Por Pablo Arietti | redaccion351@gmail.com
Foto: Maru Aparicio.
Cuando tenés una banda atrás, tus méritos suelen brillar y tus costados mejorables resguardarse un tanto, acaso porque hay mucho por ver y escuchar, detalles luminosos, amables, solidarios o en última instancia compensatorios de posibles flaquezas.
Tu banda, que es más o menos tuya porque vas al frente con tus canciones, que te encargaste de escribir y te encargás de cantar, podrá sonar bárbaro.
Podrás sacar un disco estupendo, y ese disco podrá ser recién el primero. Cada canción podrá sonar como un mensaje: así pueden sonar las canciones de un primer disco. Con más o menos recursos, es posible lograr niveles admirables de detalle en cada arreglo, en cada distorsión, en cada pliegue de la voz.
Podrás publicar, con tu banda, algo así:
Fly Fly Caroline
Fantástico. Genial. Bárbaro en serio. De lo mejor editado en los últimos tiempos.
Esta forma de contar sobre el primer disco de Fly Fly Caroline, como posibilidad concretada (con presentación a sala llena y todo lo que pueda tener de estupendo un largo proceso) en la previa de un recital acústico de Caro Merlo, parece llegar tarde o temprano a una rotonda inevitable con un cartel de «Ahora bien» grande como la rotonda misma.
Pues bien, sí. Viene la rotonda.
Ahora bien: otra cosa es tomar una guitarra acústica y hacer tus canciones así, al natural, en un bar. Sin horas y más horas de perillas, sin distorsión, sin la sagrada bola instrumental de un bandón de rock.
Las canciones en estado puro. Un micro, una línea, una silla. Este viernes, Caro Merlo en vivo con su guitarra, acaso también con sus teclas, cantando al natural… ¡Como en el disco!
Fly Fly Caroline – «Las Ruinas»
Quienes alguna vez la escuchamos así, como en esa visita al programa «Nuestra música» de Pau Candi -que ojalá vuelva, en la radio que sea-, o por ejemplo en Decantacanción -ese ciclo de cantautores logrado por Rodrigo Carazo– sabremos que la rotonda es un juego innecesario. O en todo caso, habrá que dar la vuelta completa y seguir por la misma dirección por donde se venía, para no perderse una presentación de Caro.
¿Bueno pero por qué? Segunda vuelta completa: porque tiene una voz y una forma de cantar que te dejan mirando de reojo -como ella misma en la foto de Maru Aparicio- a quien tenga la bondad de compartir tu mesa, en un claro gesto de «¿Qué decías vos de que la banda compensaba qué cosa?»
Fly Fly Caroline – «La Soledad»
Cada canción tendrá sus los coros voladizos, sus «Fly Fly Caroline» y cruces con su hermano Gabriel, percusionista, y sus hermanas Victoria, fagotista, y Valentina, cantante lírica. ¿Habrá sonado un poco de música en la infancia de la casa Merlo?
En la previa de nochebuena, una de nuestras artistas más queridas en vivo, como regalo de navidad. De paso: seguro habrá discos para comprar. Ni dudarlo.
Agendá:
Caro Merlo en vivo – «Acústico con hermanos».
Viernes 23 de diciembre – 21.30 horas.
Soy Tabasco – Sarachaga 896.
Entrada libre.
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