Por Luciano Debanne.
Gente que se pasa la vida esperando que llueva, en vez de hacer llover.
¿Pero cómo? dicen.
Y señalan los terrones resquebrajados, las blancas calaveras raspadas por los mediodías desérticos, los mapas satelitales enrojecidos por el calor.
¿Cómo?
Y muestran los libros acomodados en los estantes de las academias, las chimeneas globales, las estadísticas que se encolumnan tras la sequía y le dan la razón.
Y entonces viene alguien y clava su estaca en suelo, baila alrededor de dioses antiguos, aprende de la naturaleza viva, persigue un rastro invisible para quien mira con desgano, estudia los libros secretos que no estaban ordenados según la vieja indicación…
Viene alguien y hace llover. Nace de su voluntad el chaparrón.
¿Y ustedes quienes son?
¿Llueven solo su llanto porque todo está seco o han salido su magia a conjurar la nube, a combatir el sol?