Alegría Ahora

58. Alfabetizar también a la sociedad

15-08-2023 / Alegría Ahora, Política y Sociedad
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¿Te bañaste con agua fría, en un rancho donde viven ocho personas, con los cables de luz a tu lado, sin alimentación, sin salud, durante al menos 10 años?


58. Alfabetizar también a la sociedad

Una historia por semana en torno a la Escuela Alegría Ahora, un espacio llevado adelante por personas imprescindibles. 

58. Alfabetizar también a la sociedad.

Mónica Lungo, miércoles 8 de septiembre de 2021.

Alfabetizar también a la sociedad.

¿Qué piensan ustedes que es una escuela en la extrema desigualdad?

¿Saben cuánto duele la pobreza extrema?

¿Creen que la guerra a la vida sólo está en Haití, en Yemen, en Palestina?

¿Qué piensan cuando les digo que todo duele?

Hoy tuvimos una experiencia que podría ser traumática pero que la convertimos con Sole en una experiencia hermosa.

De pura fe en la Humanidad, de soñadoras, porque la verdad, si tuviéramos que pulsar por lo que vivimos en la escuela, seríamos en extremo incrédulas y pesimistas.

Si no tuviéramos tanto amor político, yo no hubiese podido sostener la cabecita lastimada de una niña mientras la bañábamos en la escuela.

Ayer jugando a mi lado le hice un mimo en su cabeza y quedé helada: tiene heridas de infección. Agujeros y seguramente alguna larva.

Organizamos todo lo que implica el baño de una niña, en una escuela, sin gas, ni calefón, calentando ollas sin parar… (otra vez, fe en la humanidad).

La amo y ella lo sabe. Nació en nuestro abrazo y aunque la hemos protegido muchísimo, no alcanza para asegurar sus derechos humanos.

Mi negra no tiene baño. ¡¿Dónde mierda la va a bañar su mamá?!

Y ni me digan la tremenda ignorancia de que “en algún lugar podría si quisiera.” Claro, le encanta estar sucia y vivir incómoda. Incómoda significa que ni cagar tranquila puede, porque no tiene dónde.

¿Qué persona tan asquerosamente indiferente sos si pensás que la gente elige sufrir?

¿Te bañaste con agua fría, en un rancho donde viven ocho personas, con los cables de luz a tu lado, sin alimentación, sin salud, durante al menos 10 años?

Quien lo vivió, sabe.

Quien lo mira por las redes, prejuzga.

Iba a llorar en un momento. Temblaba de bronca…

“Fijate si tiene larvas, apretá cerca de los agujeros…” me dijeron mediques que consulté.

Claro… Como si fuera tan simple. Lo haría únicamente si no hubiera salud pública cerca. Soy educadora, no médica. No me corresponde. ¿Qué hago si veo una larva que sale del cuerpo de una niña?

No es la primera vez y no estamos en Sierra Leona. 

También temblé de ternura de que mi negra confíe tanto en la escuela de su mamá. Recordé las veces que lavaba el cabello de mis hijas así, y agradecí poder seguir lavando con dulzura los cabellos de otra niña… De una Niña Humanidad.

Latía tan fuerte su corazón…

Tarea: pensar en todas las veces que miro para un costado cuando me interpela una injusticia, una desigualdad.

Elijo una para enfrentar y encender la chispa sagrada del amor por otres, en el pedacito de mundo que me toca con alegría y ahora. Ahora.

Por supuesto, Niña Humanidad ya está siendo atendida por profesionales.