Imperdible

Cuartoelemento en vivo

19-03-2016 / Agenda, Reseñas
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Este sábado 19 de marzo a las 22 horas, el cuarteto se sube al escenario de Cocina de Culturas para desparramar emociones, junto a Mery Murúa como invitada. En la apertura, el AP Trío. Invitación vehemente.


Cuartoelemento en vivo

Por | redaccion351@gmail.com

Es el último fin de semana del verano. Será un argumento precario para quienes viven los días como réplicas de la misma necesidad, a veces realmente desesperante, otras perfectamente postergable.

Miren ustedes, representantes de los días como réplicas de necesidades perfectamente postergables, qué posibilidad de construir un buen recuerdo trae este recital. Mírense a ustedes mismos, dentro de un par años, evocando:

«¿Te acordás el sábado ese que nos dimos cuenta de que era el último fin de semana del verano, cosa que nunca nos había importado nada, y se nos ocurrió hacer algo distinto, y averiguamos un poquito qué había para hacer y caímos al bar ese que está en la Julio A. Roca a ver un recital? ¿Cómo se llamaban los que tocaron? ¿Cuartoelemento no? ¡Qué animales! ¿Y te acordás que lo llevamos al Negro Claudio, que andaba sin laburo con un bajón tremendo y le alegramos un poco el fin de semana?»

Es una posibilidad. Otra, por supuesto, es la de siempre en miles: ir a comer a casa de los padres, suegros, hermanos, amigos. Ir al Shopping, al cine, a un casorio tal vez, o cosa parecida. Por ahí llegarse a la Feria de las Artesanías, o al Festival del Choripán o mejor ir al teatro.

O no ir a ningún lado y quedarse bien en casa porque no hay un mango, porque la guita que sobraba después de la compra del mes y de todos los demás gastos, y que alcanzaba para salir, ahora ya no alcanza y algunas necesidades postergables, más temprano que tarde, irán cambiando de color, destiñendo para el lado de lo desesperante.

Lo de quedarse en casa presupone, claro, que hay una casa donde quedarse, y esa posibilidad, de concretarse, anula cualquiera de las tantas otras, que implicarán un billete más grande, a excepción, verbigracia, de los comegratis crónicos, esos talentosos de la economía que salen y vuelven con la misma cantidad de papelitos en la billetera, o directamente no la llevaron y como siempre: «Uh, me olvidé la billetera.»

Cuando la necesidad ya no necesita anteojos para ver de lejos, cuando los cálculos precisan cada vez menos renglones y la posibilidad de ir a disfrutar de cuatro animales de la música se convierte mansamente en una de las primeras variables de ajuste, comienza una película más repetida que la de los domingos a la tarde en la tele: «Las andanzas del Capitán Menos.» Sinopsis: ¿Cuánto cuesta salir? – Apa – No se sale – No hay plata – No se puede – No vamos – Que vayan los que todavía pueden – Serán menos – Menos entradas cortadas – Menos mesas ocupadas – Menos pedidos a la cocina – Menos mozos necesarios – Menos ingresos para repartir entre los músicos – Menos fechas para tocar – Menos sonrisas para todos – Menos.

¿Puede pasar? Corrección: ¿Puede volver a pasar? Pareciera que sí, con detalles laterales que han trascendido en los últimos días, para sumarle porotos al Capitán Menos. Ejemplo: las últimas boletas de luz que recibieron muchos espacios culturales de todos el país.

Alguien se preguntará, a esta altura, adónde fue a parar una nota que, se suponía, sólo tenía que difundir la noticia de un recital imperdible. Es que muchos de los que ocuparán las mesas de Cocina de Culturas, este sábado 19 de marzo de 2016, pasadas las 10 de la noche, no necesitan leer nada. Saben de los grandes músicos reunidos en Cuartoelemento y no tendrán alternativa que les desvíe el rumbo de semejante encuentro con el placer.

¿Pero por qué no pensar que habrá una persona, una sola, que no sepa de Cuartoelemento y en medio de sus cálculos para llegar a fin de mes, diciéndose a sí mismo, y dándole a entender a su familia, «vamos que falta una semanita y cobramos», de repente se encuentra con un escrito que le dice:

Locura, no sé, mirá, es una mierda todo, sí, ¿pero sabés qué? Andá con quien puedas a ver a estos tipos. A lo mejor te podés achicar con algún otro gasto, a lo mejor venías comprando giladas y capaz que las conseguís más barato en otro lado. Te tiro un dato. Es totalmente cierto: hay un chocolate riquísimo. Así con leche, dulce, uno de esos que los que saben de chocolates te dicen que no es chocolate y a vos, que te encanta ése no-chocolate, te importa un carajo. Muy bien, la tableta grande salía 30 mangos. No me vas a decir que no te dan ganas a veces de mandarte un chocolate rico… Bueno, te repito: 30 mangos salía la tableta el mes pasado. La semana pasada, la misma tableta, en el mismo súper de siempre: 55 mangos. ¡55 mangos! ¡La misma! ¡Hijos de puta! Bueno, el otro día andaba por la Humberto Primo y entré a uno de esos súper que hay en la San Martín, frente al Mercado, a comprar aceite, que me había quedado sin. Qué hermoso eso: «me había quedado sin…» Digo, hermosa forma de decir, pero que no te pase. Cuestión que ahí mismo, en el súper frente al Mercado, pasé por donde están las golosinas y adiviná: encontré el mismo chocolate, la misma tableta grandota. ¿Cuánto salía? ¡26 mangos! ¿Podés creer? Entonces me puse a ver otros precios y no entendí más nada. Ahí mismo, donde la tableta de chocolate salía 30 mangos menos que en el súper de siempre, el frasco de Dolca: ¡75 mangos! Y en el súper de siempre: 55. No había cartel de oferta ni nada. Así estaban los precios. Te juro. Parezco Lita de Lázzari, que dios la tenga en la gloria y la entretenga haciendo mandados.

Entonces, podés salir a ver precios, que es lo más aburrido del universo; podés ponerte una vez más la misma ropa, viste que ahora hace frío y chivás menos. Ahorrás jabón. Te estoy hablando a vos que tenés «otra ropa». Calculá los que no tienen «otra ropa». Se está haciendo cuesta arriba esta nota. Pero pará, pensemos: de repente aparecieron un par de Evitas y te fuiste a ver a cuatro tipos que mirá lo que hacen para ganarse el mango:

Cuartoelemento – «Juan Panadero»

 

¿Viste? Son, en música, el Súper Héroe que aparece cuando te ganó el «malondón». Cuando el Capitán Menos te inmoviliza con películas, te ponés «Alquimia», o cualquiera de los otros tres discos. Y capaz que a lo mejor, te ponés a pensar que tus futuros recuerdos no pueden ser una variable de ajuste. Que el cálculo de dónde está más barato el kilo de zanahoria no le puede ganar a belleza ir a escuchar a tantos músicos que viven de tocar sus obras en vivo, porque hace ya varios años que no pueden vivir de sus discos, que nadie compra porque están disponibles, gratis, en internet.

A lo mejor, también, ya te enteraste de que viene Paul McCartney a Córdoba. Más de uno como vos, ante semejante noticia, habrá dicho: «No me lo pierdo ni loco». Y por supuesto. Lógico. Toda una vida viendo al más grande en una pantalla y ahora lo podés tener ahí, en frente, cantándote, básicamente, tu vida. ¿Viste cuánto va a costar la entrada? De algún lado va a salir esa guita para ir al recital. Muy bien, estos tipos de Cuartoelemento, Rubén «Mono» Izarrualde, Néstor Gómez, Matías González  y Horacio López, tienen unos años menos que McCartney, millones de fans menos, pero el mismo rocanrol y décadas de música en las espaldas, en las piernas, en las manos, en la cejas. ¿Qué música hacen? Toda la música. La tienen atada con un nudo que no se aprende en los Boy Scouts. ¿Bueno pero qué género más o menos? De nuevo: Te despeinan esa cabeza de catálogo que tenés al segundo compás. Algo te va a pasar: lo que escuches te va a sonar cercano, pero después me contás a qué lugares te llevaron con una flauta, una guitarra, un bajo y un set de percusión.

Cuartoelemento – «Recuerdos de ayer»

 

Y si podés, si todavía no necesitás ir por los almacenes comparando precios, seguro tenés alguna amistad que mejorar, alguien que no ves desde hace un tiempo pero recordás que la última vez que hablaste, te contó que andaba medio para atrás. Es un llamadito que podés hacer: «Che, ¿qué tenés que hacer esta noche? ¿Vamos a un recital? Yo te invito.

Otra alternativa, seguro la mejor: te cruzás con alguien que no conocés. Leíste bien sí: alguien con la suficiente cantidad de evidencia andante como para dejarte pensando en necesidades impostergables, esas que vos no tenés y la vida misma quiera que nunca las tengas, y lo invitás a cenar y a ver un recital. ¿Te imaginás? Capaz que tenés mil conciertos encima y te caés al concierto mil uno de tu vida con alguien, más o menos de tu misma edad, que disfrutará, por primera vez, desde una mesa a pocos metros del escenario, música de locos hermosos en vivo.

En fin, puede pasar toda la tarde y seguirán apareciendo argumentos dignos para convencerte:

Que la gran Mery Murúa cantará un par de canciones como invitada.

Que el AP Trío, otra formación de tremendos músicos, abrirá la noche.

Que con hacer un poco de silencio y dejarse llevar, todo será un hermoso momento, un gran futuro recuerdo, cueste lo que cueste llegar a fin de mes.

Agendá:

Cuartoelemento en vivo.

Sábado 19 de marzo – 22 horas. 

Cocina de Culturas – Av. Julio A. Roca 491.

Entrada: $120. Jubilados y estudiantes: $100.