Diseño independiente, colectivo y solidario

Comunidad DIN, a diseñar la revolución

9-03-2012 / Política y Sociedad
Etiquetas: , , , ,

Comunidad DIN, un espacio creado por diseñadores independientes para revolucionar el diseño. Hablamos con algunos de los creadores y no va a creer lo que nos contaron. ¿Se puede vivir del diseño sin morir en el intento? Ell@s dicen que sí.


Comunidad DIN, a diseñar la revolución

Por | sdinolfo@redaccion351.com

Foto: Sebastián Dinolfo

¿Escuchó alguna vez que hacer lo que a uno le gusta y vivir de eso es como tener licencia para robar? Bueno, si hay algo de verdad en la metáfora acá hay un grupo que está armando el golpe perfecto.

Gente con pila. Gente que habla siempre de un nosotros. Gente revolucionada. Así son las y los que animan Comunidad DIN. Los visitamos en los cuarteles generales sobre una callecita de Córdoba Capital, nos esperaron con la palabra como todo pertrecho y jugo de limón.

Ellos son: Bárbara “la Barbi” Couto y su marido Mauricio “el Mauri” Micheloud (comunicadores y diseñadores), Mateo “la Cabeza” Ottonello y Gastón “la otra Cabeza” Vegas (diseñadores de objetos e ilustrador en el caso de Vegas).

Señas particulares: de espíritu y ganas ASÍ DE GRANDOTES, ojos siempre mirando para adelante –bien adelante–, de gesto temerario cuando les dicen que eso no se puede, que eso no se hace.

Aventuresé y conozca la cocina de un plan maestro para revolucionar el diseño independiente nacional.

Reglas de siempre perder

¿Cómo surge la idea de crear Comunidad DIN?

Mateo: En 2011 nos dedicamos a diseñar objetos junto con Gastón. Con cero peso, creamos una línea de relojes. Nos fue bien un tiempo, pero cuando nos animamos a meternos en el negocio, nos encontramos con un montón de problemas y trabas que impedían profesionalizar nuestro laburo.

comunidad dinEntonces nos pusimos a pensar cómo resolver esta situación, ver los costos, dónde ubicar los objetos, cómo publicitarlos y vimos que hacer valorar nuestro trabajo en el mercado era muy difícil. Nos frustramos, pero al poco tiempo nos dimos cuenta de que no estábamos solos, sino que a muchísima gente le pasaba lo mismo. Dijimos: no puede ser que todo el mundo tenga el mismo problema y hasta lleguemos a competir y pelearnos entre nosotros en estas condiciones. Y así salió la idea de hacer algo que pudiera convocar a todos los que estábamos en la misma

Esa fue la chispa de la revolución. Nos propusimos cambiar las reglas de juego. Y el primer paso fue armar una página en Facebook para empezar a conectarnos con otra gente.

Barbi: Nosotros nos sumamos a la discusión en el grupo de Facebook. El llamador, en nuestro caso, fue una cita de Hernán Casciari (Orsai) cuando dice que al mundo viejo hay que dejarlo morir en paz y habla de un mundo nuevo, un mundo solidario, un mundo democrático, un mundo básicamente sin intermediarios. En el que cada uno labura autogestionandosé y con sus compañeros para generar trabajos solidaria y colectivamente. Comunidad DIN va por ese camino.

M: Esa chispa de no tener intermediarios fue lo que nos movilizó. Vimos un video de Casciari presentando su proyecto y dijimos: «Esto es lo que tenemos que hacer». Arrancamos a fines del año pasado y la idea empezó a complejizarse.

Al principio pensamos crear una tienda entre todos los diseñadores basada en la colaboración en la tarea de publicitar, difundir y poder vender cobrando el 100 por ciento de nuestro trabajo. Al poco tiempo nos dimos cuenta de que ese proyecto era interesante, pero mucho más importante era generar algo más grande, que respalde las iniciativas y el trabajo de cada uno, en donde se definan nuevos laburos en comunidad. Así nació Comunidad DIN.

¿Y cuál fue la respuesta en la página? ¿Cómo siguió el desarrollo de la comunidad?

B: La página creció mucho gracias a los aportes de los que se sumaban. La situación es la misma en todos los casos: cuando un diseñador se propone laburar de forma independiente lo primero que tiene que enfrentar es que tenés que restar el 80 por ciento de tu tiempo de trabajo no para diseñar, sino para gestionar, conseguir clientes, buscar presupuestos. Y el tiempo real de tu trabajo se acota muchísimo. Entonces al final uno piensa: “Quiero dedicar mi vida a diseñar y es lo que menos hago”.

De ahí que salió lo de armar una comunidad lo suficientemente fuerte para que los diseñadores pudieran plantear sus problemas, encontrar y generar soluciones colaborativa y colectivamente y que cada uno pueda efectivamente emplear su tiempo en lo que le gusta, simplemente: diseñar.

 

 

Gastón: Somos ocho compañeros, un diseñador de objetos, un diseñador de indumentaria, una artista plástica, un ilustrador, un cineasta, dos chicos de comunicación y un programador. Lo principal es pensar, discutir y generar soluciones y facilidades para los diseñadores. Que el diseñador trabaje diseñando y no tenga que estar recorriendo toda la ciudad buscando presupuestos, proveedores, clientes.

Cada uno de esos proyectos están definidos por nosotros, pero están abiertos para ser discutidos y redefinidos porque las soluciones las buscamos entre todos.

B: Por ejemplo, un problema típico del diseñador gráfico es cómo cotizar el trabajo. ¿Cuánto cobro? Entonces, uno de los proyectos es armar un tarifario, para que no sea el cliente el que decida el precio, sino el profesional el que tenga definido el valor de cada trabajo con el respaldo de la comunidad.

M: Un tarifario conformado desde la comunidad. Discutido y compartido.

Mauri M.: Lo fundamental es no sólo debatir cómo solucionamos esto, sino solucionarlo. Discutamos, hablemos y pensemos una estrategia, una propuesta y llevemoslá a cabo. Queremos empezar a poner las reglas nosotros.

 

Los primeros días de la revolución

¿Cómo desarrollaron la campaña de lanzamiento?

M: Necesitábamos contar lo que estábamos pensando. La convocatoria se abrió con un tema fuerte a partir del cual presentamos el proyecto: “Revolucionemos el diseño independiente”.

B: Empezamos a convocar gente con preguntas movilizadoras como qué cosas te molestan de tu profesión, qué propuestas imaginás para encontrar una solución, todas apuntando a levantar el debate. Y esas pistas revelaron cuestiones que ya visualizábamos.

M: Hicimos unos videos en los que decíamos “esto queremos revolucionar”. Y pusimos el acento en lo más fuerte del proyecto que es el lugar de la comunidad. Sólo podemos salir adelante si trabajamos en conjunto, con un grupo activo y participativo. Esto es de la comunidad, hecho por la comunidad y para la comunidad.


Y hasta escribieron un manifiesto…

B: Sí, el manifiesto muestra el resultado de las discusiones donde definimos que Comunidad DIN

es un proyecto colectivo porque las decisiones y la fuerza de la comunidad está en la participación de todos,

es independiente porque no respondemos a los intereses de ninguna empresa o institución, en este sentido estamos convencidos de que podemos hacerlo en base a la defensa de nuestra propia profesión,

es autogestionada porque, al ser diseñadores independientes, tenemos que aprender a gestionar nuestro trabajo y ver de qué manera le encontramos la vuelta para diseñar y vivir de esto que nos gusta hacer.

MM: También es una apuesta a la cultura libre, a buscar espacios para incubar proyectos, generar financiamiento colectivo, brindar capacitaciones. La comunidad está centrada en el trabajo y en crear condiciones de laburo que sean dignas y justas para nuestra profesión. No es hacer esto por amor al arte, sino para valorar nuestro trabajo.

M: Pensamos que la comunidad tiene que dirigirse también a ser un aval profesional. Cuando tenga su rodaje la idea es que en cada perfil se puedan encontrar tus fotos, tus trabajos, tu currículum. Pero no sólo eso, sino que también puedan consultar las discusiones y aportes en los foros, lo que cada profesional está vendiendo, lo que generamos en proyectos de financiamiento colectivo. Es decir, un perfil que muestre todas las áreas en las que estamos involucrados y sea un respaldo profesional.

¿Cuál es el carácter nacional de la idea? ¿Qué proyección tiene la comunidad en ese sentido?

M: El sentido de lo nacional apunta a sentirte parte. No hacemos referencia a ser de tal o cual lugar, sino a defender y saber que lo que estás consumiendo es de acá, no es un producto chino o un diseño que se hace por miles de millones.

Queremos trabajarlo bien en Argentina, pero la proyección es que pueda crecer en toda Latinoamérica. Y desde ese lugar, la propuesta es contar los proyectos de forma que sean aplicables. Si te interesó esta movida podés tomarla y hacerla tuya.

MM: Es algo interesante ver que si bien la movida surge de acá, también se están sumando de otros países de América Latina y tienen la inquietud de que se extienda la experiencia. No es nuestra intención decir que esto es sólo de acá y sólo nuestro, sería buenísimo que el proyecto se tome en otros lados y se transforme.

B: Desde ese lugar también se defiende lo solidario. Nosotros, un poco inspirados en la movida de la Orsai, también pensamos un modelo extrapolable, sin intermediarios y con una comunidad fuerte. Muchas veces nos pasa de discutir en las reuniones y decir que podríamos hacer como hacen ellos u organizarnos de forma similar.

De la misma manera este proyecto está a disposición para ser pensado, discutido y transformado, aquí y en cualquier lugar. Creemos que en gran medida Internet llegó para brindarnos una herramienta fantástica para este tipo de movidas, y de pronto sentirnos conectados con sólo tener acceso a Internet y participar de las discusiones y de ese grupo y poder construir algo colectivamente. Eso no hay que desaprovecharlo.

Orsai, Ideame, DIN, el futuro hoy

Están contagiados del proyecto de la Orsai…

MM: Creemos que estamos embebidos en un espíritu de época. No es casual que surjan estas movidas como la de Orsai, o los sitios de financiamiento colectivo como Ideame con el ejemplo de la película del Gordo Casero. Y no son donaciones, es financiamiento.

M: También es una movida solidaria, una vez que uno logra un objetivo, libera su producción, vos la querés, te la podés bajar. Una vez más la apuesta a la cultura libre. Nadie se va a llenar de plata, pero todos van a cobrar lo que tendrían que cobrar, lo que es justo. Y así también el trabajo se valoriza y uno puede laburar y vivir de eso que a uno le gusta. A eso apuntamos.

Lo de valorizar y revalorizar el trabajo también es un punto importante. Porque muchas veces hay gente que hace laburos por dos monedas y eso también atenta contra la profesión.

B: En ese sentido, nosotros decimos: no te preocupes por lo que hacen los otros con su trabajo. Preocupate por estar vos a la altura de las circunstancias, preocupate por formarte y capacitarte para brindar los servicios de la mejor manera posible. Entonces, de alguna forma, estás compitiendo con vos mismo, estudiando y preparándote para ofrecer un trabajo mejor. Así, es uno el que valora su profesión.

M: El que va a comprar cosas por dos mangos es el cliente al que no le interesa un diseño de calidad. Entonces no es tu cliente, ni es tu competencia.

B: Ese espíritu también habla de un momento en el que la gente necesita revalorizar lo colectivo, lo solidario, apostando a lo local, a la cultura nacional, dándole una oportunidad de trabajo a alguien que puede ser tu vecino. Y lo estás haciendo de una forma democrática y sin que nadie diga desde una empresa o una institución quién va a ganar qué o cuánto, sino que es algo que se construye desde la autogestión. Eso creemos que es el futuro que está siendo presente.

comunidad din diseño cordoba
Seguimos hablando un ratito más y hasta se animaron a comentar proyectos que están en carpeta, “of de recor, porfi” dijeron, así que no se los voy a poder compartir de momento. Ahora, no van a decir que no se entusiasma uno cuando ve gente que anda haciendo cosas así, no duerma, aproveche la chispa y revolucionesé.