Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Hay tantas formas de disfrutar lo que se viene haciendo en nuestro medio. Cada una con un grado de participación de tu parte.
Te puede gustar la música y vivir con la radio prendida, tranquilo. Elegiste una emisora o dos y escuchás lo que te pasan, todo el día. Tu música es casi la de esas pocas estaciones, que reproducen lo que llega de más o menos lejos. Estupendo.
Te puede gustar un poco más la música. Ya tenés cuatro o cinco emisoras seteadas en algún reproductor. Podés incluso esperar un programa determinado. Sabés que te van a pasar la música que más te gusta. Alguna amistad te cuenta de otro programa, que terminás incorporando.
Te puede gustar un poco más la música. Entre la música que suena en tus radios o en tus bares o espacios de diversión, tenés alguna formación preferida y venís comprándote los discos. Más aún, estás atento a las novedades: disco nuevo, presentaciones, cambió el baterista, esas cosas.
Te puede gustar un poco más la música. Empezás a aburrirte de la música que suena en tus radios y empezás a pasear por las músicas de tus amigos. Intercambiás discos (tratá de devolverlos, porque pasa que no los devolvés y tu amigo podría dejarte para siempre un buzo, una bufanda, pero los discos no devueltos duelen, ¿no?). Empezás a navegar por páginas de música, por directorios, foros de descarga, blogs de melómanos, jardines de gente.
Te puede gustar un poco más la música. Ya necesitás escucharla en vivo. Las radios y los carteles de las avenidas te cuentan que viene tu banda favorita. Como va a llenar el recinto donde se presente, te compraste rápido la entrada y contás los días con una sonrisa de media luna.
Te puede gustar un poco más la música. De casualidad o no, te encontraste con una música de tu ciudad que te gustó. Mirá vos. ¿Son geniales no? Hay propuestas que te empiezan a mover el dial. Te encontrás de repente en un pasillo de la disquería que no tenías registrado, buscando cosas de gente que hace música en tu lugar.
Te puede gustar un poco más la música. Tanto que te sentís orgulloso de lo que pasa en Córdoba y un par de meses bastan para que tu espacio en internet se colme de música local. Empezás a compartir canciones, videos de recitales, noticias.
Te puede gustar un poco más la música. Tanto que ya escuchaste varias propuestas locales y tenés tus predilecciones. Y tus predilecciones te llevan a conocer el esfuerzo que a veces supone hacer música. Y ya te pareció todo tan lindo que si pudieras ayudarías a que esto siga para siempre.
Cuando llegaste a esta forma de vivir la música, las noticias locales te alegran los días.
Hay un dúo de cantantes formidables: Ornela Lanzillotto y Mariela Carrera. Se llaman La Viajerita. Las conocimos por su primer disco, «Música callejera», que nos enamoró. Interpretaciones hermosísimas de música de Latinoamérica.
Miralas en vivo en San Pablo, Brasil:
Una vez las entrevistamos. Nos hicimos amigos más rápido que en dos patadas, porque cuando te gusta tanto la música y entrevistás a gente con talento que encima viene haciendo cosas con tanta generosidad, la amistad es como pedirle peras a la peral.
Ahora, la noticia: está por salir el segundo disco. Se llama «Mundo Barrio». Ya está a la venta. Entre los invitados, como para sacar la cuenta, aparecen Jenny Náger y Raly Barrionuevo.
Escuchá un adelanto:
Si las escuchaste, seguro te comprarías «Mundo Barrio». Bueno, ya lo podés comprar entrando acá, para conseguirlo apenas salga. ¿Cómo? ¿Por qué comprarlo antes de que salga? Porque ayuda a financiarlo. Porque es una producción que no tiene la plata resuelta como para que, de golpe, te enteres de su difusión como te enterás del nuevo disco de un artista que invade las radios, esas que escuchabas cuando te gustaba un poco la música y que seguro seguís escuchando y está fantástico que lo sigas haciendo.
Pero fijate que, comprando este nuevo disco, de algún modo confirmás que llegaste a un grado de disfrute de la música que hace que compres, de antemano, un disco de artistas de Córdoba, que primero te va a gustar al punto de querer ir a la presentación en vivo, y luego, cuando vayas a la presentación, te va a hacer notar, tal vez, que la música plasmada en una producción independiente genera algo más que simple placer, algo que no se sabe muy bien cómo definir, pero que te encuentra aplaudiendo con más ganas que nunca.
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