Encuentro imperdible

Di Pietro – Herrero – Rossi. «Conversaciones»

2-10-2015 / Agenda, Entrevistas
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Este sábado 3 de octubre a las 22 horas en Cocina de Culturas, tres grandes artistas juntos en el escenario. Después de la presentación de «Adstratos», el pianista cordobés Guillermo Di Pietro vuelve al espacio de la Avenida Julio A. Roca, esta vez junto a la gran Liliana Herreo y su notable guitarrista Pedro Rossi. Compartimos dos charlas previas.


Di Pietro – Herrero – Rossi. «Conversaciones»

Por | redaccion351@gmail.com

Le dejo la introducción de estas entrevistas a usted, querida lectora, querido lector. Imagine  dos o tres líneas que intenten precisar la emoción de escuchar a dos grandes artistas como Liliana Herrero y Guillermo Di Pietro en el teléfono, contando de la alegría de un nuevo encuentro sobre el escenario, después de haberse abrazado en un estudio de grabación, con un tema de Charly García como pretexto luminoso.

Vamos con las dos charlas, en el orden en que se dieron. El dato de lo que va a sonar este sábado en Cocina de Culturas se construye desde sus propias voces, unidas por el propósito de partir, con algún plan de grandes canciones iniciales, hacia la espontaneidad, la sorpresa y la emoción.

Liliana Herrero

-Tenemos una nueva oportunidad para escucharte. ¿Cómo estás Liliana?

-Estoy muy contenta. Me parece que va a ser un lindísimo concierto con esta idea de la conversación, de preparar algo y al mismo tiempo dejar cosas libradas a la impronta del vivo. Hay algunos temas que vamos a hacer. He grabado “No soy un extraño” de Charly en este disco maravilloso de Guillermo. También vamos a hacer “Romería” de Renato Teixeira; después algún tema del Cuchi… Y también algo entre Guillermo y Pedro Rossi, con quien voy a ir.

-Y los tres juntos en el escenario

-Seguro. Nunca me gustó la idea del “telonero”. Eso de que primero toca uno y después el otro… No. Me gusta que estemos los tres en el escenario y pensemos ahí mismo qué podemos hacer sobre la base de lo que por supuesto ya tenemos preparado.

-Estuve recorriendo tu actividad reciente. Además de lo que pasó con La Música Interior, septiembre fue muy intenso.

-Fue un mes de mucho trabajo sí. Fue un año complejo en relación a la salud de Horacio (González). Durante los primeros meses suspendí muchas cosas, absolutamente convencida de que era lo que tenía y quería hacer. Incluso tenía pensado grabar a principio de año. Cuando Horacio empezó a ponerse mucho mejor, de hecho está mucho mejor -está trabajando-, retomé algunas cosas que había dejado de lado y se me amontonaron un poco en estos últimos meses. Pero pude hacerlas con mayor tranquilidad. Aquella grabación que tenía pensada para marzo, abril, la voy a comenzar el 16 de noviembre. No me preguntes qué porque todavía no tengo terminada la idea. Pero lo vamos a hacer.

-Y muchas invitaciones en estos últimos días.

-Muchas sí. Invitaciones a grabar, a conciertos, porque después de que salen los discos terminás yendo a la presentación correspondiente para cantar el tema que hiciste. Todas esas cosas que son hermosas y a veces tengo que tratar de decir un poco que no porque no me da el cuero ni el tiempo para hacer todo.

-Inolvidable lo que pasó con La Música Interior. 130 músicos de todas las edades y regiones, haciendo música en todo el país.

La Música Interior fue uno de los proyectos más adorados y amados. Estoy enormemente feliz de que lo hayamos concretado con Juan Falú. Creo que fue un acontecimiento histórico y único.

-De  Córdoba participaron músicos como Enrique Roitter como anfitrión aquí en la ciudad; Juan Iñaki en Tierra del Fuego; Paola Bernal y Pichi Pereyra en Neuquén; Mario Díaz en La Pampa; Diego Marioni, Romina López, Pablo Jaurena y Jorge Martínez en Santa Fé; Mauro Ciavattini en Salta y Vivi Pozzebón en Misiones. Justamente ahora hay cuatro músicos cordobeses que hicieron una peña hermosa, “Palabración de la Tierra”, y esta semana tocan en el Centro Cultural Kirchner, en el ciclo Música de provincias.

-¡Sí! ¡Los vi anoche (martes 30 de septiembre) en un concierto, en el que fui invitada a cantar. Estaban entre el público. Estuvimos conversando un rato y quedamos que nos vamos a encontrar este fin de semana en Córdoba. De hecho con Paola (Bernal) me voy a ver porque voy a cantar con Vivi Pozzebón el tema que grabé en su disco.

-La «Chacarera para un loco.»

-Exacto. Ahí vamos a estar. Me gustó que ya que tengo que ir el sábado a Cocina de Culturas, adelantar el viaje un día y poder estar con Vivi para compartir ese tema.

Vivi me contó cómo se conocieron, y de unas fechas que se hicieron en el Viejo Mercado, en un momento especial que estabas atravesando, y terminaste bailando “Madre Baile”.

-¡Exactamente! ¡Sí! (Risas) Me lo enseñó ahí sobre el escenario, cómo bailarlo, porque no sé hacer esos bailes, ni ese ni ninguno creo. Fue muy gracioso y muy divertida esa noche en el Viejo Mercado.

-Hay, entre tantísimas cosas emocionantes que compartiste con Mercedes Sosa, una grabación que, como suele decirse, “toca el absoluto”. Hablo de la “Zamba del Arriveño”. Leí hace poco algo que pasó en el Cabildo. Un regalo que te hizo Fabián Matus. Me gustaría que me cuentes cómo viviste ese encuentro.

-Fue muy conmovedor para mí. Yo estaba en una especie de salón hermoso que tiene el Cabildo, preparado como una especie de camarín. Fabián me había escrito un mensajito, “voy a ir a llevarte un regalo.” Yo pensé que era el último disco que sacaron de Mercedes. De repente aparece con un algo envuelto en papel de regalo. Yo pensé “esto es muy grande como para ser un disco”. Cuando lo abrí era una cajita azul preciosa, como de terciopelo, de esas antiguas como las que guardan una joya. Abrí la caja y me encontré con un collar magnífico. Le dije: “Por dios Fabián, ¿Qué es esto?”. Y me dijo que estaba regalando algunas cosas de Mercedes a las mujeres que la amaron. Yo me puse a llorar. Me emocioné mucho. Me pareció un gesto maravilloso de parte de Fabián. Y me pasó una cosa extrañísima. Me acordé de una vez que canté con ella en el Rosedal de Palermo. Había, no sé, ochenta mil personas. Me acuerdo mucho de esa noche. Incluso estábamos con Horacio, estaba Diego Tatián, un amigo querido de Córdoba. Creo Mercedes tenía puesto el collar que me regaló Fabián. Me conmovió mucho ese regalo. Yo tenía otro collarcito, me lo saqué y me puse el de Mercedes. Pensé, casi religiosamente, “Esto me va a proteger siempre…”

-Claro…

-Me acuerdo de ese recital. Antes de salir le dije: “Ay Mercedes, me dijeron que hay como ochenta mil personas, me muero de miedo…” Y me respondió: “¿Cómo vas a tener miedo? Estoy yo.” Era como decirme: “Yo te voy a proteger.” Mercedes nunca te iba a dejar a pata arriba de un escenario. Al contrario. Yo aprendí mucho de eso. Soy muy protectora y acogedora con las personas con las que comparto el escenario ¿sabés?

-Se nota y mucho.

-Me parece que es importante. No sólo porque la música es una conversación sino porque estoy atenta a aquello que se propone o a cualquier cosa que pueda pasar, para salir a acompañar inmediatamente, o al revés. Hay muchos músicos que son así, muy cuidadosos… Y es algo que aprendí de ella. Mercedes está siempre muy presente.

-¿Te enteraste de que hay un colegio secundario de acá de las sierras que por votación de los profesores y alumnos se va a llamar “Luis Alberto Spinetta”?

-No sabía. Mirá vos qué increíble. Me alegra muchísimo por la memoria de Luis, por los chicos mismos.

-La argumentación del nombre que presentaron al Ministerio de Educación dice: “Se valora la riqueza y complejidad instrumental, lírica y poética de sus obras.”

-Genial. Si esa es la argumentación, mayor celebración aún. Si hay algo que Luis nunca concedió fue mostrar siempre que la música es compleja y que con esa complejidad se puede emocionar a la gente. Lo contrario al mercado.

-En los últimos tiempos grabaste “No Soy un extraño” con Guillermo; “Declaración” con Martín Goffi; “Pope” con Lucho Guedes; la “Chacarera para un loco” con Vivi Pozzebón; “El fondo del mar” con Omar Giammarco y Arthur de Faria… Te deben llover invitaciones todo el tiempo.

-Sí. Y tal vez sea este el momento de decir un poco que no, ¿no?

-No no… ¡Por mí decí siempre que sí! Jaja.

-A veces no puedo; a veces no me da el cuero, a veces estoy cansada… Estoy aprendiendo a decir un poco que no, pero se me parte el corazón cuando digo que no. El tema es que cuando grabás, después viene la presentación, y a veces puedo y a veces no. Me pasa con el hermoso disco de Lucho Guedes, que lo presenta ahora en el CCK y lamentablemente no podré estar. Y no está bueno. Si estás en un disco, es interesante que vayas. Por otro lado estoy tratando de concentrarme en mi disco.

-Los músicos para esta nueva grabación son los que te vienen acompañando?

-Sí. No voy a hacer invitaciones en este caso. La producción es colectiva con el quinteto que integramos Pedro Rossi, Ariel Naón, Martín Pantyrer, Mario Gusso y yo. La idea es que sea un disco muy acústico. Lo voy a grabar en Ion, que es un estudio histórico.

-Qué buena noticia. ¡Vamos a estar esperando! Otra noticia que llegó tiene que ver con Horacio y la restitución de la Biblioteca Nacional al viejo edificio de la calle México.

-Es una gran noticia cultural para el país. Restituir la Biblioteca al edificio donde estuvieron Borges y Groussac es una extraordinaria noticia. Horacio se puso muy contento. Supongo que en lo que queda del año ajustarán las formas en las que se enmarcará la Biblioteca allí. Están los viejos paneles en donde se ponían los libros, una verdadera joya arquitectónica y una memoria fundamental para la Argentina.

-Más allá de la gratitud que siempre recibiste en tus presentaciones en Córdoba, y más allá de esa noche en Cosquín que no se nos borra de la memoria por el homenaje a Eduardo Falú pero también por el papelón de la organización, ¿qué otras cosas te vinculan a esta tierra?

-Amigos… Muchos amigos… Muchos buenos momentos. Comilonas, conversaciones, caminatas, casas… Eso para mí es un estímulo extraordinario y enorme.  Muchos amigos queridos… Empezando por la familia Tatián, por el “Pochín” Garbino, por Martín Rena, Marcos Rostagno, Marcos Crapa, Victoria de Genaro, Santiago Lena, Raly… Por nombrar algunos. Qué se yo, un montón de amigos, algunos más activos, otros más nuevos que cuando pueden también pasan por mi casa y se quedan y nos acompañan a Horacio y a mí. La verdad que es muy hermoso ese mundo, y muy importante. Es vital y de una enorme solidaridad. Cuando ha habido momentos difíciles en relación a la salud de Horacio estuvieron todos presentes, los que te nombré y más también.

-La última. Leí algo que publicaste hace unas semanas, después de un ensayo con el Ensamble Chancho a Cuerda. Algo así como que todo lo que tenían planeado para ese día se modificó. “Inventaron nuevas sonoridades.” Y pusiste en una expresión final: “¡Eso es la música!” De repente se me ocurrió pensar en esa línea de “No soy un extraño” que dice “Los carceleros de la humanidad no me atraparán dos veces con la misma red”. Pensando en tu modo de interpretar, podríamos cambiar felizmente los carceleros por quienes te escuchamos en cada disco y presentación, y para nuestra emoción, no te podemos “atrapar” dos veces con la misma red.

-Esa frase de García me parece memorable. Esa y tantas otras… “Todo se destruye y se construye tan rápidamente que no puedo dejar de sonreír…” Pero bueno, tampoco es que yo hago las cosas pensando en que el público no me atrape dos veces con la misma red. En realidad, yo no quiero ser atrapada por mi propia rutina. Porque eso rápidamente se transforma en un yeite que te resulta, que rinde, la gente aplaude… Por ahí siento que eso es una señal de alarma para mí misma. Porque la música para mí es un precipicio, es andar siempre en los bordes, siempre en el riesgo, ahí está el gozo, y eso no me lo quiero impedir. No quiero que me gane la necesidad del aplauso rápido. “El carcelero”, a veces, es uno mismo. Cuando percibo eso, me pongo a mí misma una señal de alerta…

-¡Gracias Liliana! Un abrazo grande.

-Gracias a vos. Nos estamos viendo.

Liliana Herrero y Pedro Rossi en Cocina de Culturas.

 

Guillermo Di Pietro

-Estuvimos en la presentación de «Adstratos» que hiciste en Cocina de Culturas, con Hugo Fattoruso. ¿Cómo estás viviendo estos momentos previos al concierto junto a Liliana y Pedro?

-Con mucha intensidad. Muy estimulado por el encuentro con Liliana, que de alguna manera prolonga la reunión que tuvimos para la grabación del disco. Pienso que las versiones que yo hago encuentran en su voz un diálogo muy hermoso. Estoy muy expectante por lo que pueda pasar este sábado.

-Me contaba Liliana de la idea de partir de algunas canciones acordadas.

-Exacto. Hay algunas líneas pensadas. Cuando nos veamos en el ensayo se terminará de definir o se resignificará todo. Hay un margen para la espontaneidad. En la presentación que hicimos con Hugo en Buenos Aires, Liliana cantó el tema de Charly y también hicimos “Te abracé en la noche” de Fernando Cabrera.

-¿Hay alguna otra canción en los planes?

-Tenemos pensado hacer “Yo vengo a ofrecer mi corazón” y “Parte del aire” de Fito; “Zampa para la viuda” del Cuchi” y un par más. Es lo que está apuntado, como para arrancar.

-Y después la sorpresa.

-Para nosotros es muy estimulante esa idea. Fuimos armando el concierto desde esa premisa. En la música, el sentido de la improvisación tiene sus cuestiones y los tres estamos acostumbrados a eso. La voz de Liliana nos puede llevar a lugares impensados y vamos a estar expectantes de que eso suceda.

 -Y con el piano de Cocina de Culturas.

-Claro, con ese Steinway que está en perfecto estado. Va a ser un placer.

-¿Cómo vienen tus días después de la presentación de “Adstratos”?

-Me da mucha felicidad todo lo que viene pasando desde que se publicó. La grabación misma fue una gran felicidad, por cómo se dio el proceso y por los artistas enormes que me acompañaron.

-Después de esta presentación, se viene la Noche de los Pianos, un evento histórico.

-Mirá, no sé si hay antecedentes de este tipo de encuentros en Córdoba. Es una idea de Juan Carlos Ingaramo. Él nos convocó y la verdad que es un gusto y un honor poder integrar esa lista de pianistas, junto con Juan Carlos y Mingui Ingaramo, Germán Náger, Juan Carlos Tolosa, Luis Lewin, Juan Cruz Peñaloza y Fernando Rivarola.

Juan Carlos estuvo en la presentación de «Adstratos». ¿Cómo se dio ese encuentro?

-Yo conozco a Juan Carlos y a Mingui de toda la vida, de escucharlos en Los Músicos del Centro, cuando estuvieron con Litto Nebbia. Me encontré por primera vez con Juan Carlos de una manera muy azarosa, en el camarín de Fito Páez, una vez que vino a Córdoba, a tocar al Quality. Yo había sacado el disco con versiones de sus canciones, que le gustaron mucho. Justo en ese momento estaba Juan Carlos y Fito de alguna manera nos presentó.

-Y tal vez por Juan Carlos llegaste a Hugo Fattoruso.

-Claro. Juan Carlos tuvo un gesto maravilloso. Cuando estaba grabando «Adstratos», había un tema de Hugo que no podía conseguir. Le escribí a Juan Carlos para ver si por las dudas me podía dar una mano. A los diez minutos recibí su respuesta y dos minutos después, la del mismo Hugo, para decirme que me mandaba la canción, y diciéndome que estaba para lo que necesite. Así que a partir de Juan Carlos pude conocer a Hugo. Para mí fue una gran alegría.

-¿Cómo va a ser esa noche en el Centro Cultural Córdoba?

-Entiendo que va a haber un piano y cada pianista tendrá su momento para hacer lo que quiera. ¡Hay una cuestión de tiempo porque si no podríamos estar horas! Puede que se dé la posibilidad de hacer algo a dúo. Veremos.

-Pero antes, este sábado con Liliana y Pedro, un encuentro que se tenía que dar en Córdoba.

-Estaba latente desde la grabación. Y llegó el momento.

-¡Gracias Guillermo!

Guillermo Di Pietro y Liliana Herrero. «No soy un extraño».

 

Agendá:

Guillermo Di Pietro – Liliana Herrero – Pedro Rossi. «Conversaciones».

Sábado 3 de octubre – 22 horas.

Cocina de Culturas – Avenida Julio A. Roca 491. 

Entrada Anticipadas: $150 – En Puerta: $170.