Por Ezequiel Gómez Castagno | egomezcastagno@redaccion351.com
Esos pibes merecían llegar a la final. La lotería de los penales no podía dejarlos afuera y darle de comer a los que hablan por hablar. Si Romero no atajaba los penales y los nuestros erraban y quedábamos afuera seguramente no iba a faltar el que diga “Messi no juega como en el Barcelona”, “Messi no la pide”. Por suerte, Romero evitó ese tipo de comentarios de los anti selección. Porque Lionel Messi es un jugador de otra galaxia, lo marcan de a tres, hasta de a cuatro. Pero la “Pulga” encara igual, la pide, junta rivales y con su zurda mágica marca la diferencia.
Qué decir del corazón de este equipo, Javier Mascherano, ¿cuántos pulmones tiene ese pibe? Seguramente deben ser más de dos, seguramente. A eso hay que sumarle dos huevos más grandes que el Maracaná. “Fideo”, que venía marcando diferencia, lo vio de afuera por la lesión, pero Enzo Pérez hizo un gran trabajo e hizo que no se extrañe al jugador surgido en Rosario Central. El “Pocho” y Palacio (¡que gol que te erraste Rodrigo!) se sacrifican por el equipo: volantean, marcan y llegan hasta la raya para terminar la jugada. Y el “Pipa” las corre todas, juega de espaldas y abre espacios para sus compañeros, la única que tuvo en posición de 9 la mandó a guardar contra Suiza. Zabaleta va a chocar contra una pared, se levanta y sigue jugando. Estos jugadores dejaron de lado lo individual y juegan por el equipo.
Se puede estar de acuerdo o no con las decisiones del DT, Alejandro Sabella, pero hay que tener en cuenta que muere con la suya, con sus jugadores, con su estilo de juego. No lo llevó a Tevez (pedido por el 98% del público futbolero) y bancó a los suyos, que eran resistidos, y la apuesta resultó a su favor. Más allá de Mascherano y Messi, los mejores jugadores del equipo en el torneo son los “resistidos” Sergio Romero y Marcos Rojo.
Lo concreto es que la selección está a un paso de la gloria. Y el ancho de espadas es nuestro. Dale Lionel, te lo pide la gente en cada partido: “a Messi lo vas a ver, la copa nos va a traer”. Vamos “Pulga”! Además de alegrar el corazón de 40 millones de argentinos vos te merecés levantar la misma copa que levantó Diego en el 86. Dale, que el domingo queremos teñir las calles de celeste y blanco.
