Por Facundo Martínez | fmartinez@redaccion351.com
Fotos: Facundo Martínez
Martín Buzzi es el gobernador de la provincia de Chubut. Hasta hace escasos días, todavía no había designado a un Secretario de Derechos Humanos. Aún a pesar de que desde hace tres meses se está juzgando, en Rawson, la Masacre de Trelew.
Martín Buzzi viene del riñón de Mario Das Neves (PJ, anti-k), aunque actualmente coquetea con el kirchnerismo, el movimiento político que más ha hecho en favor de los Derechos Humanos en los últimos 40 años.
Entre el 2007 y el 2011, Ricardo Lázaro ocupó el cargo de viceintendente de Puerto Madryn. Pertenece, o se dice, al Frente Para la Victoria (FPV) “de primer momento”. Su compañero de fórmula fue Carlos Eliceche, actual diputado nacional, quien por aquellos años fue el Intendente de la ciudad ubicada a la vera del Golfo Nuevo.
Ricardo Lázaro, hasta pocos días, era investigado por incumplimiento de funcionario público. No por vagas sospechas. No por enemistad con otros grupos políticos -o mediáticos- que le inventaron una causa. Lázaro formó parte de un robo burdo e improlijo de los fondos del Concejo Deliberante y no tuvo tapujos en firmar y sellar facturas adulteradas.
Tan contundentes fueron las pruebas existentes que, a principios de año, la Justicia comenzó a juzgar al Presidente del Palacio Legislativo. Si bien al poco tiempo de iniciada la causa los jueces flexibilizaron la carátula y la pasaron a “peculado”, lo cierto es que se avizoraba un final poco feliz para el funcionario.
Pero Martín Buzzi, quien no es kirchnerista de primera hora, tuvo la brillante idea de colocar a Lázaro como secretario de Derechos Humanos. De esta forma, fueros mediante, prontamente quedará eximido de darle explicaciones a la Justicia, cosa que, ciertamente, nunca hizo.
Repercusiones
Los militantes más idealistas y con muchos menos cargos políticos, rebuznaron a puertas cerradas ante la designación de un personaje tan corrompido. “¿Justo en la Secretaría de Derechos Humanos lo tuvieron que meter a Lázaro?”, se preguntaban algunos.
Así, el silencio, puertas para afuera, hizo un ruido ensordecedor. Ruido que emanó, por un lado, del PJ, que se disputa el poder con el FPV. Y por el otro, del propio FPV local, que se esfuerza todos los días para parecer un producto chino antes que una original copia del kirchnerismo.
Como siempre ocurre, la sensatez llegó de la mano de la madurez política, de aquellas personalidades que están por encima del bien y del mal, una especie de leyenda viva en el paraíso de la política. Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo (Línea Fundadora), no tuvo tapujos en exigirle a la población que junte firmas para echar del cargo al reciente funcionario, ex viceintendente y sospechado por “inobservancia”, Ricardo Lázaro.
De esta manera, tan simplemente, tan ufanamente, tan egoístamente, los gobernantes ensucian años de lucha, tantas banderas y tanta memoria y, sin proponérselo, hacen que una madre critique al kirchnerismo. Seguramente, Cortiñas ni se imaginó que este tal Lázaro es – o se dice ser – del FPV.
La Fiscalía
Es notable que la Fiscalía con asiento en Puerto Madryn haya acusado duramente al funcionario que hoy se desempeña como defensor de los Derechos Humanos: “En cuanto a la calificación legal que corresponde asignar a su proceder, ésta sola entiende que la figura de sustracción de caudales públicos regulada en el artículo 261 del Código Penal de la Nación deviene prima facie adecuada, quedando absorbido por este encuadre legal el incumplimiento de los deberes de funcionario público como consecuencia del concurso aparente que existiría entre ambos supuestos. Así, recordemos brevemente que la figura de peculado sanciona al funcionario público que sustrajere caudales o efectos, cuya administración, percepción o custodia le haya sido confiada por razón de su cargo”.
Asimismo, otra parte del informe dice: “Ricardo Lázaro incumplió sus deberes de funcionario público al no velar por la observancia y cumplimiento de la reglamentación vigente y no ejerciendo el debido contralor sobre la Secretaría administrativa posibilitando, con esta inobservancia de los reglamentos y deberes a su cargo, la desviación de fondos públicos (…) La conducta imprudente de Lázaro dio lugar a que otra, dolosamente, sustraiga los caudales o efectos públicos. Descartada la aplicación de la figura genérica de incumplimiento de los deberes de funcionario público y resultando de aplicación la de malversación de caudales públicos, resta analizar, dentro del aspecto subjetivo de la figura, la circunstancia de que Ricardo Lázaro tenía pleno conocimiento de las irregularidades que se venían suscitando en el manejo de los fondos, toda vez que los funcionarios del Tribunal de Cuentas informaron de las anomalías, no transforma su conducta en dolosa”.
¿Y qué dice Lázaro?
Al consultarlo, en una de sus primeras apariciones públicas como funcionario del área de Derechos Humanos, Ricardo Lázaro dijo que bajo ningún punto de vista ocupó este cargo para “limpiar la imagen”. Por el contrario, reconoció que ansía tener un buen desempeño, ya que cuenta con un familiar desaparecido durante la última dictadura militar.
No obstante, tras las respuestas sucesivas no supo indicar qué labores concretos realizará para bajar la tasa de delitos y suicidios juveniles de la provincia, la más alta del país en proporción a la población. Tampoco especificó cómo articulará la promoción de los Derechos Humanos en la educación de los alumnos, ni quiso arriesgar demasiado al contestar qué medidas hay que tomar para desmilitarizar a la Policía de la provincia.
Para los desprevenidos, hace algunas semanas los trabajadores policiales realizaron un paro, entre otras cosas, porque ante la desobediencia (hacer huelga, por ejemplo) son penados con días de arresto. Incluso, varios agentes fueron sancionados con la desvinculación de sus cargos tras días de inactividad.
Sin embargo, Lázaro prefirió evitar ingresar en estos temas, porque los efectivos le reclamaron al mismo gobernador Martín Buzzi, quien algunos días atrás eligió salvarlo de un juicio por fraude a las arcas del Estado.
Martín Buzzi - Gobernador de la Provincia de Chubut
Lázaro: Levántate y anda (te)
Un 18 de diciembre, Néstor Kirchner se jugó parte de su carrera política y decidió desactivar las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Convencido, reactivó los juicios contra unos ancianitos enclenques que en sus manos aún tienen el nombre de los bebés apropiados que quedan por recuperar y los lugares en donde enterraron a los desaparecidos.
Por las cosas que tiene la historia, Néstor ya no está. Dejó su legado en la gente que quiera defenderlo. En la gente que sienta en el pecho qué significa la memoria, pero no en aquellos que utilizan la marca de contar con un familiar caído para sacar tajada política. En los que saben qué significa pelear por la justicia, y no en aquellos que se calzan el nombre de las conquistas y poco hacen o hicieron por ellas.
Si Lázaro hubiera querido honrar a su hermano desaparecido, debería haber esperado a que la Justicia se expida y, luego, hacerse cargo de una cartera que es un símbolo del partido al cual dice adscribir.
¿Tan fácil es pisotear las banderas que tanto, tanto, costó levantar?
