Con permiso

Después de tanto frío

14-07-2024 / Con Permiso, Lecturas
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Pasa una mamá con un carrito tapado de colchas de polar y adentro un pibe envuelto en mantas que capaz le tejió la abuela o heredó de su hermano, o de un primo. Lo abriga la historia, pienso cuando lo miro.


Después de tanto frío

Por Luciano Debanne.

En la vereda una vieja saca el agua acumulada en el toldo con un palo de escoba, y el agua cae como una cascada, como un baldazo. Se le nota el fastidio.

Una cana escucha la radio en el bar con el teléfono enchufado y los auriculares puestos, y su uniforme, y las sillas de caño y un café con leche humeante. Quizás acaba de dejar a los chicos en la escuela y busca un cacho de confort antes de enfrentar la jornada, quizás piensa en el laburo de mierda que hace, quizás hubiera preferido ser maestra o vendedora de ropa, pero le tocó ser cana.

Pasa una mamá con un carrito tapado de colchas de polar y adentro un pibe envuelto en mantas que capaz le tejió la abuela o heredó de su hermano, o de un primo. Lo abriga la historia, pienso cuando lo miro.

En el banco ya hay cola. La gente habla entre sí, miles de conversaciones distintas: la plata como tópico común. Y bueno, es un banco.

La calle está húmeda de la helada de estos días y sobre la humedad acumulada un perro mea un tacho de basura.

Dice la radio que ayer el ministro sonó menos creíble en la entrevista, que se lo notaba preocupado, que ya no sonríe tanto.

Dice también que al presidente una vecina lo cagó a puteadas en no sé qué móvil por otro asunto.

Estuvo frío estos días, nieve, heladas; ahora parece que salió el sol y como que se va descongelando la cosa de a poco, después de tanto frío.

Vaya uno a saber. Está tan impredecible el clima.