Por Sebastián Dinolfo | sdinolfo@redaccion351.com
Fotos: Prensa Plan Desmadre
El viernes 10 estrenó Plan Desmadre en La Calle (Gral. Bustos 1000 esq. Rodríguez Peña – Bº Cofico) y las funciones siguen todo junio. Redacción 351 se juntó con la plana mayor de la obra, sus actrices Ivalú Hayipanteli y Bárbara Brailovsky y el director Mauro Alegret para hablar del trabajo y de paso chusmear qué onda eso de desmadrarse, aquí la charla pero antes algunos apuntes que usted debe conocer.
Las chicas vienen laburando desde mediados del año pasado en la obra –que también será su trabajo de tesis– y Mauro se sumó en agosto. Cuando a Bárbara le gusta algo usa la palabra “bárbaro”, si le preguntamos a Ivalú hace cuánto conoce a Bárbara la chica pone la voz gutural y piedrosa y dice: “Hace 30 años” aunque sean de veinte y tantos. En el caso de Alegret lo que sabemos es que es su primer trabajo como director, es investigador en la UNC y juega en cualquier posición aunque prefiere de 9.
Piense: ¿qué le gusta hacer?
–¿Cómo surge Plan Desmadre? ¿De qué viene la obra?
Ivalú Hayipanteli: La obra es la continuación de un proceso que comenzamos con Los hermanos Poulet en la que estábamos los tres junto a Marcelo Arbach y donde empiezan a surgir algunas ideas que tienen que ver con lo actoral. Aunque, si bien es una continuación de ese trabajo, la cuestión pasa por una búsqueda más profunda y personal en relación a lo que queremos trabajar nosotros. La pregunta que salió al principio fue qué nos gustaría ver a nosotros, volver a qué nos gustó de la actuación para dedicarnos a esto. La idea fue largar con algo que nos divierta.
Mauro Alegret: Es un trabajo más sincero con nosotros tres, partimos de preguntarnos qué queremos ver en escena, qué queremos que esté en escena, y empezar a trabajar sobre esas ideas. El trabajo es sobre el deseo, sobre lo que nos gusta hacer.
Bárbara Brailovsky: Claro, ver qué tipo de teatro nos gusta porque en la carrera la formación es tan variada y ecléctica que muchas veces te encontrás con la pregunta de por qué estás haciendo tal o cual cosa si en verdad no es lo que te gusta o no te interesa.
–¿Y para dónde arrancaron entonces?
Ivalú Hayipanteli: Empezamos a ver que siempre nos gustó un tipo de actuación y de humor que fue el de Gasalla, de Juana y sus hermanas, Urdapilleta, Casero. Que fue el primer tipo de teatro que vimos, con el que nos cagábamos de risa y nos llamó mucho la atención por el humor y el estilo de actuación. Con un diálogo que todos podemos entender, bien explícito y abierto. Después, la búsqueda hizo que aparezcan cosas nuevas.
Mauro Alegret: La idea fue partir de ahí, de un tipo de actuación con mucha máscara, estereotipados al mango, bien situacional, grotesco, que trabaja lo obvio. Pero también es un humor que reflexiona, pese a ser estereotipos exagerados permiten ponerte a pensar, no sé se me viene Juan Carlos Batman tomando mate.
Bárbara Brailovsky: Igual, si bien hay influencias, es distinto el trabajo cuando tratás de llevarlo al teatro. Es como volver a ver el teatro desde esa óptica.
Mauro Alegret: Claro, al principio era muy “televisivo”, el formato estaba armado como escenas, al estilo de sketch, pero la pregunta fue qué nos dice el teatro a partir de esto. Porque son lenguajes diferentes. En la obra la carta fuerte está puesta en la actuación, en el trabajo actoral, todo lo demás se articula alrededor: la dramaturgia, el vestuario, las luces.
Técnica para escapar de mamá
–Cuenten un toque cómo fue el desarrollo de ese trabajo…
Bárbara Brailovsky: El trabajo se transformó en algo más complejo, arrancamos con diferentes situaciones separadas que en el proceso fuimos conectando, fijate que empezamos con ocho personajes cada una, después seguimos con cinco y al final nos quedamos con tres.
Ivalú Hayipanteli: Además todo se da en escena, nos cambiamos frente al público.
Mauro Alegret: Eso de cambiar los vestuarios en escena es intencional, queremos mostrar el procedimiento actoral del paso de un personaje a otro. Entonces la historia la cuentan seis personajes que van apareciendo y desapareciendo en escena, vos ves el perchero que está en la escena y podés ver cuando ellas se cambian. La idea es hacer obvia esa convención de que el actor tiene que cambiarse detrás del telón.
Bárbara Brailovsky: Lo que nos interesa, lo que nos parece contundente es lo que está pasando en escena (lo-que-está-pasando-en-escena), los puntos fuertes son la escena y el actor.
Mauro Alegret: Claro, digamos que el “hallazgo de conocimiento” es un conocimiento teatral. Está puesto en la escena, no puede escribirse. Hay que ir y experimentarlo como espectador, tenés que estar presente ahí para poder vivirlo.
–¿Y qué onda dirigir y actuar entre amigos?
Bárbara Brailovsky: Nosotras nos conocemos desde que nacimos prácticamente, fuimos al jardín juntas y a la Primaria y el Secundario. Y a Mauro lo conocemos hace siete años cuando hicimos una escena para la Maratón de Teatro en Ciudad Universitaria, donde participan grupos de la facu y la idea es ganar un subsidio para desarrollar el trabajo. Lo que está bárbaro es que nos conocemos muchísimo y ya hemos trabajado juntos como actores. Estuvimos dos años en Los hermanos Poulet.
Mauro Alegret: Creo que lo más está presente en el grupo es la confianza, nos movemos como grupo: la función del director y de las actrices no tienen límites fijos. La verdad es que disfrutamos mucho la dinámica que hemos encontrado porque ellas me dejan participar de la actuación y, al mismo tiempo, ellas también toman parte en la dirección para generar la totalidad del trabajo.
Eso hace que sea un trabajo abierto, no hay celos de dónde empieza cada quien a tomar decisiones o gestos sino que continuamente debatimos y charlamos las situaciones y se hace algo horizontal.
–¿Cómo resolvieron el tema del vestuario?
Bárbara Brailovsky: Empezamos trabajando con vestuario encontrado, como cuando éramos chicas y abríamos una valija y nos poníamos cualquier cosa. De ahí empezaron a surgir los personajes. Cuando definimos los personajes decidimos darle un perfil claro al vestuario.
Ivalú Hayipanteli: Eso se hace teniendo en cuenta el comportamiento escénico de cada personaje, pero también teniendo en cuenta las necesidades de la escena. Porque si nos cambiamos frente al público tenemos que elegir algo que ayude a la actuación, no podemos tener algo que nos lleve dos horas, sino hacer “pim pim pim” y ya soy María Eugenia o ya soy Macarena.
En ese punto nos ayudó una diseñadora amiga que pensó en cada punto, desde ver que sea algo ágil hasta tener en cuenta que sea grotesco. Aparte los objeto escenográficos de la obra son una escalera, un banquito con un teléfono y el perchero.
Teatro de estados abiertos
–¿Entonces en el Plan Desmadre hay mucho de improvisación?
Bárbara Brailovsky: La primera parte de la obra tiene mucho de improvisación, porque hay dos viejas chusmas y súper lúcidas, las viejas interactúan con la gente, reciben al público y presentan la historia.
En resumen son dos vecinas, dos madres y dos hijas. Las hijas planean escaparse. La historia es simple, lo interesante es la actuación y los estados que se generan. Si tuviéramos que definir es un teatro de estado que tiene que ver con la situación que generan las actrices y el espectador entra en ellas.
Ivalú Hayipanteli: Eso también se potencia cuando uno se propone trabajar con el humor, la complicidad con el otro es indispensable.
Bárbara Brailovsky: También es importante ver que los personajes actúan y son concientes de que está el público mirándolos, hay una especie de sobreactuación que pone de relieve esa situación. Pero lo que dicen son cosas cotidianas, de nuestras propias madres y maestras que son un melodrama también. (risas)
Mauro Alegret: Claro, está siempre lo autorreferencial, uno comparte siempre lo que vivió, lo que tiene cerca, y se va armando la dramaturgia clásica o literaria que se hace un texto. Igual nunca nos sentamos a escribir ese texto, sino que todo surgió de la improvisación.
–Y la idea es seguir llevando la obra a otros espacios…
Bárbara Brailovsky: Sí, queremos presentarla en otros lugares y sobre todo queremos que se abra el circuito del público. En Córdoba hay salas que trabajan muy bien convocando a gente que no está relacionada con el espacio teatral, nosotros apuntamos a presentarnos en esos espacios, salirnos un poco del público específicamente teatral. Pasa muchas veces que los trabajos de tesis de teatro son muy crípticos, intelectuales, la idea fue romper esa barrera.
Ivalú Hayipanteli: Eso, no nos propusimos una obra que hable de teatro, para la gente de teatro y que la entienda la gente de teatro. Sino algo abierto y compartible.
Mauro Alegret: Ojo, son obras muy buenas, pero necesitás un montón de conocimientos teóricos para poder captar lo que pasa en escena. Es decir, trabajan en una red conceptual que ellos mismos han desarrollado. Eso no les quita valor pero nuestra idea es llegar a la mayor cantidad de gente que podamos, que se presente la obra y puedan disfrutarla diferentes públicos.
No queda más que la borra del café y el bar medio vacío cuando intercambiamos los mails y la info sobre las presentaciones, acá las funciones avisen y vamo a verla cualquiera de estos días:
Funciones de Junio:
Días: Viernes 17 Y 24 // Sábados 11, 18 y 25 // Lunes 13
Horario: 21:30 HS
Dónde: Teatro La Calle (Gral Bustos 1000 esq. Rodríguez Peña)
Bondis: A3, A10 Y R2
Entrada General: $ 25
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