Por Diana Nicodemus | dnicodemus@redaccion351.com
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Ilustraciones: Pamela Antón
Del 22 al 24 de mayo se llevó a cabo el encuentro de género en Ciudad Universitaria. Tuvo como ejes las posturas políticas y las reproducciones sociales de los pensamientos políticos feministas, así como también las perspectivas de las nuevas leyes de género y aborto.
Entre las actividades artísticas, se realizó la intervención “Escrito con fuego” del grupo Hilando las Sierras y la puesta en escena del “Grupo Simplemente Mujeres”. Se presentaron los libros: “Itinerarios de la trasgresión: políticas, sujetos, experiencias”, “Trabajar en la Universidad (Des) Igualdades de género por transformar” y “Colectivo Feminista la Revuelta: Una Biogenealogía”.
En el panel “Lo sexual es político” se hizo hincapié en el avance que ha significado la aprobación de la nueva Ley de Identidad de Género. Las panelistas remarcaron que la cuestión cultural no se modifica ni se corrige mediante una ley. El tratamiento político de estas cuestiones permite la concepción del sujeto como ser con derechos.
El proyecto entiende por “identidad de género” a la “vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento de nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.
A partir de un recorrido histórico de nuestro país, se especificó la influencia de los procesos autoritarios y dictatoriales. Al mismo tiempo, se analizó cómo estos socavaron las libertades de expresión y la capacidad de comprender y aceptar las subjetividades.
Desde esta postura también se reflexionó sobre el rol de la mujer en las diferentes décadas, haciendo énfasis en el lugar que ocuparon en los años 70 y 80. Unido a esto, consideraron lo sexual, no solo como algo cultural, sino también económico. De esta forma, explicaron la banalización del cuerpo y la mercantilización de la sexualidad en los últimos diez años.
Por otro lado, el Aula 2 de Casa Verde fue escenario para discusión en torno al derecho al aborto, sus avances y desafíos. Más allá de una cuestión de salud sexual y reproductiva, se planteó la concepción de un derecho de elección. Teniendo en cuenta el rol de los centros de salud, se manifestó la necesidad de un trabajo integral, de seguimiento, asesoramiento y acompañamiento de la persona involucrada en el hecho, como así también de su familia.
A partir de un ejemplo específico, se explicitó la urgencia de un trabajo en conjunto por parte de toda la sociedad. El caso puntual fue el de la niña de 13 años que se presentó en la Maternidad de nuestra ciudad con sus padres con la intención de interrumpir un embarazo no deseado.
En ese momento, ya regía legalmente el marco necesario para realizar la intervención. Dado que el hecho tomó conocimiento público e intervinieron diferentes organismos en contra de este tipo de procedimiento, la niña no pudo ser intervenida en Córdoba y fue trasladada a Buenos Aires, donde fue atendida en el Hospital Algerich.
Con este ejemplo se demostraron los inconvenientes con respecto a las interpretaciones sociales sobre derechos y garantías. Se consideraron los problemas con respecto al cuerpo de las mujeres, como así también la burocratización del sistema de salud, aún cuando existe un protocolo a seguir.
Para finalizar, se remarcaron los frutos que han tenido las luchas desde diferentes organismos para la igualdad de derecho y el reconocimiento de sujetos de derechos. Sin embargo, todavía es necesario el tratamiento conceptual a nivel social y cultural de estos conceptos.
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