Me verás volver

Cerati en versos

11-08-2015 / Reseñas
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A 56 años de su nacimiento, una selección de fragmentos de sus canciones inolvidables. ¡Vida siempre Gustavo!


Cerati en versos

Por | redaccion351@gmail.com

 

De la primera canción editada por Soda Stereo a la última de «Fuerza Natural». Un recorrido por la poesía, a veces fruto de su creatividad, otras veces tomada de compañeros de vida, como Richard Coleman o su propio hijo.

Fragmentos de 148 letras, muchas de las cuales sabrán rebotar en la memoria y devolver lo que falta.

 

Cerati en versos Inabarcable. Una vez más, gracias.

 

Lo que para arriba es excéntrico, para abajo es ridiculez.

Sobredosis de Tv, no creo poder resistir.

¿Y qué esperás para soltarte, para animarte? ¿O supones que alguien viene a despertarte?

No quiero soñar mil veces las mismas cosas, ni contemplarlas sabiamente.

¡El régimen se acabó! ¡Se acabó!

Aumentan decibeles que quiebran las paredes, saltemos todos, con tanta fuerza, con tanta electricidad, tenemos que entender, ¡eh!

No sé, mi amor, no tengo idea donde hay aire para respirar…

Agitados por nuestras formas, buscándonos…

Cuidado con Dorian Grey, el tiempo es dinero. Mantiene su juventud usando polietileno comprado en algún pornoshop.

Bailando hasta cambiar la piel.

Mi novia tiene biceps, ojo con lo que le dices.

Comunicación sin emoción, una voz en off con expresión deforme.

Podrías divertirte, podrías sumergirte, podrías intentarlo, podrías entenderlo, si no fuera por…

Hay una grieta en mi corazón, un planeta con desilusión.

Estoy bailando una danza rota, quisiera escaparme.

Cada uno es su propio delator, su propio infierno individual.

Estoy muriéndome de sed, y es tu propia piel la que me hace sentir este infierno.

Signos sin traducción, silencio insuperable.

Fuera de la atmósfera, es como me siento mejor.

Esto parece un museo de cera, un simulacro demasiado real…

Ecos, los mismos instantes…

Es un absurdo diseño de pensamientos, Nube ditóxica sin dirección…

Sueles encontrarme en cualquier lugar, y ya lo sabes nada es casualidad.

No tenemos dónde ir, somos como un área devastada… Carreteras sin sentido, religiones sin motivo… ¿Cómo podremos sobrevivir?

Temí por mi cerebro aprisionado en una trama vulgar…

Es una condena agradable, el instante previo. Es como un desgaste, una necesidad, más que un deseo.

Un rumor debajo de la piel, casi sin querer, estamos en camino entre los espejismos.

Si estás oculta, ¿cómo sabré quién eres? Me amas a obscuras, duermes envuelta en redes…

Agotas lo imprevisible, entre tus blindados brazos, y sin embargo hay rastros…

Prefiero vagar sin sentido a empapelar mi habitación. Creí cambiar aquel sonido y aquí estoy bailando esta maldita canción…

Me verás volar por la ciudad de la furia, donde nadie sabe de mí y yo soy parte de todos…

Cruje tu nombre en las paredes, si sé que esperas no podré dormir…

Cuando arrojes al mar las cenizas de la pasión, no hablaré del final, por ninguna razón.

Sólo una hora más en silencio, el tiempo para firmar mi nombre en tu cuello.

Todos tenemos una doble vida… Siempre quisimos esta doble vida.

Un suave látigo, una premonición, dibujan llagas en las manos…

Lo que tus labios no puedan besar, se esfumará, y no escucharás más palabras lascivas.

Prendan hogueras, al cabo todo irá mejor.

El ojo de la aguja, la punta de mi lengua… ¡Es igual, es igual!

Del fuego vino el diluvio, la nave vuelve a partir…

No me sirven las palabras, gemir es mejor.

Naturaleza insaciable cavaré entre tus labios.

Estoy abriendo el juego, un juego eléctrico.

Nada nos libra, nada más queda.

Nuevas formas crecen, son tan atractivas. Quiero descansar de todo ayer.

Una eternidad esperé este instante…

Las tazas sobre el mantel, la lluvia derramada…

Un extraño destino, una oscura verdad, tan sólo tropiezos, amar o callar.

Sé que estarás cruzando la ruta de la libertad.

Nuestras almas al flotar son las nubles más brillantes.

Chicas malas, chicas buenas, son de la luna y la marea de Venus.

El aire ríe, sin respuesta.

Verano de muerte y resurrección…

Adivino tu intención, tengo ganas de saber quererte.

Tiempo de sentir que habrá una nueva cura, una nueva flor… caricias.

Las decisiones siempre llegan tarde, las piezas que quedan jamás encajan…

Tal vez mi curiosidad es más grande que tu miedo.

No preguntes más por mí, nadie sabe nada.

Florecer mirándote a los ojos, perfección.

Nena tal vez fui un sueño de otro, un rumbo incierto…

Y ya no importa saber el final, sólo amarte y cruzar el fuego.

Yo también pagué placeres ciegos…

Poesía circular, pez espada, puedo verla de perfil, ondulándose en el mar.

Más me obligas, te olvidas de este sentimiento.

Bajo esta piel, que estoy mudando, encendí un amanecer, que no para de crecer.

Paso la frontera, el dolor suicida, alma fugitiva liberame…

Suaves telas sobre el piso, una parte de la euforia…

Tiempo al tiempo de volver a celebrar, sin culpa.

Tarda en llegar, y al final hay recompensa.

Hay algo en el aire, un detalle infinito, y quiero que dure para siempre.

Siempre fue divertido correr, dejar este mundo detrás.

Como un puñal rasgando las tinieblas, si te llevo es para que me lleves.

Allí donde quisiste estar, tan cerca de desesperar, es que la vida es gas, y es tan dulce traspasarla.

La noche repentina te vende falsas sombras.

Providencia puede ser azar, donde estemos juntos será nuestro hogar… He encerrado el cielo para tí, no tengo tierra para mí…

Cuando lee y ríe, a veces es la misma, pero mucho más certera.

Ahora es nunca, todo es nada si no descanso en tu mirada.

Casi quiero que te despiertes y es porque podrías sonreír de verme flotar…

Pasa el tiempo y ahora creo que el vacío es un lugar normal.

Un espíritu, a veces seguro, otras veces incierto, vengo a descubrir por qué este deseo crece…

Lo que seduce nunca suele estar donde se piensa.

Ahora cierra los ojos mi ser, este fue un día agitado, ya lo sé. No hay nada, nada a lo que debas temer… El centro del centro es la ausencia y tu poder es más de lo que puedes creer.

Te perseguiría hasta el sol, pero hoy es sólo inercia…

Nada más para decir… Sólo “hasta mañana”.

Tengo mal de alturas, y aquí vuelan pájaros de oro. Si me mareé, es por devoción.

Un nuevo acorde te hace mirarme a los ojos. Aún tengo al sol para besar tu sombra.

Cuando está oscuro, todo empieza a verse más claro.

En el aire sé que soy nada más que menos de lo que podría ser.

Hay cuarto menguante, suaviza mi voz..

Soy piloto de juguetes, entre nubes voy.

El reloj marcó la hora del final de otra época vacía.

Mírame, sólo hay nubes en mi cielo.

Al ánimo de brillar, la luz se adelantó…

Recuerdo el mar, soñé estar aquí, y no recuerdo despertar.

Cuando no hay más que decirnos, me hago uno con el humo…

Desordené átomos tuyos para hacerte aparecer.

Fluir sin un fin más que fluir…

Junté fragmentos de otras historias y no hay presagios… Tengo todo por no querer más nada… Mereces lo que sueñas.

Si en mis ojos hay diluvios, en los tuyos veo destino.

Y cuento verdades como mentiras. La culpa es de nadie, sólo mía.

Canto bajo relieves. Nave tierra, sigo tu voz.

Sigo detrás del corazón, moviéndolo lentamente.

Por calles con luz de patio colmaré tus anhelos.

Desperdigados por fantasías, lo que querías no tiene fin.

Voy a hacer que mis cenizas vuelvan al papel… Mutación del porvenir es eternidad.

No hace falta tu cinismo, yo soy parte. Y también soy el que parte a nuevos rumbos.

Mundos imaginarios están flotando en el aire, pasan por nuestros cuerpos ecos de mil radares…

Yo seguí a la estrella más voraz, nunca me llevó tan lejos. ¿Para qué creer en el azar? Yo nací para esto.

Palabras profanas de tu boca pura. Toda mi dulzura pendula sobre ti.

No jurábamos por nada más que arrancarnos la maleza de una vez…

Trepan las palabras, saltan de mi boca desvelada.

Ya no me necesitas, es lo mejor…

Ojalá tuviera la energía que hay en vos, para romper cadenas.

Lenguas de sal, un golpe de oídos, le doy respiro a los sonidos. Abandonar la tierra y sentir la ingravidez.

Todo lo profundo ama el disfraz.

Suena como el viento y decidí borrar el tiempo. Soy mi propio altar.

Sospechar de un resabio de luz. Si hay esplendor seré un dragón de fuego azul.

Fatalismo inútil, ignorar temores.

Me pondré el uniforme de piel humana, no esperaba tanto resplandor…

Afuera mis entrañas, adentro sigue en calma. Trataba de explicar que ya no hay vuelta atrás. Hablé de todo…

Es la especie que nos une, un salto mortal para que la vida continúe en muchas sumas de placer.

Ahora andá y viví, yo siempre amé tu locura.

La vida dura un salto, quedarse, una muerte segura.

Llévame a un lugar con parlantes, y que nos vuele la sonoridad por el aire.

Cuando lo crea oportuno, abrir un huevo en el futuro…

Acabemos con la sensación, la jaula siempre estuvo abierta.

Poder decir adiós es crecer.

La tinta no secó y en palabras dije muchas cosas, pero en mi corazón todavía queda
tanto por decir. No me voy, me quedo aquí.

Sos el paisaje más soñado, y sacudiste las más sólidas tristezas.

Cuando me llegue la oportunidad, buscaré la forma de hacerte saber mis deseos en la oscuridad…

Una frase duró hasta el anochecer, recordarte es un hermoso lugar.

Ya tantas veces morí, nunca me pude ir, el arte de vivir por encima del abismo…

Lo mismo que nos une hoy nos desintegra…

¿Qué otra cosa puedo hacer? Si no olvido, moriré.

Jugo de luna me diste, voy por más.

Me perdí en el viaje, nunca me sentí tan bien…

Todo es mentira ya verás, la poesía es la única verdad.

Nada me importa más que hacer el recorrido, más que saber adónde voy.

Que la inocencia nos proteja ahora que todo es más perverso.

Siento que pasan los días y sigo adelante tracción a sangre, tras una melodía…

El espejismo de una sed, yo nunca aprendo, de las mareas son rehén.

Alimentando la utopía de un siglo largo como un día..

Y cuando te busco no hay sitio en donde no estés…

No habrá un buen final, sólo sabemos comenzar.

Sumidos en una calma extraña, una tranquila desesperación, ecualizadas las emociones no había picos en ninguna tensión. En el goteo de la soledad, es el sonido de alguien que pende de un hilo, ¿hasta dónde lo vamos a estirar?

Próxima estación, mucho más allá del sol…

He visto a Lucy cuando entró a la habitación, el espacio se curvó. Vimos luces y el metrónomo de Dios puso el tiempo en suspensión.

11, yo 12, vos 13, paré de contar…