Entrevista

Guadalupe Gómez en concierto

28-07-2015 / Agenda, Entrevistas
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Este viernes 31 de julio a las 22.30 horas en Cocina de Culturas, la cantante recorrerá su obra y adelantará nuevas canciones, junto a grandes invitados. En la previa de una gran noche, recorremos parte de su obra exquisita desde sus propias impresiones.


Guadalupe Gómez en concierto

Por | redaccion351@gmail.com

Escuchar la voz de Guadalupe Gómez abordando obras de cualquier género es uno de los grandes placeres que ofrece la música de Córdoba. Sus tres discos regalan composiciones que dan luz a una profunda sensibilidad por la poesía, a un modo de interpretación que ahonda los paisajes interiores de quien recibe su canto.

Este fin de semana, con invitados de reconocido talento, podremos descubrir nuevos hallazgos. «Vendavales», canción que da nombre a un espectáculo imperdible, nos permite conversar con Guadalupe sobre su camino de emociones, por estos días junto a nuevos compañeros de búsqueda, como el guitarrista Edu Valdés.

Un ida y vuelta de impresiones y música para celebrar lo que se viene.

-Te escuché cantar obras propias, clásicos del jazz, del rock, de Brasil. La música es infinita. ¿Hay algo en particular que vuelva con los años? Pienso en una canción, o en alguien que con su arte acompañe tu búsqueda de cosas nuevas…

-Cada vez que escucho la música de Jobim y la de Spinetta, siento que vuelvo a casa, y que el milagro que me estremeció la primera vez que las escuché, sigue y seguirá sucediendo. Por eso, como bien decís, es que creo que la música es infinita.

Guadalupe Gómez y Cuarteto de Cuerdas Magnolia – «Quedándote o Yéndote»

 

-Hace poco, en una charla con Luis Lewin, contaba que por ahí ya no se acuerda de todos los alumnos que tuvo y de toda la gente con la que tocó. De sólo mirarlo y escucharlo hablar un par de minutos, te llega toda una vida de música. Fue quien produjo y dirigió tu disco “Estelas”. Entiendo la admiración mutua. ¿Cómo es hacer música con Luis? ¿Cómo acompañó la creación y la grabación de esas canciones?

“Estelas” es mi segundo disco. Primero estuvo “Lluvia”, del que quedan muy poquitos ejemplares dando vuelta. Es el disco de una intérprete que canta las canciones que ama, pero ya empieza a despedirlas. Te cuento esto porque sin “Lluvia” no habría “Estelas”. Y tampoco sin Luis. Cuando nos encontramos con la idea de grabar un disco juntos, yo creía que sería algo parecido al anterior, con alguna que otra canción mía (tenía dos o tres en ese momento) y con mucho de jazz y música de Brasil. De ese encuentro con Luis, alquimia, empezó a aparecer la música mía, y sobretodo el gran impulso poético. El me ofreció algunas músicas de él, y yo me encanté de sumergirme y buscar letras. Eso también fue el comienzo de lo que despúes sería “Canción hacia vos”, con otro mago, que es Quique Sinesi. Con Luis hemos volado juntos a través de una empatía increíble, desde un lugar de generosidad musical, y de sensibilidad que tiene él, que es inmensa. Como si eso fuera poco, me queda la estela de su amistad, que es preciosa.

-La primera canción de “Estelas” se llama “Noche de vientos marinos”. En “Serás verdad”, otra de tus canciones, el verso final de la primera estrofa te ve cruzando el mar… La canción “Vendavales”, que nombra al espectáculo de este viernes, comienza diciendo “Trabajo en los vendavales, no sé otra forma de ser… Me habitan todos los mares que nunca conoceré”. Un verso tremendo de Joan Manuel Serrat en “Pueblo Blanco” dice “Y si te toca llorar, es mejor frente al mar…” Vivimos en una ciudad sin mar… Hablemos del mar. De tu mar.

-El mar…. Qué decirte… Siempre presente en mis sueños, en mi música, en mis amores, en mis dolores… Creo que si intentara definir lo que es el mar en mí, me alejaría aún más, se me escurriría. Me paso la vida buscando el mar.

«Mulher do Mar»

 

-Siguiendo con el mar, además de una cadencia única, la poesía en portugués tendrá historias que te hayan hecho elegir esa lengua para “Mulher do mar”, “O amor que mora junto a mim”, o la “Samba do Soco”. ¡Somos todo oídos!

-Así es… “Mulher do mar” está inspirada en Lisboa, una ciudad que queda a diez minutos del mar, y está imbuida de un espíritu tan añorante… “O amor que mora junto a mim”, escrita a la vuelta de una estadía en Brasil que me trajo la música y el amor. Y “Samba do Soco”, música de Luis, letra mía, dos enamorados de Brasil y sus misterios.

-El proceso de “Canción hacia vos”, tu último gran disco junto a Quique Sinesi, comenzó en julio de 2013 y finalizó en abril de 2014. Pasó por todas las estaciones. La gráfica resalta el otoño. Hay letras que parecen haber sido escritas en primavera -verano, donde la noche llega más o menos a las “8.24PM”; otras como “El abrazo”, donde hay un almendro en flor, y pétalos que laten. El ciclo de la naturaleza recorre toda tu poesía y también el silencio. Hay mucha inspiración. Antes de preguntar por tus formas de crear, una pregunta por tus fuentes. ¿Cómo fueron y son tus lecturas?

-¡Soy una lectora muy voraz! Desde muy chica. Lo que más amo es la poesía, pero no puedo estar en la poesía todo el tiempo, así como uno no puede estar con la piel de gallina por horas (aunque quisiera…). Hace un tiempo que llevo dos lecturas, una muy temprano, matinal, a veces antes de que amanezca dónde sí leo poesía, o algún ensayo. Ahora tengo a Octavio Paz, “El arco y la lira” en ese plan. Por la noche, o cuando viajo, me gusta la novela. “Las palmeras salvajes” de Faulkner es la que me acompaña en este momento. Mis amados, los poetas chinos, Juan L. Ortiz, la Pizarnik, Olga Orozco, Juarroz, los franceses, Elouar, Prevert, la Yourcenar, Borges, Bradbury, tantos, y seguro me olvido, tantas emociones y tanta inspiración, y sobretodo tanto sobrecogimiento ha abierto en mí la lectura…

-¿Cómo son tus momentos de escritura?

-Suelo estar en clave de “búsqueda”. Me levanto temprano, cuando puedo, y leo algo, busco algún resorte que se abra, me paso al piano, o al cuaderno. A veces (¡muchísimas veces!) no pasa nada, y a veces, la grieta disimulada se abre, y algo emerge.

-¿“Vendavales” nace de ese proceso?

-“Vendavales” fue primero un poema que escribí una tarde de tristezas y me devolvió certezas de esas que sanan. Mucho más adelante, una mañana, se pasó a canción, pero no el poema sino la idea que lo había inspirado.

“Para Vera” es otra de las nuevas canciones. Hay un cielo de puro resplandor y lluvia con sol. ¿Cómo es tu relación con la parte musical en el armado de las canciones? Todo parece provenir de una poesía, como contás en «Vendavales», y después pueden aparecer grandes músicos que le pusieron acordes.

“Para Vera” es una música que me rescató en la confirmación de que la infancia de los que llegan nos devuelve la nuestra, la que parecía perdida. Está inspirado en mi sobrina pequeña, Vera. Es una de las pocas canciones que hice, que fue primero música, melodía y acordes, y mucho después tuvo letra. Generalmente aparecen en simultáneo. Yo las armo, precariamente en el piano o en la guitarra, y después las entrego  para que los que saben tocar esos instrumentos (y en quienes confío, desde lo sensible), las hagan suyas. ¡Y vaya si los pibes las embellecen y las profundizan!

-Cada canción merece una pregunta por las imágenes que proyectan sus versos. Pero hay una donde tu voz es un instrumento. ¿Cómo surgió la interpretación de “Andando”? Parece un juego que no pudo haber terminado mejor.

-Me gusta la idea de que la voz es un instrumento más, y que puede muchas veces jugar desde ese lugar, y decir y comunicar sólo a través del sonido, de los colores y de las texturas del sonido. “Andando” fue así, tal cual vos lo describís. Quique me mostró la melodía y la empecé a tararear. A los dos nos encantó que quedara en ese plano.

«Andando»

 

-Hace poco, en el Buen Pastor, cantaste con los Magnolia, con quienes grabaste en sus dos discos y son parte de la familia, y con Edu Valdés, músico tremendo que puede ir de locuras como el Trío el Comienzo hasta aparecer de invitado en proyectos nuevos como La Isla Común, pasando por una guitarra acústica que suena una maravilla para tus canciones. Contanos cómo conociste a Edu y cómo interviene en “Vendavales”.

-Yo estaba este año con la idea de armar un trío para vestir mis músicas con otros colores. Con Edu no habíamos tocado nunca, pero teníamos amigos en común, y había escuchado algo de lo que él hacía. Me encantó saber que además de música popular, tocaba música barroca (¡Esa no la tenías, eh!). Fue un poco instinto, y la verdad es que ha sido un encuentro lindísimo, desde lo músical y desde lo humano.

-La presentación incluye más músicos talentosos como Fede Seimandi en contrabajo (que tendría que clonarse porque el viernes también tocan los Toch Jaja), Nacho Ducasse en percusión, el Cuarteto de cuerdas Magnolia, Clara Presta en piano, Sofía del Moral en cello, el Vagabundo de las Estrellas Chacho Marzetti, la artista plástica Stella Gallardo y Maru Aparicio en la proyección de imágenes. ¡Una selección! ¿Qué vamos a ver y escuchar el viernes?

-¡Si! ¡Gente muy maravillosa, que me acompaña desde un lugar de cariño y de profundidad artística increíbles! El viernes habrá canciones nuevas en clave de trío; habrá una pequeña obrita pictórica- literaria y musical, en clave de haikus; estará Clarita en el piano, los Magnolia en la belleza de sus cuerdas, y una sorpresa, Mery Murúa, con quien vamos a cantar juntas por primera vez. Bueno, ¿pero qué habrá? Un grupo de gente buscando el lugar, el exacto lugar dónde rompe el oleaje, y dónde nos deshacemos, para rehacernos.

Una de las nuevas canciones – «Qué es»

 

-La última. En el corazón del librito de “Estelas” encontramos a Marguerite Yurcenar: “No me quejo de las cosas, los seres, los corazones sean perecederos, puesto que parte de su belleza se compone de esta desventura. Lo que me aflije es que sean únicos.” Hace un tiempo, para resumir lo andado en un año, escribiste: “La incansable búsqueda. El estremecimiento. La ofrenda. Los temores. Largos viajes. La sombra que anticipa la luz y la luz que precede a la sombra. La conmoción de la belleza. La incansable búsqueda…” ¿De cuántas otras cosas estaremos hechos Guada?

-Nuestro sino es buscar, así ha sido y así será. Estamos hechos de estrellas, de polvo de estrellas…

Agendá

Guadalupe Gómez presenta «Vendavales» junto a grandes invitados.

Viernes 31 de julio – 22.30 horas.

Cocina de Culturas – Julio A. Roca 491.

Entrada: $80. Biciamigos: $60.