Por Eugenia Zorrilla.
Para los habitantes del centro del país, el Litoral es un buen lugar para descubrir. Musicalmente variado, con su chamamé, polkas, chamarritas, rancheras, rasguidos dobles y galopas, por mencionar algunos géneros, no es lo que habitualmente se escucha en los hogares cordobeses, aunque su producción más representativa nunca falte: la yerba mate.
Primer recorrido.
Una de las riquezas culturales más atractivas de esta zona es la defensa del uso del guaraní. Los Canticuénticos, grupo santafesino con tres discos editados que merecen más de una visita, hicieron este chamamé para enseñarnos a chicos y grandes, algunas palabras en este idioma, de la mano de un cuentito cantado.
Los Canticuénticos – «El Mamboretá»
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Segundo recorrido.
También litoraleño es el grupo chaqueño Tierra Verde. Seba Ibarra, Mauro Siri y banda, crearon un espectáculo infantil con mucha conciencia ecológica del que se desprenden dos discos. En esta canción nos invitan a un desfile de animales de su tierra donde los colores no son para nada tradicionales.
Tierra Verde – «Desfile de colores»
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Tercer recorrido.
Francisco Suárez, hijo de un reconocido músico, Julio Lacarra, también viajó por estas tierras cuando encaró su primer disco de canciones infantiles, «A puro bicho». Allí incluyó esta ranchera doblemente litoraleña, por su género y por el protagonista, un yacaré.
Francisco Suárez – «Ranchera del Yacaré»
Saludo hasta la próxima.
Por andar tan cerca de grandes ríos, vinieron las ganas de mar. O tal vez cualquier excusa es buena para escuchar algo del compositor Sebastián Monk, cuya vasta obra es admirada por músicos de todo el país. Marina Santillán hizo una bellísima versión de la canción que bien podría haber inspirado a sus padres a elegir su nombre.
Si dejás correr el reproductor, después de este tema, tendrás un viaje enganchadito.
Marina Santillán – «Marina»
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