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Liliana Herrero, Alejandra Tortosa y Paco Giménez en vivo

6-08-2014 / Agenda, Reseñas
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En el marco del M festival, este sábado 9 de agosto a las 21.30 horas en Cocina de Culturas, tres artistas imperdibles en escena.


Liliana Herrero, Alejandra Tortosa y Paco Giménez en vivo

Por | redaccion351@gmail.com

Hay que leer los textos que acompañan ciertas presentaciones. Son tan hermosos… Miren este por ejemplo:

Viejas canciones inspiran nuevas y traen espléndidas reversiones, pensamientos, reflexiones y fantasías sobre el universo que nos alberga, que nos rodea, rescantando la poética de algunas y algunos de las y los artistas más destacados de nuestra época. El mundo suena diferente. Vivimos en una época diferente. Una nueva manera de mirar nuestra realidad se recrea e inventa en cada canción, cada poema.

La naturaleza, la sustentabilidad, la diversidad y una forma distinta de relacionarnos, más participativa, más comprometida, más consciente aparece y toma fuerza en la voz de nuestros músicos y músicas. El arte y la cultura son el reflejo de este nuevo mundo que se regenera y reproduce a cada instante.

 

¿Qué lindo no? Ahora, ¿qué dice el texto? Que vivimos en un universo. Claro. En ese universo hay música que se reversiona y por eso siempre suena diferente. Y sí. Que las canciones reversionadas recrean la mirada de la realidad y que en esa realidad importa la poética, la naturaleza, la sustentabilidad, la diversidad. Acá se amontona un poco la cosa pero no importa. Todo suena lindo. Se lee lindo. ¿No?

Como los textos que acompañan las muestras fotográficas. Pareciera que una fotografía no puede ser expuesta sin un textito de entrada. Alguna guarnición hay que poner. Un tomate partido, un poco de espuma de apio, algo.

Los textos que acompañan las expresiones artísticas son así. Un manjar de espuma . No requieren solidez. Son perfectamente intercambiables. No necesitan palabras irreemplazables, como otros textos. Otros textos sí son irreemplazables. Hubo, por ejemplo, millones de páginas, algunas dignísimas, que no llegaron a reemplazar ese texto resumido en una frase más o menos parecida a «las ideas de las clases dominantes son las ideas dominantes en cada época». No hay caso con esa frase. No hay molécula de tinta que pueda ser reemplazada. Son esas palabras. No otras. Esas para todo el partido. Se le acalambrarán un poco las letras, pedirán ir a los penales. No hay penales. ¡No habrá goles! Si hay, serán para extender el partido, que no terminará nunca, tal vez para que esa frase lo siga relatando.

Pero los recitales son otra cosa. Porque la música es otra cosa. De la fortuna de la vida salieron encuentros recientes con músicos locales y nacionales y sus respectivos pareceres respecto de qué es la música. En una entrevista, Milton Arias confesó: «No tengo puta idea». En un almuerzo familiar, el inmenso Roberto Saccente (¿no lo conoce? una injusticia, lo tiene que conocer): «Es una sensación».

Este fin de semana, Córdoba propone sensaciones que habrá que ir a buscar, más allá de cualquier texto de invitación. Si se juntan, por caso, Liliana Herrero, Alejandra Tortosa y Paco Giménez, ¿qué podemos decir, distinto de la naturaleza y la sustentabilidad y la diversidad y la pluralidad de voces y la poética de los referentes y la reinvención de la mirada y la ensalada waldorf?

Podemos ir por partes, porque cada artista mueve sensaciones intransferibles. Liliana Herrero es una mujer que canta y que tiene seguidores que hacen de su predilección una militancia. Porque no hay seguidor de Liliana Herrero que no tenga un conocido o amigo que alguna vez, al escucharla, haya expresado: «¡qué fiero que canta!», dictamen más que suficiente para retirar el saludo. Se opinará que no es para tanto. Sí, es. Cuando Liliana Herrero canta en vivo, la música es una sensación de énfasis necesario, de vehemencia imprescindible. A uno no le gusta, simplemente, Liliana Herrero. Uno toma partido por Liliana Herrero; uno sale a la calle por Liliana Herrero. Uno sabe bien qué amistades mandó a pasear por Liliana Herrero, cómo se emocionó escuchando elogios de artistas irreemplazables hacia Liliana Herrero y cómo se le ablandaron las muelas con Liliana Herrero cantando lo que sea en sus varios discos y en sus recitales.

Algo de «Maldigo», su último disco.

 

Alejandra Tortosa es otra sensación, otra historia. Si hemos vivido algo de lo que pasó en Córdoba en los últimos casi 20 años, sabremos de De Boca en Boca; de un recital de amor a primera vista, en 1996, cuando el cuarteto de voces abrió la noche de la presentación de Braulio López en el Club Alas Argentinas; de tres discos que siguen sonando, pero también de la voz de Alejandra sobresaliendo en los innumerables coros que ha integrado, en las óperas, en las presentaciones junto a su hermano Héctor, gran músico, creador, entre otras obras, de «Huayrapuca, la madre del viento». A uno no le gusta, simplemente, Alejandra Tortosa. Uno quiere que Alejandra grabe un disco solista para ir a comprárselo a ella. No a la disquería. A ella. Y no uno, varios, para regalar a la gente que uno ama.

Aquí su invitación

 

Paco Giménez es, de nuevo, otra sensación, otro camino, uno de más de cuarenta años por escenarios que admiran su teatralidad. Si el concepto de manual de teatralidad define la capacidad de organizar la mirada del otro, Giménez no la organiza. Giménez sale al escenario, de La Cochera por sumo, por mítico ejemplo, y con sólo levantar una ceja, junta las miradas de los otros, las presenta como si las conociera de toda la vida, las sube a una vuelta al mundo imaginaria, las desensilla, les compra un copo de nieve y les desordena los conceptos para que «humor» signifique otra cosa y «pasión» quiera decir «todo». En el medio les canta unas canciones de esas gordas y bellas, en cualquier idioma.

Más invitaciones

 

Herrero, Tortosa y Giménez se presentan, la misma noche, en Cocina de Culturas. Liliana junto a Pedro Rossi, su enorme guitarrista de los últimos tiempos; Alejandra junto a invitados que no sabemos pero calculamos y ya tenemos que sofrenar los adjetivos, y Paco junto a su cumpa Rubén Cirigliano.

Sabemos de las sensaciones que cada artista genera en sus presentaciones. Las hemos vivido una vez y otra. Pero algo nuevo habrá, este fin de semana. Estamos contando los días y las horas.

Agendá:

M Festival en Córdoba.

Liliana Herrero – Alejandra Tortosa – Paco Giménez

Sábado 9 de agosto – 21.30 horas. 

Cocina de Culturas – Julio A. Roca 491. 

Entradas Anticipadas desde $150 en Cocina de Culturas y Edén.