» Damián Torres Quinteto tributa a Piazzolla redaccion 351

Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com

Hace más o menos un año, digamos, lo que dura un Claursura y un Apertura, el Damián Torres Quinteto jugó un partido de rock en Cocina de Culturas, cabeceando la obra de uno de los goleadores del metal universal: Ástor Piazzolla.

Fue una aplanadora con momentos de altísima sensibilidad, un despliegue constante de gestos delicados y temerarios, a lo gangster que llega a su casa y antes de acribillar al matón de turno que lo espera detrás del sofá, le pone leche en la compoterita al gato, riega el potus y le acaricia las hojas.

Como algunas cosas buenas de la vida suelen tener el decoro de volver para compensar retornos menos auspiciosos, una de las músicas más parecidas al Huracán del ’73 y al Barcelona de Guardiola volverá este viernes desde un Quinteto que gracias a quien corresponda, continúa sin cambios en su formación. Seguro tendrá que ver con el director técnico, o «entrenador». «¡Vamo’ muchacho’! ¡Para sonar como Piazzolla, Agri, Kicho Díaz, López Ruiz y Amicarelli hay que esstrenar como loco!» les dirá, o tal vez ya no. A esta altura del campeonato, lo’ muchacho’ se esstrenan solo’. Bueno, un poco y un poco.

Lo’ muchacho’ son Damián Torres en bandoneón esstrenador, Christian Esquivel en contrabajo, Jorge Martínez en piano, Dante Ascaíno en guitarra y Leandro Liuzzi en violín. En presentaciones por distintas canchas, vienen dignificando la magia del viejo Quinteto.

Esta vez, el repertorio tendrá la forma de un súper clásico insólito, sin adversarios ni arqueros en cada extremo de la cancha. Más bien un solo arco, sin red, de frente a las mesas, para fusilarnos a goles. ¡Guarda con las botellas!

En el primer tiempo, (o quizás en el segundo, no se sabe y no se quiere averiguar) sonarán las obras de «Adiós Nonino», disco editado en 1969, diez años después del nacimiento de su título, cuando algún prodigio reservado a seres extraordinarios le dictó esa enormidad, casi de corrido, en menos de una hora.

¿Es posible escribir sobre «Adiós Nonino» sin googlear alguna cosa? Sí. Sólo que la tentación por encontrar curiosidades es más fuerte. Algunas cuestiones. «Adiós Nonino», así, entre comillas y con acento, arroja 147 mil resultados. Parecería poco. La variante mal escrita «Adios Nonino» (sin acento) arroja 425 mil. Después de la página 17, aparece esta leyenda: «Para que veas los resultados más relevantes, omitimos ciertas entradas muy similares a las 170 que ya te mostramos. Si lo deseas, puedes repetir la búsqueda e incluir los resultados omitidos.»

Incluyamos pues los resultados omitidos, y nos metamos en lo hondo. Resulta que en la página 38 aparece un video que no llega a 180 reproducciones. Poco y nada. ¿Quiénes aparecen? Los muchachos de Escalandrum haciendo «Adiós Nonino» con… ¡Marty Friedman! ex guitarrista de Megadeth (el violero de los mejores discos para decirlo rápido). Confirmado. ¡Piazzolla es uno de los padres del metal!

Escalandrum y Marty Friedman – «Adiós Nonino»

Sería harto improbable encontrar cosas así desde los métodos habituales de búsqueda. Con hacer la prueba de ingresar «Adiós Nonino» en YouTube bastaría para comprobar que, de algunas de las interpretaciones más reproducidas, mejor huir despavoridos.

Antes del segundo tiempo del concierto de este viernes, una búsqueda en papel sobre Nonino, para compartir el recuerdo de su hijo, compilado por Natalio Gorín en un libro de 1990. Aquí las páginas seleccionadas, que aparecen torcidas por falta de paciencia.

5 pesos en un canje. En fin…

En el registro de 1969, que comienza con una versión sublime de su obra predilecta en el piano de Dante Amicarelli, Piazzolla soltó jugadas magistrales como «Michelángelo 70», «Otoño Porteño», «Coral», «Tangata», «Fugata», «Soledad» y «Final».

¡Y todo esto sonará el viernes! ¡Y todavía falta el segundo tiempo!

O el primero, como decidan lo’ muchacho’. Antes o después de «Adiós Nonino», sonará la Serie del Ángel, con sus partes «Introducción», «Muerte» (publicadas, según la página 213 de las Memorias, en 1962), «Milonga» y «Resurreción» (de 1965).

Un antecedente aparece en 1957 con el «Tango del Ángel». Un poco más atrás, cosas de locos. «Neotango» por ejemplo, de Leopoldo Federico. Gente adelantada. Pasaron 60 años… ¡Están todos vivos!

Mientras tanto, en algún rincón de la ciudad, suenan los últimos ensayos.

Damián Torres Quinteto – ¡Lo’ Muchacho’ esstrenando!

Después de las «Estaciones Porteñas» dando vueltas por tantas presentaciones, de «Abriendo Cancha» para mostrar gambetas propias y de la «Suite Troileana», este viernes, otro saludo temerario y elegante al gato con bandoneón.