CINE EN CÓRDOBA

Estreno mensual de cine argentino: Sip’ohi – El Lugar Del Manduré

4-10-2012 / Cultura
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Cinéfilo Bar transmite hoy jueves la película de Sebastián Lingiardi, quien estará presente en la primera reproducción.


Estreno mensual de cine argentino: Sip’ohi – El Lugar Del Manduré

Redacción | cultura@redaccion351.com

Todos los meses, Cinéfilo Bar apuesta a una película nacional. La primera semana de cada mes propone una presentación especial. En general, apuntan a contar con la presencia del director como una suerte de estreno en la sala, ubicada en Bv. San Juan 1020, casi esquina Mariano Moreno. En esta oportunidad será el turno de “Sip’ohi – El Lugar Del Manduré” de Sebastián Lingiardi (2011). La película nacional elegida se proyectará todos los jueves de octubre a las 20.30 dentro del ciclo “Cine Argentino”.

A continuación, compartimos la reseña que Martín Alvarez realizó para Cinéfilo Bar sobre el filme.

Algo en lo que sin duda ocupan mucho tiempo en la Universidad del Cine (FUC) es en ver miles de veces Invasión de Hugo Santiago, película que parece haber influenciado con fuerza a egresados como Manuel Ferrari (Cómo estar muerto/Como estar muerto), Matías Piñeiro (Todos mienten), Alejo Moguillansky (Castro), o Nicolás Grosso (La carrera del animal). Sebastián Lingiardi, otro alumno de la escuela, introdujo con su ópera prima Las pistas – Lanhoyij – Nmitaxanaxac (2010) la innovación de llevar el género ya un poco convencional de “relectura de Invasión” al bastante más ignoto de “policial de traductores”. Retirándose del marco metropolitano que le daba Buenos Aires a la película de Santiago, aunque igualmente seducido por las caminatas sobre veredas y la cartografía de líneas rectas, Lingiardi se instaló en Chaco y trazó en Las pistas un enfrentamiento y carrera de bandos en que wichís, tobas y blancos se cruzan en una trama en torno al idioma, su posesión, transmisión y desciframiento.

Es quizá un avance lógico que luego de estos interrogantes lingüísticos, Lingiardi vuelva a Chaco con una pregunta por la voz de las diversas culturas que lo habitan, tema central en Sip’ohi – El lugar del Manduré, su segunda película. Un fugaz plano inicial nos muestra a un hombre frente a su computadora y luego de esto entramos a un largo plano de dos manos que tratan de obtener fuego mientras alguien en off nos cuenta la leyenda de un tigre especialmente mezquino con dicho elemento. El hombre de la computadora es Gustavo Salvatierra, que algo cansado de la ciudad decide volver a su pueblo natal, Sip’ohi. A medida que esta visita de Salvatierra se desarrolla y la película va siendo tomada por varios relatos míticos de los wichís, Lingiardi logra algo que recuerda a ciertos pasajes del cine de Apichatpong Weerasethakul, esos momentos en que el cine colabora como paisaje suave para que una cultura fundamentalmente oral se presente y discurra en la pantalla.

La película nos permite visitar Sip’ohi, encontrarnos con sus habitantes, ingresar a la naturaleza, pero su verdadero secreto es ponerse al servicio de esas voces que se van sucediendo. Preguntarse por las voces de una cultura ajena es también preguntarse por cómo escucharlas, es decir traducirlas, y Lingiardi encuentra con el cine una herramienta para hacerlo menos imposible. Y así, mientras las leyendas nos envuelven y  contemplamos tranquilamente el río, la película no se exime de hablar de la lucha del pueblo wichí por su reconocimiento. En la fascinante charla que mantienen sobre el asunto también escuchamos que Félix Segundo, un wichí más joven que escucha a Salvatierra con una mezcla de humildad y escepticismo, le lanza una advertencia sobre los blancos: “Vienen, sacan sus cuadernos, sus grabadoras, sus cámaras. Sacan, juntan y se van. Nunca más vuelven. Bueno, algunos vuelven, pero nunca se quedan.”

La cita concreta

Todos los jueves de octubre se proyectará “Sip’ohi – El Lugar Del Manduré” de Sebastián Lingiardi en Cinéfilo Bar, Bv. San Juan 1020 casi esquina Mariano Moreno. A las 20 hs se abren las puertas al público y la película empieza a las 20.30.  El bono contribución es de $7 por función, o se puede optar por un abono por cinco funciones que cuesta $25 e incluye la posibilidad de retirar películas de la incipiente videoteca.