Alegría Ahora

52. Que lleguen

27-06-2023 / Alegría Ahora, Política y Sociedad
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Tenemos fe. Cuando se van, les decimos lo que vamos a hacer mañana. Nos contestan: «Si sigo vivo.»


52. Que lleguen

Cada martes buscamos, encontramos y compartimos historias en torno a Alegría Ahora, la Escuela de Amor Político de Bella Vista, publicadas hace un tiempo por alguna de las mujeres que dedican su vida a salvar, educar y sanar personas. 

52. Que lleguen

Mónica Lungo, miércoles 19 de junio de 2019.

«Nosotras rezamos para que los chicos no mueran.»

Esto me dijo mi compañera Luciana Nazar la semana pasada. El viernes, mientras registrábamos la semana, lloramos mucho las dos.

Nos desespera no poder hacer lo que se necesita.

Cuando Lu llegó a la escuela hace un año, a las dos semanas planteó renunciar.

Lloraba, se estremecía, estaba en shock.

«No estoy capacitada para enfrentar esto todos los días, vos necesitás otra persona.»

Además de que esa persona tenía que formarse, sabía que ella era la educadora que Alegría Ahora necesitaba. Pero estaba en shock.

Le pedí que se tomara el año para conocernos. Nueve meses, para poder decidir. Sino iba a ser una huida, no una decisión. Con fe, le dije: “Si no es tu lugar, no te vas a quedar. Tenés que conocernos.”

A los dos meses ya chispeaba en el Amor Político, con una vocación por educar tan intensa que me emociona siempre.

Con ella, todos los días esperamos a nuestres estudiantes, esperando poder abrazarlos y darles clases. Prendemos velas en nuestro altar para que estén bien, para que no hayan muerto, para que no estén presos y lleguen. Que lleguen. Que lleguen.

Porque cuando llegan, tristes, angustiados, resaqueados, sin dormir, violentos, golpeados, baleados, con hambre, con frío, con la más terrorífica desesperanza, los abrazamos muy fuerte, con todo nuestro amor y alivio y les damos una señal potente de que para nosotres valen mucho.

Nos ponemos felices y les contamos lo que vamos a estudiar, qué vamos a hacer de lindo ese día.

Conmueve, y mucho, verlos estudiar sin saber si mañana van a estar vivos.

Tenemos fe. Cuando se van, les decimos lo que vamos a hacer mañana. Nos contestan: «Si sigo vivo.»

Hace 20 años que despido a mis estudiantes así. También entro en shock y también quisiera mandar todo a la mierda.

«Nos vemos mañana, te amamos, cuidate.»

Prendemos velas y pedimos a quienes no respiran que los protejan.

Y fundamentalmente, estamos ahí , todos los días, para combatir tanta exclusión con escuela que te abraza para siempre.»