Por Mariano Apaolaza | mapaolaza@redaccion351.com
Fotos: Mariano Apaolaza
Pocas veces vi un estadio así. O mejor dicho nunca. Pasé por la final contra Belgrano por el ascenso, viví la vuelta olímpica contra Sportivo Alagoano por la Conmebol, estuve en ese agónico 1 a 0 contra Vélez en el 2004 con el gol de Osorio. Pero así, nunca.
Acá no se jugaba una copa, ni una final, ni un encuentro clave por el campeonato, mucho menos un partido con las viejas glorias en su máximo esplendor. Acá los festejos iban más allá de todo. El pueblo albiazul se reunió para celebrar sus 99 años.
Casi un siglo de más alegrías que tristezas, más levantadas que tropiezos, más héroes que villanos. Sé que el momento deportivo es el peor de la historia y que el institucional afortunadamente está mejorando día a día, pero esta vez eso no importaba.
Ni los “Graneros”, ni los “Ahumadas”, ni aquellos que quisieron hacerle daño al club estaban presentes. Sólo se acercaron los que quieren a Talleres y alientan todos los fines de semana para sacarlo a flote.
Cuando uno ve esa hinchada, no le alcanzan las palabras para describir el momento. O mejor, le sobran. Infinidad de generaciones aunadas por la pasión del club de sus amores, en complemento de una gran cantidad de “hitos”: Julián, “el Daniel”, “la Wanora”, “el loco”, “la chanchita”, “chocolate”, y no sigo porque se me acaba el espacio.
Un estadio superpoblado, los máximos exponentes de la “T” como espectadores, la emoción a flor de piel y un partido contra Nacional de Uruguay como excusa: “la fiesta está completa”, pensé. Pero faltaba lo mejor. Un pequeño detalle (no tan pequeño, sino justamente lo contrario) para que Talleres deje una marca no sólo a nivel país, sino a nivel mundial.
A las 23.59 horas del jueves 11 de octubre, comenzó la cuenta regresiva para poner la firma como los más grandes. Se hicieron las cero horas y fue impactante. Vi bajar una ola de tela que cubrió la popular Willington y la platea Gasparini. Mis ojos quedaron atónitos. No recuerdo jamás haber tomado tantas fotos mentales como en ese momento.
Pude leer: “Locura que enamora mi ciudad”. Y vaya que era así. Sentí que invadía la locura, una locura sana, festiva. La bandera más grande, para el más grande. Un diseño hecho por “Rody” Soria, pero que cada hincha habrá imaginado como propio.
Y llegaron los 99 años. 12 de octubre de 2012. La pasión reflejada en un deporte. El amor reflejado en un club. La grandeza reflejada en una bandera. Eso es Talleres. “Si Talleres descendió, eso no me importa más, porque yo lo llevo adentro, la pasión no morirá”, entona la estrofa de una canción. Y créanme que el jueves…quedó demostrado.
Sensaciones de los protagonistas
Rodrigo Escribano (Presidente del Fondo de Inversión)
“Me siento feliz de la vida. Tratando de disfrutarlo y que no se termine nunca. Esta demostración de la gente, de lo que es la familia de Talleres, es una cosa de locos. Realmente no tengo palabras para agradecer lo que estoy viviendo en este momento”.
“Esto te llena de orgullo. Supera cualquier expectativa. Todos los que somos hinchas de Talleres estamos viviendo cosas increíbles. Miro hacia los costados y realmente me dan ganas de llorar”.
“Más allá de que se llegue a la normalización del club eso no me llena. Lo único que me va a conformar es cuando ascendamos. Todo este laburo es increíble, te llena de orgullo, pero si no ascendemos no me sentiría conforme”.
Gustavo Lillo (Campeón Copa Conmebol 1999)
“Es una alegría inmensa poder ser partícipe de este acontecimiento, de este cumpleaños de Talleres. La verdad que se lo merece la gente, se lo merece el club. Y ser partícipe creo que es algo muy lindo y es un reconocimiento muy grande que uno como jugador puede tener”.
“La respuesta de la gente siempre estuvo y creo que siempre va a estar. Con esto queda demostrado que Talleres mas allá de la situación por la que está pasando hoy en día, es un equipo grande y lo va a seguir siendo”.
“Es entendible que la gente quiera jugar en otra categoría, pero pienso que estando juntos como estamos hoy, festejando el cumpleaños de Talleres, se puede llegar a conseguir mucho más rápido”.
“Me siento muy agradecido por este reconocimiento, siempre agradecido al hincha. Ellos te reconocen por haber defendido la camiseta. Que el reconocimiento de la gente se dé de esta forma es algo muy lindo y algo muy importante que se queda en el corazón del jugador”.
Así lo vivió Javier Pastore (@Javi_Pastore)
Que telon por dios !!!!! Que grande la T , igual lo mejor de todo es la gente ( increible ) por eso somos grandes twitter.com/Javi_Pastore/s…
— Javier Pastore (@Javi_Pastore) octubre 12, 2012
Les dejo la foto de la cancha ….. Que bien la pase en el kempes . Abrazo a todos y buenas noches . twitter.com/Javi_Pastore/s…
— Javier Pastore (@Javi_Pastore) octubre 12, 2012