Con permiso

Como un nido

7-07-2024 / Con Permiso, Lecturas
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Una ramita entremedio de la otra, a veces más arriba, a veces más abajo, a veces superficial, a veces tan hondo. Su fragilidad indestructible, su estructura sin planos, su aprendizaje de tiempo. Su cobijo.


Como un nido

Por Luciano Debanne.

Hacer las cosas como construyendo un nido.

Los guisos, las compras en la verdulería, los quehaceres domésticos y las tareas de la escuela, las esquelas para pegar en la heladera, las cosas del trabajo, el arreglo de la maceta en el pequeño jardín.

Como quien suma una cosita enganchada con otra, y la teje sin hilos, ni mayor unión que la disposición de una a la par de la otra, con la incertidumbre de lo precario, sin más causa que un porvenir.

Anidar los días, los cielos azules y los nublados, las fotos en el río, los mates compartidos, la flor rara del invierno, las veredas y sus esquinas, las ruedas de las bicicletas que se persiguen y no se alcanzan, los tickets de espectáculos rencontrados en un bolsillo del pantalón.

Una ramita entremedio de la otra, a veces más arriba, a veces más abajo, a veces superficial, a veces tan hondo. Apoyándose. Armándose. Uniéndose en una sola cosa un poco redonda. Con sus tallos blandos y sus espinas, con su magia de pequeño calor.

Hacer las cosas como un nido.

Su fragilidad indestructible, su estructura sin planos, su aprendizaje de tiempo, su manera de aferrarse contra toda destrucción. Su cobijo.

Anidar en lo que hacemos, juntando apenas, entre vuelo y vuelo, guarida en la tormenta, albergue cuando el sol.