CRISIS PROVINCIAL

Córdoba: ciudad de locos corazones

10-12-2013 / Política y Sociedad
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El pasado 6 de diciembre se realizó en Córdoba una marcha bajo la consigna «De La Sota nunca más».


Córdoba: ciudad de locos corazones

Por Luz Rubio | politicaysociedad@redaccion351.com

Fotos: Luz Rubio

Una gran cantidad de heridas abiertas quedaron luego de los hechos acontecidos en Córdoba durante el 3 y 4 de diciembre. Sin querer, o quizás queriendo, se dejó al desnudo una crisis que va más allá del bolsillo nuestro de cada día.

Es por esto (y por muchas otras razones) que miles de ciudadanos de Córdoba se convocaron con el objetivo de “tocar la puerta del Gobernador” y pedirle que se vaya. Jóvenes, familias, colectivos estudiantiles, organizaciones barriales, centros de estudiantes, trabajadores de la salud y la educación marcharon acompañados de pancartas improvisadas o simplemente a ritmo de aplausos.

Diversos fueron los mensajes que individual o colectivamente se dejaron expuestos ante los ojos de quien quisiera mirar y reflexionar, entre ellos: «$9000 por reprimir, ¿$3000 por educar?», «Ayer NARCOS, ¡hoy tu salvación! ¡Puaj!», «No estoy merodeando, estoy mirando. Córdoba NO PARA, de reprimir. Fuera Monsanto de América Latina. Reprimir no es trabajar, es cuidar el capital».

Cada uno de ellos con un fin diferente, defendiendo una causa que considera justa pero que principalmente levanta la voz de un puñado de cordobeses que desean forjar más análisis, más opinión y sobre todo más auto crítica dentro de nuestras instituciones.

Pasadas las 19 hs. los más de 2000 asistentes acamparon en las puertas de «El panal”. Un vallado y decenas de policías custodiaban el lugar. Para muchos fue paradójico, la tarea que no cumplieron días atrás en los barrios de Córdoba estaba siendo llevada a cabo de forma impecable para mantener segura a una sola casa, la de gobierno.

Muchos de los presentes se acercaron a la línea de policías para dejar en claro su enojo. Cómplices del gobierno, corruptos, narcos, represores fueron algunos de los calificativos que recibieron. Ellos inmutables.

Aunque probablemente tenga que ver con el poco tiempo de organización y el hecho de haber sido una marcha “autoconvocados”, lo que se le podría criticar a esta movilización es la falta de un discurso o de un acto final que agolpe la conmoción de todos los presentes. En esencia, para evitar la dispersión y para que quienes pudieron sumarse al final también formen parte.

Recomponer esta situación será una responsabilidad de todos. Pero… ¿de cuántos? En definitiva fueron escasas personas las que se hicieron presentes el viernes. No obstante, a través de las redes sociales existieron innumerables analistas y críticos de lo acontecido. Agitadores de violencia y opinólogos estaban a la orden del día. Algunos que, usualmente, se llenan la boca disertando sobre trabajos comunitarios que llevan adelante pero que comentan por lo alto o por lo bajo que “hay que matarlos a todos”. Son los mismos que naturalizan términos peyorativos en base al color o clase social de los involucrados, que luego se hicieron bandera durante la protesta: “Todos somos negros de mierda”.

Por suerte para Córdoba, o para nuestra sociedad en general, están los que salen a la calle a pedir respuestas, están los que analizan profundamente lo acaecido, los que no sacan conclusiones ingenuas, los que tienen los ojos bien abiertos e intentan comprender al otro y lo que lo atraviesa. Aún hay mucho por hacer para achicar las brechas de nuestra sociedad dividida, pero resulta una buena excusa para toparnos con un nuevo encuentro y seguir con la lucha.