Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
En 1981 aparece «MonTresvideo». La primera canción, «Agua», dice:
…Agua roja que me brota de las venas rotas,
sangre que me falta.
Agua que se vuelve blanca
y que te desnuda todas las mañanas.
Agua que bebe un arroyo
temprano de pájaros y lavanderas…
Así inicia Fernando Cabrera. Pasaron más de 10 discos. Los años convirtieron sus canciones en figuritas de un álbum que multiplica las calles de Montevideo en tantos hermanos a cada lado del Río de la Plata.
En todo este tiempo, Cabrera se ha dedicado a componer canciones hermosas. Muchas nos han llegado por la inspiración de artistas que afortunadamente podemos disfrutar, por lo menos, una o dos veces al año.
Pero este jueves 5 de julio la felicidad es otra: esas canciones conocidas, y también las otras, tantas otras, igualmente bellas, saldrán de la guitarra y de la garganta de su autor, en una presentación a la medida de los cantautores que hemos sabido coleccionar: una silla, un atril y dos micrófonos.
La cita, imperdible, es en la Sala de las Américas. Las entradas anticipadas a $73, se pueden conseguir en Edén.