ELECCIONES 2013

Una encuesta que pagamos todos

8-08-2013 / Política y Sociedad
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Más allá de la decisión sobre a quién votar, una reflexión acerca de las implicancias y los fenómenos que acarrean las PASO.


Una encuesta que pagamos todos

Por Macarena Barrile y Andrea Mansutti

Como versa la página oficial de la Dirección Nacional Electoral, las elecciones primarias son un método de selección de candidaturas para cargos públicos electivos nacionales y de habilitación de partidos y alianzas para competir por tales cargos.

Para presentarse, los precandidatos deben haber obtenido un umbral de apoyo mínimo equivalente al 1,5% de los votos válidos en el distrito y para la categoría de cargo en la que pretenden competir en los comicios nacionales.

La promoción constante de spots publicitarios en radio, TV y redes sociales ha sido facilitada por la obligatoriedad de difusión gratuita e igualitaria, entiéndase proporcional, de todas las agrupaciones políticas que participan de la elección. No obstante, el “clima de campaña” que se respira en el país y que comenzó a sentirse a partir de esta publicidad masiva y persistente, dista de gozar de estas mismas características. Aquello que parece pretender ser una oportunidad de brindar información al votante, se traduce, antes los ojos del ciudadano, en un bombardeo de spots que poco ayudan en la tarea de elección.

A partir de las cuantiosas encuestas expuestas en los distintos medios de comunicación, es posible identificar cierta “descentralización” de los porcentajes obtenidos por los pre-candidatos. Más allá de las estadísticas con respecto a los resultados, pareciera que todos (o casi  todos) los partidos y alianzas alcanzarán el umbral electoral, y por tanto en octubre nos encontraremos con una amplia cantidad de boletas (teniendo siempre presente que los partidos con más de una lista se reducirán a una lista única).

Hasta aquí, dos fenómenos: la aparente intrascendencia otorgada por el ciudadano de cara a la instancia electoral y la descentralización en el voto. La sensación general en los días previos a la elección pareciera ser una mezcla de falta de conocimiento con respecto a la obligación cívica pronta a ocurrir, y aún más, la falta de preocupación frente a esta situación, tanto por parte de los votantes como de los candidatos.

En este sentido, las PASO estarían lejos de cumplir con las expectativas en torno a las cuales se crearon, y pasarían a ser un mero sondeo de las elecciones de octubre a costas “del bolsillo público”. Cabe preguntarse cuál es el vínculo de tales fenómenos con el hecho de que la instancia electoral sea legislativa y no ejecutiva.