Crónica

La Desatanudos, el rey de las palabras sin palabras

26-10-2011 / Crónicas
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La Desatanudos presentó «El Rey de las palabras» en Teatro Real. Un relato de Córdoba con música, mucho diálogo y pocas palabras.


La Desatanudos, el rey de las palabras sin palabras

Por | asciascia@redaccion351.com

Fotos: Luciano Domene

La Desatanudos transformó al Teatro Real en un lugar más cercano y eficaz. ¿Qué hay detrás de 10 años de trayectoria?: “El rey de las palabras”, primer disco del trío. Esta crónica es un pequeño testimonio de la presentación del jueves 20 de octubre.

Fernando Caballero y Gustavo Lorenzatti
Comienza el show en silencio, sin una palabra, con “El rey de las palabras”, valga la contradicción. A veces, las paradojas y encuentros no son casuales. Mientras los músicos se comunican y acomodan, desde las butacas buscamos su conexión. Ritmos acelerados suenan “Sin la Vivi”. Lo progresivo e hipnótico se suspenden y mantienen para que “El disparo” nos despierte con la sensación de estar en un arrabal.

En una danza seductora de sonidos, la iluminación en diálogo con el ambient de “Fuego fatuo”, las imágenes complementan el efecto envolvente con una figura rojiza que se retuerce. Pablo Sosa Caba, en un palco a la derecha, acompaña la turbulencia progresiva de la música con un sutil movimiento acelerado en las imágenes.

Con su solo de guitarra, Dario Íscaro atenúa por un instante la alteración de la percepción. Continúa  “Que no se la lleve el viento”, una melodía atravesada por los primeros sonidos de la voz de Gustavo Lorenzatti, entre temas completamente instrumentales. Ingresa Yul Borea y aporta con su voz en el bolero “Corazón herido”.

 

Dario Íscaro

El trío se enriquece de honor y sonoridades con vientos de metales. El trombón de Pablo Fenoglio se suma a la pequeña orquesta para compartir “Santa Cruz”, con energía intensa y acelerada.

Gustavo Lorenzatti da un respiro a la vorágine de la noche con su solo de contrabajo. Sigue “Dinámico” y Santiago Bartolome como invitado se inspira en un despliegue de potentes sonoridades, para darle otras texturas al concierto. Abundantes sonidos, formas, letras y palabras en las imágenes de la pantalla. El ultimo y vertiginoso solo suena desde la batería de Fernando Caballero.

Santiago Bartolome, Pablo Fenoglio y Fernando Caballero

Entre momentos de gran fuerza expresiva, aparecen tonos cálidos en las imágenes y la sonrisa de los músicos, dialogando con sus miradas, delicia paradójica de “El Rey de las palabras”. El discurso tramado por la música y las imágenes, desde el primer disco de La Desatanudos, es un relato que nos lleva por las calles de Córdoba.

En la despedida, suenan “Bistrita” y “Budú”.  Los sonidos del trío y sus invitados intensifican la magnitud del concierto. Como si el relato de aquella noche llegara a su final con un cierre dramático desde la música hacia nosotros. El dulce mareo que provoca la mezcla de ritmos latinos con el rock progresivo, el jazz y el ambient psicodélico, es un hechizo que nos queda en el recuerdo como invitación a disfrutar de la Desatanudos donde quiera que se presente.