Por Florencia Reartes | freartes@redaccion351.com
Foto: Gentileza de ecoscordoba.com.ar
El sábado por la noche, ante un imponente marco de 10 mil personas Manuel Chao llevó toda su música a las sierras cordobesas. Precedido por Nenes Bian y La Cartelera Ska, que habían comenzado a tocar cuando aún era de día, los primeros con su ñu cuarteto de su disco De Pecho y los segundos con su ska de Brillantina en el aire y algunos de sus clásicos. Alrededor de las 10 de la noche las luces del escenario se encendieron, la gente aplaudió y gritó, pero no era el cantante.
Alguien apareció con una escalera y la puso bien cerquita del mural que oficiaba de telón y rezaba “La Ventura. Desalambrando la Vida”. Sacó un tarro y algo, que de lejos no se veía que era y comenzó a escribir sobre la tela. Fueron apareciendo las letras de a poco. FUERA fue la primera palabra. MON… comenzó a escribir, al tiempo que los presentes comenzaban a aplaudir. MONSANTO terminó, y la plaza comenzó un aplauso más largo. Aparecieron en el escenario un grupo de personas, entre ellos Manu Chao. El artista, reconocido por su compromiso por las luchas sociales, había invitado al escenario a parte de los integrantes de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida. Apenas saludó al público le cedió la palabra a una mujer, Sofía Gatica. La Madre de Barrio Ituzaingó habló del acampe, de los incidentes de hace algunos días, del amor por la vida, de su lucha incansable.
Así abrió su recital en Córdoba el ex Mano Negra con su show La Ventura. Con una energía que mantuvo a todos los presentes saltando durante dos horas y media, Manu Chao hizo que el viaje y el agobiante calor del día quedaran en el pasado. Nadie se privó de saltar, de bailar, gritar o aplaudir al ritmo de una guitarra, un bajo y una bata gloriosos. Los más quejosos dijeron que no es lo mismo sin los vientos, pero no faltó fiesta.
Recorrió de arriba a abajo los temas que nos sabemos todos, con reversiones de algunos para sacarse el sombrero (quien tuviera uno), como la de Arriba la luna, La Vida es una tómbola (dedicada al 10 del fútbol), Qué pasó, Mala Vida, King Kong Five, Bienvenida Tijuana y Welcome to Tijuana, entre otros. Después presentó a una Amparo Sánchez vestida de rojo que le puso la voz a Mi amor se fue, permitiendo descansar los cuerpos y deleitar los oídos.
El clandestino acampando
El músico es reconocido por sus canciones populares como militancia: defendió la rebelión zapatista (de hecho se pueden oír fragmentos en vivo en los que el mismo Zapata lee el manifiesto del movimiento), ha participado junto a Chimango en el tema Afrika y en el reclamo por el asesinato de Mariano Ferreyra producido por FM La Tribu: Canciones a partir de Mariano Ferreyra.
Este show fue el escenario también para otros reclamos que se vieron reflejados en una bandera que decía «Ni un pibe menos», en contra del Código de Faltas. También tuvieron voz los integrantes de la Asamblea Ongamira Despierta, que lucha contra la minería a cielo abierto que contamina. Al mismo tiempo, hicieron su aparición representantes del Encuentro de Organizaciones (EO) con la campaña que llevan adelante hace ya un tiempo, llamada «Tierra para la vida digna«, que lucha contra la problemática de la vivienda de Córdoba.
El apoyo de Chao expresado a la lucha contra la instalación de Monsanto no quedó en la pintada de su “telón”, sino que el músico decidió acercarse al acampe. Al otro día, desde la mañana temprano se hizo presente en Malvinas Argentinas, habló con los acampantes y hasta tocó su guitarra y cantó.
Según EcosCordoba, “Manu estuvo más de media hora conversando con los acampantes que mantienen el bloqueo a la empresa multinacional y, gracias a que uno de los asambleístas le prestó una guitarra, compartió su música con todos los presentes. Tocó cinco temas –uno con Perro verde- sembró maíz y un aloe de vera en la huerta al costado de la ruta A88”.
