandemia, retratado en este espacio por artistas que vienen participando desde ediciones anteriores, pero también por nuevos proyectos que felizmente se han sumado. No deja de emocionar el gesto de tantas personas que después de haber vivido un año tan difícil, se tomaron el tiempo que pudieron para compartir unas palabras.
Una vez más, la diversidad de enfoques y extensiones responde a la consigna de siempre: libertad para decir lo que se quiera, sin andariveles.
Ojalá el 2021 nos saque los barbijos y devuelva los abrazos.
Esta edición está dedicada a la memoria de Manu Gigena.