Anuario Musical 2018

Por Pablo Arietti.

Fue, sin dudas, el año más difícil desde que comenzamos a compilar testimonios de proyectos vinculados a la escena artística de Córdoba. 

En ocasiones, sostener la actividad con tantas «tormentas» y sus vientos sistemáticamente diseñados para soplar en contra, no puede dejar de pensarse como todo un logro.

Fue el año en que muches decidimos comenzar a hablar y a escribir así, con una letra incómoda para nuestras formas consagradas de comunicarnos, justamente como expresión colectiva de respuesta a una desigualdad mucho más incómoda, naturalizada desde la matriz normativa del lenguaje mismo, nada menos.

Una mirada de resistencia sostuvo y sostiene que una letra no modificará desigualdades sustanciales. Se trata pues de patear el tablero completo, y no por casilleros. Nada más desprolijo y digno de vivir que una verdadera revolución como la que tuvimos el privilegio de ver detonar este año, en un proceso que recién comienza y del que sabremos aprender.

Hace un año, al intentar resumir algunos hechos destacados en un contexto que se las arregló de maravillas para seguir empeorando, no podíamos imaginar la cantidad admirable de grandes trabajos que fueron editados a lo largo del 2018 en Córdoba. Sólo la portada del informe resume más de 150 producciones, muchas de las cuales tuvieron presentaciones inolvidables, sumadas a conciertos donde fueron estrenadas músicas publicadas en 2017. 

Fue el último año de actividad para no pocos espacios culturales de la ciudad. Entre amarguras y broncas, queda una llama interminable de momentos felices como semillas de nuevos encuentros.

Si el tiempo está siempre después, un instante de esa fuga constante sabrá retomar algo de lo que nos pasó, para mejorarnos el camino.