Alegría Ahora

37. Isabel

14-03-2023 / Alegría Ahora, Política y Sociedad
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El espacio semanal dedicado a las historias de amor político hoy rescata un texto de nuestra querida Mónica Lungo, publicado en plena pandemia, donde cada día fue mucho más difícil.


37. Isabel

Volver a dimensionar la actividad que lleva adelante Alegría Ahora desde hace más de dos décadas. Un gesto mínimo de admiración y respeto desplegado en lecturas que transforman.

37. Isabel

Mónica Lungo, martes 3 de noviembre de 2020.

«Quiero que mis hijos estudien para que no mueran…»
(Isabel, la mama de la ladrona de lapiceras)

Desde el comienzo de la pandemia continuamos viendo cada día como una oportunidad. Conocemos el horror, las injusticias que muches creen que existen en series o películas. Sabemos de batallar en el mar de la desigualdad. También sabíamos que iba a ser muy muy duro.

Acompañar a toda nuestra comunidad educativa yendo a sus casas desde hace casi 8 meses, nos ha exigido un compromiso extraordinario, porque estamos en una situación extraordinaria: una pandemia.

Y aún hoy, con tantas muertes y dolores que ha provocado, algunes siguen creyendo que la crueldad es una buena emoción para soñar una sociedad mejor. Porque antes de tomar decisiones políticas, soñamos el mundo que queremos.

Quienes queman nuestro bosque nativo, sueñan con barrios privados, con rutas de asfalto y mucho cemento que les lleve con comodidad. Son sueños. Después ejecutan cómo lograrlo.

Nosotres también soñamos. Y mucho. Soñamos juntes a les estudiantes, porque soñamos lo que se necesita. Parecía casi imposible poder acompañar con alimentos, remedios, traslados a les 45 estudiantes y sus familias en un momento tan difícil. Y pudimos reinventar la escuela.

Nuestros sueños son los más bonitos, porque son sueños de amor político, de protección, de salud, de calorcito, de comidita rica y nutritiva. De educación.

Los soñamos con fe y alegría. Y el milagro político sucede y gracias a ustedes seguimos abrazando en los lugares más oscuros del mundo…

Isabel es la mamá de la ladrona de lapiceras. Nos conocimos porque habían linchado a su hijo José Luis y la escuela llegó a su casa para ponernos a su disposición. «Quiero que mis hijos estudien para que no mueran» fue lo primero que me dijo, mirándome con sus ojos de fuego.

Ella y sus dos hijes son estudiantes de nuestra escuela. Isabel es una de las mujeres más fuertes que conozco. Es brillante, lúcida y recién se está alfabetizando. “Vos nos amás en serio, seño.”

¿Se puede amar de mentira?

Se puede mentir. Lo más hermoso del amor es que es libertad pura, existe por sí mismo, no se puede forzar. Amamos a fuego a toda esa familia.

Son días tremendamente difíciles para todes. También para cada une que hacemos Alegrí Ahora. Ya vamos muchos meses de tocar junto a cada estudiante el dolor extremo. Y también de experimentar la más hermosa Humanidad. Las chispas más potentes de amor por le otre.

Muchas veces me siento una boluda. Muchas veces me pregunto si no es otra ilusión, otro engaño ser humanista. Y como cada vez que dudo, hay une estudiante que me recuerda que esos sueños de amor político le mejoraron la vida para siempre.

“Seño yo te espero con mi corazón, no me importa lo que traés, yo necesito reírme con vos.”

Por estas chispas la escuela mantiene prendida la Fe en la Humanidad.

Gracias a cada corazón que también confía.