Alegría ahora

42. El amor y una escuela

18-04-2023 / Alegría Ahora, Política y Sociedad
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¿Puede un piano proteger la vida de un niño en la guerra? ¿Puede una escuela proteger con su amor a alguien que vive en el mayor desamparo?


42. El amor y una escuela

Cada martes una historia de Alegría Ahora en palabras de nuestra querida Mónica Lungo. Gracias a quienes puedan leer. 

42. El amor y una escuela

Mónica Lungo, viernes 13 de mayo de 2022.

El amor y una escuela.
Ando un poco silenciosa.
Hay mucho para contar pero es difícil transmitirlo.

Es que nunca vi tanta violencia y desigualdad.
Y sé muy bien que toda la Humanidad está limada.
Pero en los barrios pobres, de extrema pobreza, arde todo.
Cada persona que vive la desigualdad tiene un fuego adentro que duele.

Por eso estamos llorando mucho en la escuela.
Y vamos conociendo qué nos pasa y colectivamente nos apoyamos y compartimos los dolores.
Se hacen un poco mas soportables.
Como el de una estudiante, que es mamá de 5 niñes y tiene 32 años.

Hoy habló de su infancia. A los 9 años, armaba la droga, los vagallos de cocaína para que su papá vendiera.
Cuando había allanamiento, la envagallaban a ella, metiéndole en el corpiño los paquetes.
Nadie la revisaba.
Tenia 10 años y era la mula de su papá.

Quizás por eso, aunque su pareja la golpee, la apuñale, le queme la casa y pierda todo,
no puede ver que la lastima, que nunca la va a proteger ni cuidar.

¿Qué registro tiene de amor y cuidados?

Su papá, cuando era un niño, también fue mula de una persona que debía cuidarlo.
Seguramente por eso repitió con su hija lo mismo que aprendió, vivió, sufrió.

Cuando escribe sobre sí misma empieza a llorar:
“Yo quiero que me valoren… Yo sirvo como persona…”

Nos contó llorando que le mostró el cuaderno orgullosa a su papá:
“Yo estudio, no me rasco…» «¿Y sabés qué? Ni me lo miró…”

“Vos sabés que te amamos, ¿no?»

“Si lo sé, por eso vengo.”

Y lloramos juntas.

El más chico del grupo, un niño que ya termina el primario y es casi analfabeto, hace unos meses llevó un arma a su escuela.
No tiene una pelota pero sí un arma.

Quizás por eso está enamorado del piano.
Sube y lo toca, lo mira… Lo siente.

Ayer se buscó un video de youtube de un tutorial de clase de piano. Me conmovió hasta las lagrimas.
No pude sentarme con él, había una urgencia…
¿Pero hay algo más urgente que un niño en la extrema desigualdad que está enamorado de un piano y quiera aprender a tocarlo?

“Te juro que si venís te vamos a conseguir alguien para que te enseñe, pero cuidate, por favor cuidate.”

Todos los días esta en riesgo.
¿Puede un piano proteger la vida de un niño en la guerra?

¿Puede una escuela proteger con su amor a alguien que vive en el mayor desamparo?
Hay días que sentimos que nada sirve, que la derrota es absoluta.

Y hay muchos días que confiamos en que sí, en que el amor y una escuela pueden transformar tu destino.
Porque hay gente que nos abraza para que estemos ahí, donde todo arde.

Por eso queremos agradecerles y contarles que estamos resistiendo, manteniendo el fuego sagrado del amor por la Humanidad.
Donde todo duele y también donde todo es más brillante.