Por Ana Cielo Sciascia | asciascia@redaccion351.com

Por Ana Cielo Sciasca | asciascia@redaccion351.com

Foto: Felicitas García Gatica

El monstruito de la percusión de Córdoba continúa en una conexión mítica con la música. Nada está resuelto. Es un momento de retos y crecimientos. Un joven grande en humildad.

Pablo González tiene 25 años, nació en La Rioja y creció artísticamente en Córdoba. Es baterista de Sur Oculto, participó en el circuito del jazz de Córdoba y en diferentes clínicas. Este año viajó a Buenos Aires con Francisco Fattoruso, donde tuvo la oportunidad de conocer a Javier Lozano y a Guillermo Vadalá, quienes también lo convocaron a tocar.

Desde México nos escribe y cuenta cómo surgió la oportunidad de tocar con los Illya Kuryaki and the Valderramas. Habla de Sur Oculto y de los referentes de la música con quienes hoy toca.

En este video, el DVD «Venganza» de Pablo González

Año emocionante y movido con Sur Oculto. Francisco Fattoruso, Javier Lozano, Guillermo Vadalá, y ahora también con los Illya Kuryaki and the Valderramas. ¿Cómo surgió esta oportunidad?

Es un año emocionante y lleno de felicidad. Pasaron cosas increíbles. Desde el principio, grabar con Sur Oculto, luego el programa REFA (Rock Emergente Federal Argentino) en los estudios MCL de Buenos Aires (sale este mes por Canal Encuentro). Este fue el puntapié inicial de una cadena de hechos que fueron  sueños cumplidos para mi carrera y para mi vida. Después, todo siguió sin parar.

Pablo en «El eterno regreso al caos» de Sur Oculto

Un día me llega un mail del bajista uruguayo Francisco Fattoruso. Había visto un video de Sur Oculto en Youtube, en Atlanta, y quería probarme para ver si tocábamos juntos porque se estaba volviendo a instalar en Uruguay. Después de una cadena de mails e información que nos enviamos, decidió  que fuera el baterista de su banda. ¡No lo podía creer! Así fue que empecé a tocar seguido en Buenos Aires.

La primera fecha de Francisco en Buenos Aires fue una alegría tremenda. Conocí un montón de músicos. Estaban Machi Rufino y su hijo Juan Pablo, Matías Méndez, otro “monstuo” del bajo, quién me convocó a grabar para su nuevo disco. Matías a su vez estaba tocando con el maestro Javier Lozano. Justo tenían unas fechas en Bolivia y el baterista no podía ir, así que me recomendó y ahí fuimos a tocar. El reemplazo de Matías era… ¡Guillermo Vadalá! Cuando Javier me lo nombró casi me muero. La pasamos muy bien, son recuerdos que voy a guardar para toda mi vida.

Pablo con Francisco Fattoruso Group

Después, Guillermo Vadalá tenía una fecha en Santa Fe y Jota Morelli no podía ir, así que me convocó para tocar con él.

Fue todo increíble. Lo viví con mucha intensidad porque realmente son personas que siempre admiré muchísimo. Y estar tocando con ellos es un sueño.

Más tarde, me llega un mail de Rafael Arcaute, a través de Francisco Fattoruso, que decía que estaban necesitando un baterista de reemplazo para IKV durante el mes de noviembre porque Sergio Verdinelli  tenía agendada unas fechas en Nueva York. ¡Y acá estoy, respondiendo desde México! 

¿Cómo fue el primer encuentro en los ensayos con Dante Spinetta, Emmanuel Horvilleur y la banda?

¡Fue muy lindo! Nos juntamos a tocar un día en la sala de Emmanuel para ver cómo nos llevábamos musicalmente. Yo estaba nervioso. Por suerte salió todo bien. Ahí me pasaron los temas y ensayamos tres veces más en Buenos Aires para estos shows.

¿Cómo estuvo el show de anoche en México?

Anoche tocamos en la fiesta de  los 10 años de Rolling Stone México. Y estaba Molotov. Tocamos  «Mother Fucker», un tema del disco nuevo donde ellos están invitados . También estaba Cristian Castro, que subió en «Remisero». ¡Fue increíble!  Y por todo esto en un año. Es muy fuerte… ¡Me lo voy a tatuar! Ja ja.

¿Cuáles son los temas que más disfrutás?

Me gustan mucho todos los temas, es una banda que me gusta muchísimo desde chico. Siempre los escuchaba, por ende disfruto todos los temas. Pero hay algunos que tocamos y pienso»¡No puede ser!» Tocamos «Coolo», «Chaco», «Jugo», «Jennifer del estero», «Abarajame». ¡Me muero!

¿Cuál es el desafío musical para vos como baterista en esta oportunidad?

Mantener la energía para que todo marche para adelante, con mucha fuerza. Tocamos con pistas también, y hay que estar muy ajustado con la máquina y recordar todos los detalles.

Contanos las próximas presentaciones donde acompañarás a IKV.

Tenemos tres fechas en el DF y Guadalajara, en el «Festival Maquinaria». Va a tocar Calle 13 y Deftones el mismo día. Y después en Chile, dos más.

Durante estos años acompañaste a Gabriela Beltramino Jazz Sextet, Gabriel Juncos y estuviste en diferentes clínicas. ¿Cómo estuvo esa experiencia en Córdoba?

Los músicos con los que tuve la suerte de tocar en Córdoba son culpables de que pueda estar rindiendo bien con todos estos proyectos. Me enseñaron todo. Yo llegué desde La Rioja con muy poca experiencia de trabajo en bandas. ¡Hay varios que me tiraron las orejas acá y eso fue muy productivo! En «La Docta» el nivel y la movida es tremenda. Doy gracias a la vida haber podido crecer artísticamente en esta ciudad.

¿Quién cuidará a tu perro Jimmy cuando salgas de gira? Jajaja ¡Alegría compartida! ¡Éxitos Pablo!

¡Jimmy está en muy buenas manos! Vive en La Rioja y lo está cuidando mi hermana, que es loca por los animales… Hace un tiempo fui a verlo y ni me saludó, como diciendo:  “Ya no me hacés falta” jajaja. Gracias a ustedes por la buena onda. ¡Aguante Redacción 351!