Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Dos noches. Cuatro pianistas de los mejores del país, del mundo, del universo, no importa. Son enormes. Dos entradas: cuatrocientos pesos. No importa cómo será el acuerdo. Sí importa, pero no en este párrafo. Entonces: cuatrocientos pesos. Si la calculadora científica no falla, son cien por pianista. Dedicarse a la música en este país, a esta música en este país. Sigan ustedes.
¿Qué música sería? Un par de tres ejemplos:
Ernesto Jodos
Eduardo Elia
Náger Tolosa – «El Silbador»
No tendría mucho sentido la lectura de esta misma línea sin haber visto y escuchado los tres ejemplos. Suponiendo que sí tuviera sentido, la cosa podría fluir entre bostezos por reseñas de formación, discografía y andanzas de cada jinete cósmico. Aburre a veces leer que Fulano estudió piano en Marte, Mengano armonía en Saturno, Perengano composición en Neptuno y Zutano improvisación en Plutón, y luego que cada quien tripuló naves de fibra y compartió pastelitos dulces y bariones, con toditos sus quarks, allá por donde Leopoldo Jacinto Luke Skywalker perdió los botines.
Sería pues atinado hablar de repertorios programados. Que qué van a hacer, que si habrá momentos solos para después cruzarse, que si ya está cepillado el pompón del conejo y lustrada la galera, que si Miguel Puch ya regó los malvones de la cabina, que cómo sería eso de «articulación entre músicas posiblemente opuestas”, o eso de “torcer la trayectoria propuesta por el otro”, o qué vendría a querer decir “tejidos de incertidumbre”.
Y no… Tampoco.
Seguir enumerando despropósitos en torno a la junta de Jodos y Elia el viernes, y Náger y Tolosa el sábado, sería tan divertido como inútil. Porque la verdad, ¿qué datos se estarían necesitando?
Ojalá que quien necesite información, «data», se conforme con esto: Son ocho manos peludas, cuatro yuntas de cabeza y corazón en plan de aurora boreal, ciento setenta y seis teclas repartidas mitad y mitad en dos armatostes de madera y metal que suelen llamarse pianos, afinados nivel quarks, y algunas combinaciones posibles de sonidos que vienen con nombre y apellido: Gloria Misma. Apellido raro, sí. Quienes la conocen le dicen así, «la Gloria». Nada que ver con Alta Córdoba. O sí, pero se trataría de otra altura. Ahí por Bella Vista, donde en pocas semanas se acabarán los conejos y las galeras, después de siete años largos de magia.
Bueno, no. No fue sólo magia.
Agendá:
Doble Dúo de Pianos.
Viernes 30 de noviembre – 22 horas: Ernesto Jodos y Eduardo Elia.
Sábado 1 de diciembre – 22 horas: Juan Carlos Tolosa y Germán Náger.
Cocina de Culturas – Julio A. Roca 491.
Entradas anticipadas: $180 – En puerta: $200.