Semana de la Memoria, entre sitios y fotos

24-03-2012 / Agenda, Política y Sociedad
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En el marco de la Semana de la Memoria, La Comisión y Archivo provincial de la Memoria desarrolló una serie de actividades en diferentes espacios de nuestra ciudad.


Semana de la Memoria, entre sitios y fotos

Por Florencia Reartes| freartes@redaccion351.com
Foto: Florencia Reartes

Redacción 351 te invita a realizar un recorrido imaginario por alguno de los diferentes espacios y muestras desarrollados en el ex D2. La mañana del 20 de marzo encontró al Pasaje Santa Catalina arremolinado al ritmo del viento cientos de caras inmortalizadas en fotografías de aquellos que, hace ya 36 años, “desaparecieron”.

De un lado, la Catedral, del otro, el ex Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio conocido como D2, hoy sede de la Comisión y Archivo Provincial de la Memoria (APM) y Museo de Sitio.

Esa mañana, pasadas las 11 horas, se realizaba el re-lanzamiento de la Biblioteca de Libros Prohibidos. Una de las salas del Museo de Sitio que constituye un espacio permanente. Allí, se albergan aquellos libros que fueron censurados durante la última dictadura militar de nuestro país.

Quien guía la visita explica que la variedad de obras y autores que fueron prohibidos es mucho más amplia de la que quizá uno pudiera imaginar. En un estante, los conocidos como “libros rojos”, con una fuerte connotación social y política. En otro, enciclopedias y demás textos considerados “peligrosos”, determinados como tales a partir de decretos pronunciados por aquel gobierno de facto.

 

En otra pared de la sala, aparecen en un mural las palabras “Por Fantasía Ilimitada. Prohibido”. Entonces la guía explica y habla de los decretos, discursos y comunicados de los entonces gobernantes y de los libros que ocupan los estantes de esta sección. Son obras infantiles que estaban prohibidas. Un ejemplo es “La torre de cubos”. La justificación: su fantasía ilimitada. La intención: que no se produjera mas allá de lo posible, que los libros no trataran de cosas que no fueran reales, que no se fomentara la imaginación.

La consecuencia, quizás inesperada, fue el desarrollo de prácticas de resistencia de los ciudadanos argentinos, quienes comenzaron, por aquellos años de terror a esconder, enterrar y quemar sus bibliotecas personales. La Biblioteca de Libros Prohibidos del APM recupera y recolecta hoy estas obras e invita a quienes deseen donar, acercar o prestar sus libros para engrosar esta biblioteca y apoyar el libre pensamiento y la literatura.

La visita sigue y recorremos otro de los espacios de exposición permanentes del museo, la sala “Vidas para ser contadas”. Aquí los familiares y amigos de los desaparecidos exponen álbumes, textos, fotos, objetos, música o relatos, para, de alguna forma, dar vida al que no está, como nos explica la guía: “Esa vida que se reconstruye sobre el testimonio de muchas personas, el álbum funciona como excusa para poner en palabras muchos silencios”.

Luego vienen las celdas, el patio y el sótano, lugares que cuentan por si mismos la historia para quien quiera o pueda experimentar la sensación de recorrerlos.

Dos días después, el jueves 22 de marzo, las puertas del APM se abrieron a las 11:30 horas para dar inicio a la muestra “Instantes de verdad”, fotografías del Registro Extremistas del D2. En la misma, se exhiben imágenes de una serie documental de la Policía de Córdoba compuestas por negativos fotográficos. Dichas representaciones son retratos de hombres y mujeres detenidos en la década del ´60 y del ’70 que, junto con los nombres de cada uno de ellos fueron asentados en un listado titulado “Registro de extremistas”, luego utilizado como un arma por los represores.

El recorrido por la muestra es profundamente emotivo y movilizador. Las fotografías y los negativos tienen un fuerte sentido connotativo que hace que el espectador ponga en imágenes concretas el terror vivido por aquellos miles de hombres y mujeres que pasaron por el centro de detención clandestino D2.

La muestra está organizada en siete paradas. La primera “Del negativo al positivo”, se encuentra a la entrada del APM, muestra y explica los procesos técnicos que se realizaron sobre los archivos recuperados para clasificarlos, limpiarlos, digitalizarlos y lograr su conservación.

La siguiente “Hacer foco”, se desarrolla en la “Sala de Escrache”, donde se da cuenta del funcionamiento del D2 como centro clandestino de detención y permite contextualizar las fotografías. Y entonces, comienzan los retratos en “Enfrentarse en imágenes” y con ellos, las sensaciones encontradas, la impotencia. El lugar es un pasillo conocido como “tranvía”, donde los detenidos fueron sentados en un banco para ser fotografiados uno al lado del otro. Los desaparecidos comienzan a tener rostros y el pasillo se siente más frío.

La cuarta parada, “Registro de extremistas, fotografías”, es un corto en el que se muestran cientos de fotos de presos, de los lugares, de los captores. Sombras, partes de imágenes inmortalizadas en un segundo que reflejan la violencia y el horror en los momentos posteriores a los secuestros de aquellos que, en su mayoría, no volverían a ser libres.

Y la muestra sigue en “Instantes de verdad, el D2 en fotos” en un excelente montaje que vincula imágenes y textos explicativos a cerca de la violencia, la negación de la humanidad, la banalización del poder. En un juego entre lo que se ve y lo que no, entre lo que queda allí ante nuestros ojos y en todo lo que representan. De nuevo ellos y ellas miran desde las paredes, expresando con su cuerpo y con sus ojos toda su humanidad, esa que intentaban arrebatarles.

La sexta parada es “La foto de mis viejos”, con el testimonio audiovisual de Natalia Colón y Ernesto Argañaraz que cuentan, ella de su padre y su madre y él de su padre. El relato de Natalia es emotivo, sensible, sincero y habla desde su pérdida: “Si pudiera volver el tiempo atrás, los agarraría y los sacaría a la miercole, si pudiera pedir un deseo sería ese”, dice calma. Por su parte, Ernesto habla de su padre con fuerza, de manera realista, desde el conocimiento cotidiano de él y decide compartir su imagen y dice el porqué: “para que mi viejo me pese menos en la llevadura del cuerpo”.

La última parada es “La construcción del otro”, una reflexión sobre la alteridad a lo largo de la historia de nuestro país desde la Ley de Residencia en 1902 a la Ley Antiterrorista del 2011. De esta forma, se da cierre a un recorrido que conmueve desde el incio.

El Museo de Sitio de la Comisión y Archivo Provincial de la Memoria está abierto de martes a viernes de 10 a 18 horas para el público general, y la muestra “Instantes de verdad” estará allí, al menos por un tiempo, para ser recorrida. Vale la pena detenerse un momento, conocer, recorrer y hacer memoria.