Con permiso

La batalla por las palabras

12-11-2023 / Con Permiso, Lecturas
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Nunca cierran su forma del todo, siempre hay quien desea su fuego, su poder, su calor. Si unos las dejan, otros les dan forma. Las aprovechan.


La batalla por las palabras

Por Luciano Debanne.

De la libertad de San Martín a la libertad de Milei hay una derrota en la batalla por las palabras.

Las palabras tienen adentro un corazón de fuego.

Una hoguera que por momentos es una fragua derritiendo todo alrededor. En esos momentos las fronteras de las palabras, sus bordes y sus filos, se vuelven difusas, moldeables.

Como un volcán que se come a sí mismo, y se vomita, y así se inventa. Y transforma el paisaje para siempre.

Ahí es cuando trabaja el herrero, que es el pueblo, la comunidad, la gente, nosotros. Y cada batalla es un golpe de maza, taan, taan, taan, sobre el yunque de la historia, taaan, taaan, taaan, golpe y contragolpe.

Y entonces sucede que en un momento se va enfriando y esa forma se consagra. Como una estatua de hierro, una vez que terminó de fraguar.

Pero sigue adentro su corazón de fuego. Latiendo. Nunca está fría su alma.

Aunque estén ahí desde siempre, cagadas por las palomas en su triste pedestal. Aunque pasemos por debajo dando por sentada su presencia, su moldura, su materialidad.

Las palabras más poderosas -pueblo, patria, justicia, libertad, revolución, familia, amor, odio- tienen un fuego grande, muy grande, como un dragón.

Y entonces siempre están en disputa, nunca cierran su forma del todo, siempre hay quien desea su fuego, su poder, su calor. Si unos las dejan, otros les dan forma. Las aprovechan.

Hemos descuidado el fuego de algunas palabras, cómodos en sus viejos significados, perezosos a la hora de machacar.

Y ahora hay quienes trabajan sobre ellas, moldeándolas.

Hay que evitar que cerquen el acceso.

Y si el cerco ya está hecho, cruzarlo, aunque sean cordilleras enormes, cruzarlo e ir con la maza a la fragua; y darle, darle, y darle: taaan, taaan, taaan.