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Santiago Vázquez en Córdoba

11-06-2014 / Agenda, Entrevistas
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Uno de los músicos más interesantes de la escena nacional llega a nuestra ciudad para presentarse en Cocina de Culturas, El Vecindario y Studio Theater. Antes de un fin de semana agitado, recorrimos su último disco, por cierto imperdible, en una entrevista tema por tema.


Santiago Vázquez en Córdoba

Por | redaccion351@gmail.com

Foto: Silvio Serber.

Si el nombre de un músico aparecido en cualquier charla de bar se vincula al nacimiento de formaciones como La Bomba de Tiempo y Puente Celeste, la mañana mejora. El café no se enfría, las medialunas ganan crocancia y las bufandas de los que pasan allá afuera nos levantan los flecos. Hola bufandas.

Si el mismo nombre parece resumir un cruce de colonias multitudinarias de hormigas -por ejemplo de negras culonas y de coloradas malas, de esas que pican-, como explicación a la constante inquietud, el diálogo se demora hacia el mediodía y el mozo podrá acercarse a preguntar por la discografía.

Si de tamaña picazón nacieron proyectos como La Grande y el Colectivo Eterofónico, un Manual de Ritmo y Percusión con Señas, y discos solistas como «Santiago Vázquez«, para dar nombre a una música intransferible, todo seguirá variando y las servilletas de papel, acaso uno de los frutos más innobles del diseño industrial, por inservibles, porque no absorben, no limpian, no servilletan como se supone que deberían hacerlo, se volverán pequeñas glorias de algodón.

Después de mejorarnos las charlas de bar y las horas de entrecasa, Santiago Vázquez, uno de los músicos más merecedores de apodos tipo «Poli», «Ampli» o cualquier expresión que amontone destrezas y amistades, amansa las colonias sacándolas a pasear. Este fin de semana llega a Córdoba para tocar y cantar en todos lados y para todos los gustos.

Antes de su inminente ir y venir por los escenarios locales, donde por un lado compartirá su música en formato solista y por otro junto a los talentosos Va como piña, un ida y vuelta con Santiago, a partir de su último gran trabajo, nos deja felices.

«Si no viste», ¡Miralo!

 

«Santiago Vázquez». Un puñado de canciones como hallazgos admirables. Sin comillas, Santiago Vázquez. La búsqueda incansable.

El orden de los temas rige el de las preguntas y respuestas. En el final, los datos para ir a su encuentro.

¿Cómo te llevás con las comparaciones? Algo de “Cuerpo de la luz” me llevó a Dave Matthews. Pero hay unos arreglos de cuerdas estupendos. ¿Cómo surgió ese tema?

Es difícil hablar de algo sin remitirse a las cosas que nos recuerdan. Eso no me molesta, aunque hay que saber que esas referencias muchas veces son el reflejo del mundo musical del que escucha, más que del que artista a quien nos referimos. Conocí hace muy poco a Dave Matthews. Me encantó, aunque sólo ví un video. Por otro lado, «Cuerpo de la luz» es una de las primeras canciones que compuse con una guitarra, hace más de 20 años. Nunca la había grabado y hace poco le encontré el riff de guitarra que ahora guía el groove del tema. El arreglo de cuerdas del puente instrumental es una variación de lo que ya hace la guitarra en su arreglo original. Es una arreglo heterofónico, lo que no es tan usual en la escritura para cuerdas.

Cada quien de los que escuchamos “A mi lado” tenemos una historia para completar lo que propone la letra. Si no es mucha intromisión, ¿a quién le habla el autor?

Me gustan las canciones en las que uno conecta con sus propias historias, que proponen imágenes, como una geometría emocional que es orgánica, porque parte de emociones reales, pero que no define el por qué. Eso queda para completar por el que lo escucha.

La guitarra de “Si no viste” va al frente en la instrumentación pero deja disfrutar los ecos de la percusión y hay un piano que abre el juego a las cuerdas y a una voz que se parece al otoño mismo. ¿Qué te pasó cuando escuchaste el resultado final de esta canción?

Me gusta el resultado. El proceso de demos, grabación, mezcla y mastering es tan largo y gradual, que debo haber escuchado esta canción más de mil veces a medida que fue avanzando. Y aún tiene emoción para mí. La toma de la voz es del primer demo que hice. Luego la grabé varias veces, mejorando las tomas, pero finalmente la voz del demo tenía la intención pura de la canción, y es la que quedó.

Si el disco terminara en “Tu color”, ya tendríamos un EP de los mejores editados en mucho tiempo. Siempre resulta interesante el orden que un músico le da a sus temas. ¿Por dónde pasó el criterio?

También el orden de temas lleva su tiempo. En este disco dejé algunos temas que requieren una escucha más dedicada para la segunda mitad.

Si pongo “Rozenblat” en Google, me sale una mezcla de inmobiliaria con abogados. La letra habla de un pleito perdido y de un sueño. ¡Confiese Vázquez! ¡Quién es ese Rozenblat!

¡Realmente no lo sé! Así salió la canción. Muchas veces pensé en limar esa arista un poco extraña, pero finalmente decidí dejarlo. Por otro lado hay tantos nombres en canciones, pero los apellidos judíos pareciera que por alguna razón de estilo no pueden ir. Bueno, para mí, sí pueden.

“Boca colorada” no termina nunca. Cada vez que la escuchamos, aparece algo nuevo. Una capa sobre otra. Nos recuerda un escritor mexicano que decía que había que publicar para dejar de corregir.¿Cuánto tiempo demandó grabar un tema con ese nivel de exploración?

Sí, es verdad que es un tema con muchas capas. La verdad es que no tuve que corregir mucho. Está más o menos como lo imaginé antes de grabarlo. Sí regrabé las voces, y finalmente las que me gustaron fueron grabadas en una habitación de hotel en un viaje a Galicia. Casi todo lo que está sale en realidad de la versión de guitarra sola, sólo que instrumentándolo. Imaginar y plasmar paisajes sonoros es un enorme placer, y es un juego en el que podría pasarme la vida.

Cuando  avanza “Ella”, más a menos a los dos minutos, comienzan a resonar ecos de algo que pareciera acompañar a la protagonista de la canción en su irse del mundo buscando amor. Es una mirada posible como disparador a la pregunta por tu modo de relacionar la letra con las elecciones de instrumentación.

En ese tema en particular, esos ecos son una pintura de la letra. Son un bloque de djembes como si estuvieran lejísimo, o como un tren que pasa. El tema es de piano bajo y batería, y orquesta de cuerdas. Y los djembes (lo afro) en ese contexto funcionan como un cliché de otro mundo posible. Más que una búsqueda, representan una huida.

Los vaivenes de “Último Baile Infinito” nos hacen sobrevolar el Río de la Plata y preguntar, por ejemplo, dónde vive Leo Masliah para tocarle la puerta y que bendiga la melodía. No hay pregunta esta vez. Sólo decir que “Hoy te ha escuchado el mundo entero; hoy has dicho tu último adiós, toda mi vida en un tintero, esperando a ser escrita, y que en tu piel se derramó…”, es una belleza. Nuestras modestas felicitaciones. Comentarios a gusto.

Muchas gracias. Esta canción surgió después de un sueño muy triste. Un sueño de despedida. Muchas imágenes de mis canciones surgen en los sueños.

«Obediencia” nos deja pensando que una canción puede rebotar en la memoria de tantos años de música y casi no caer nunca. Sin querer queriendo, la instrumentación visita períodos y vivencias solapadas. No podemos dejar de pensar en la presentación en vivo de todo esto. ¿Cómo se resuelve tanta complejidad?

Disfruto mucho de ubicarme en lugares desde donde se escuchan diferentes músicas y sonidos al mismo tiempo, y medito en la interrelación de todos esos sonidos. La complejidad es también parte de nuestra existencia y para domesticarla me gusta entregarme a ella. En vivo, los elementos están sintetizados, pero ahí están. Es un tema difícil de tocar, pero cuando sale es muy gratificante. Hay algo de esa complejidad que para mí es una continuación de la letra de la canción.

Por último, el piano de “Los antiguos marineros” es una invitación a cerrar los ojos para acomodarse en alguna butaca de nuestro cine favorito y que la película sea un continuo pasar de títulos que cuenten la propia vida. Se te escucha la respiración previa al canto; la guitarra a lo “Cementerio Club”; los familiares que lloran o miran desde el cielo; el coro de chicos; el rumor de las olas; los peces, pájaros, margaritas, barcos, fuegos artificiales, galaxias; un palito en la tierra brotado en tres hojitas. Y esos golpes retumbados. La canción es para cada uno de nosotros, y el cosmos que brilla… Gracias Santiago.

¡Esa es una referencia que me alegra! ¡Le pedí a Facundo Rodríguez, el ingeniero de mezcla, que esas guitarras recordaran en su sonido a las de Cementerio Club! Es un homenaje a tantos padres y abuelos. Los biológicos, y también los que nos conforman en nuestro ser emocional o en nuestras ideas. Para mí Luis Spinetta es como un padre musical y emocional, aunque casi no lo conocí personalmente y mi música sea muy distinta. Este tema surgió en un sueño poco después de su partida. La canción también tiene algo de las canciones antiguas españolas, y de la música de mbira, que es música que se hace para comunicarse con los espíritus de los ancestros.

Agendá:

Santiago Vázquez en Córdoba. 

Viernes 13 de junio – 22 horas – Cocina de Culturas (Julio A. Roca 491). Presentación como solista de su nuevo disco. Entrada: $60.

Sábado 14 de junio – 14 horas – El Vecindario (Marcelo T. de Alvear 835). Work Shop de percusión desde la improvisación con señas. 

Sábado 14 de junio – 21 horas – Studio Theater (Rosario de Santa Fé 272). Presentación junto a la formación Va como Piña. Banda de Apertura: Nenes Bian – Entrada: $40. 

 

Sitio web: http://www.santiagovazquez.com/

 Facebook: Santiago Vazquez oficial

 El nuevo disco «Santiago Vazquez» está en iTunes

 Santiago en Twitter @santiagoentwitt