Llegamos a las cincuenta historias en torno a la Escuela de Amor Político Alegría Ahora, con palabras de su fundadora dedicadas a Miguel «Vitín» Baronetto, uno de sus pilares. Gracias por leer.
50. Vitín
Mónica Lungo, jueves 14 de noviembre de 2013.
Vitín para nosotros como organización es un referente en vida, un groso.
Honor sentimos de contar con él siempre.
Y aquí quiero agradecerle todo el tiempo que dedica a quienes lo buscamos.
Vitín me enseñó a moverme en política, a hablar con ministros, con altos jefes penitenciarios, con jueces, con teólogos, con altos teóricos.
Me acercó cara a cara a pensadores y militantes latinoamericanos. Me enseñó a cuidarme. (Que fuerte que es que ex presos y presos exijan que me cuide).
Me enseñó a ordenar las ideas, a tener en cuenta el contexto político, a fundamentar de distintas maneras según el espacio donde estuviera.
A escuchar al adversario.
Me enseñó, junto a otros, a seguir siempre sin importar el dolor o la tragedia.
Me dio seguridad, porque siempre confió en que iba a aprender.
Los que me conocen saben lo emocional que soy y cuánto trabajo me ha llevado ser también racional.
Que él haya confiado en mí, es una responsabilidad inmensa, que disfruto además de sentirme feliz.
Porque no es sólo él, es a todos los que representa.
(Foto en el taller 2 conjuros que teníamos en la cárcel de San Martin y que esta bonita gestión represora cerró).
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77. El amor hace milagros
Aprendió a bañarse en la escuela. En su rancho no hay baño ni agua. Muchas familias se bañan en la escuela. En cada baño no sólo se sacaba mugre, se sacaba dolores.
76. La Negra Mulata
Un nuevo año de historias compartidas en torno a la Escuela de Amor Político más querida comienza con un juramento colectivo, urgente como nunca, en palabras de Mónica Lungo.
