En escena

Yo estaba en casa y esperaba que llegara la lluvia

2-05-2017 / Agenda, En Escena, Reseñas, Teatro
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La obra de Jean-Luc Lagarce dirigida por Soledad González continúa en cartel todos los domingos de mayo a las 20.30 horas en Medida x Medida. Compartimos una reseña.


Yo estaba en casa y esperaba que llegara la lluvia

Por Alejandra Migliore.

«Yo estaba en casa y esperaba que llegara la lluvia, una obra de Jean-Luc Lagarce», dice la dulce voz de Lucía Pihen y así echa a rodar un carretel que perseguiremos hasta el final. Todos esperamos la lluvia con cada una de esas mujeres, todos necesitamos que llueva, pero fundamentalmente necesitamos aprender a esperar. Más próxima a Alicia persiguiendo al conejo blanco que a Ariadna revelando la salida del laberinto, la obra nos urge a ir hacia afuera en un viaje interior: no es cuestión de entender, sino de imaginar.

Se trata de un texto clásico, de una belleza literaria innegable y sin embargo no radica ahí su mayor encanto, sino más bien en aquello que sigilosamente va horadando lo real. El tema: cinco mujeres desesperan esperando al hermano menor, al único hombre aludido en un universo ginocrático que sin embargo se ordena en torno a él, a esa falta. Es una recreación de la parábola del hijo pródigo, un tema revisitado infinitamente por el teatro y la literatura.

Lo femenino y las relaciones familiares aparecen en un primer plano, pero la obra es además un ensayo sobre la imaginación. En escena están esas, aquellas, La Más Vieja, La Madre, La Mayor, La Segunda y La Más Joven. ¿Y los hombres? Todos ellos se condensan en una sola ausencia, la del hijo, el hermano, el nieto. Es un lugar vacante, un vacío que exige ser llenado por la fantasía. ¿Cómo será su regreso? Cada una de las mujeres fantaseará ese retorno a su modo, deseante de cosas nobles, cariado por detalles imbéciles, sediento de componentes épicos. Lo real nunca coincide con la fantasía, parece querer decirnos Lagarce. 

Esa operación de desplazamiento que una y otra vez reinicia cada una, el anhelo de “volver al siempre”, de volver al origen es en verdad el hilo desandado. Por eso en cada fantasía se recrea un héroe, es sabido que no hay mito sin héroe, ni origen sin mito. Es el tiempo perdido lo que se busca, es el sentido lo que se espera desesperadamente; pero en ese hiato entre lo imaginado y lo real que inaugura el retorno efectivo del ausente, surge la posibilidad de un sentido construido. Entonces la espera abandona su lugar pasivo para ser expectativa. La espera expecta y con ello actúa, motoriza; en ese movimiento aparece algo que no existía. “Las desesperadas idiotas, esperándolo” configuran la posibilidad de una subjetividad otra, a partir de una operación meramente imaginativa.

“Un cadáver con el cual no se puede contar” puede devenir entonces en la oportunidad de contar de nuevo, de construir una narración diferente. Se trata de un juego de la negación de lo dado para afirmar lo posible.

Ellas son pronombres, funciones anteriores al nombre, su existencia se inscribe en una posición relativa. Ellas orbitan, no son más que referencias topográficas, espaciales, pero cuánto lugar ocupa su presencia, cuánto hieren sus voces ecualizadas en todas las frecuencias, cómo perforan sus palabras nuestras membranas. Ellas son Lucía Pihen, Liliana Angelini, Carolina Aguerrido, Caita Barberán y Valentina Calvimonte, cinco actrices excepcionales ante la mirada sutil de Soledad González; cinco mujeres acompasadas por la percepción de Franco Muñoz, quien construye la atmósfera, el bosque, la aridez y la inundación. Él es sus ojos y sus oídos; ahora, ellas tienen la palabra.

Agendá: 

«Yo estaba en casa y esperaba que llegara la lluvia.»

Domingos de mayo – 20.30 horas. 

Medida x Medida – Montevideo 870.

Entrada: $150 – Estudiantes y jubilados: $120. 

Ficha

Actrices:

Lucía Pihen es La Más Vieja.

Liliana Angelini es La Madre.

Carolina Aguerrido es La Mayor.

Caita Barberán es La Segunda.

Valentina Calvimonte es La Más Joven.

Dirección de actrices: Soledad González.

Diseño de sonido e iluminación: Franco Muñoz.

Diseño de escenografía y vestuario: Lilian Mendizábal.

Fotos: Sol Avila Vázquez.

Diseño gráfico: Florencia de Lorenzi.

Dirección general: Liliana Angelini.