» Es lo que hay, el jazz de la taberna redaccion 351

Por Ricardo Cortés | cultura@redaccion351.com

Fotos: Ricardo Cortés

Con una década y algo más, el grupo “Es lo que hay” tiene una fórmula que nunca cansa: tres entradas de jazz y una banda invitada, todos los jueves en el mismo lugar y a la misma hora.

El pasado 1 de agosto no fue la excepción, ante un Belle Epoque repleto tuvo lugar un viaje por diversos estilos musicales, que van desde el jazz y el funk hasta el rock.

Si bien la banda perdió algo del sonido típico del combo de jazz con la partida de Martín Dellavedova (saxofonista de la banda por 8 años), la incorporación de Mauricio Tavella en su lugar (guitarra) le sumó versatilidad. Así, los temas y los climas comienzan en algún standard de jazz y pueden pasar y llegar a cualquier estilo.

También es notable la habilidad de la banda para generar “nuevos standards”. Por ejemplo, cuando se dice “ahora viene un tema de Charly”, no se sabe si será un tema de Charlie Parker o de Charly García… todo puede suceder en esta Jam Session.

Otro ejemplo claro es la hermosa versión de “Luna de Miel” de Virus a modo de clásico del jazz, con el justo toque de improvisación, como corresponde a una banda de este tipo.

Una y otra vez, “Es lo que hay” demuestra que “jazz” no es un estilo encasillado con rasgos particulares, sino más bien una forma de “poner la cabeza”. Mucho tiene que ver la historia de sus integrantes, ya que la tradición de tocar a la misma altura del público para generar una comunión tiene el antecedente de dos bandas en las cuales tocara Raulo Pandolfi, tecladista de Es lo que hay. Estas bandas fueron “Los particulares” y “La 43/69”, que si bien tenían una impronta más funk que jazzera practicaban similares climas de interacción entre los músicos y el público.

Desde los teclados, Pandolfi es el responsable de crear climas que rozan el funk, el rock o el jazz. Desde allí, la banda puede pasar de tocar un tema de “The doors”, hacer un tributo o una balada a Frank Zappa, o tocar un clásico a modo de trío a lo “Bill Evans”.

Párrafo aparte merece el bajista de la banda, Sebastián Teves, conocido por ser también figura sobresaliente en el trío “Sur Oculto”. Sebastián es el termómetro de la banda, y un showman con todas las letras. El virtuosismo desplegado desde su bajo es simplemente un instrumento para lograr el tan ansiado groove, que una y otra vez genera momentos hipnóticos cada jueves. Hablar de Teves no es ninguna novedad, sin embargo hay que destacar su entrega en cada uno de los shows, como si este fuera el primero o el último.

El socio perfecto para esta tarea encarnada por Sebastián es Luis Barzola, baterista de la banda, quien es capaz de tocar con igual soltura un tema de bossa nova, un standard de jazz o un clima que roce el acid jazz. Puede parecer exageración, pero no lo es, los climas de algunos temas parecen comenzar como canciones típicas de jazz, incluso a lo John Scofield, y llegar a un clima de rock experimental a lo “Mars volta”. Si el lector duda, puede comprobarlo cualquier jueves en este rito que ya es un clásico y se desarrolla en Belle Epoque.

Por último, la jam session en sí, ese instante único e irrepetible de cada jueves donde circulan músicos invitados, es el momento de éxtasis de la noche, donde la improvisación y el juego musical tienen su lugar privilegiado para que el público sienta esa ansiada sensación, la de libertad.