TEATRO MUSICAL

Historia de un desamor: Y un día Nico se fue en el Real

31-07-2014 / Crónicas, Teatro
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El Real se lució con una propuesta porteña llena de color y de música


Historia de un desamor: Y un día Nico se fue en el Real

Por | etorino@redaccion351.com

De primera mano, uno puede tener un fuerte prejuicio hacia los musicales. Con Y un día Nico se fue…, esa idea preconcebida queda desterrada. Con dos presentaciones arregladas para el viernes 4 y el sábado 5 en el Teatro Real, la obra terminó agregando una función más el día sábado, por la demanda del público, y colmó con creces sus expectativas.
Y un día Nico se fue… podría definirse como una obra catártica. Sucede que no es ni más más ni menos que un trozo de la vida de su autor, Osvaldo Bazán. El periodista rosarino lanzó hace un par de años una novela (con el mismo título de la obra) que recopilaba uno de los capítulos más traumáticos du vida: la historia de un desamor. La experiencia de un desengaño, de una pareja que lo dejó, así, como si nada, de un día para el otro, sin ningún tipo de explicación.

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Son varios los que dicen que con una buena historia por contar ya hay obra, pero eso solo no basta. Y un día Nico… es una historia bien contada, enmarcada en el contexto de lo que significaba ser gay y mantener una pareja estable en los noventa. Es un relato personalísimo, pero que apela continuamente al sentimiento de identificación. No deja de ser un hecho traumático (con todo lo que significa ser abandonado por una pareja), pero nunca pierde agilidad, diversión, baile y color en el camino.
En cuanto a la historia, la estética de “musical” es funcional a la narración y le aporta un ingrediente fundamental: la melodía, el canto y el baile propios del amor. En el culebrón que cualquiera de nosotros puede vivir puertas adentro, nunca puede faltar la música. Quién se atreve a negarlo.

Una puesta exquisita

Con respecto a la cuestión artística, sobran halagos. Al guion de Osvaldo Bazán se suma la dirección de Ricky Pashkus (emblema de la comedia musical porteña) y la música de Ale Sergi (un experto en las melodías de amor). Un combo ambicioso que no decepciona. Además, la dupla de galanes: Marco Antonio Caponi y Tomás Fonzi. Muy lejos de quedarse con el mote de carilindos, los actores despliegan todo su potencial, llevando los hilos de la historia y guiando a todo un elenco de talentos.
Aquí radica uno de los principales pilares de la obra. Un grupo de artistas integrales de la comedia musical que es a prueba de balas, que canta, baila y actúa con igual grado de calidad. Un elenco versátil que interpreta un abanico inmenso de personajes, con claros visos de comicidad, que hasta llega a parodiar al propio género que los enmarca.
Absolutamente toda la puesta de Y un día Nico se fue es destacable. La música invade los sentidos, las interpretaciones despiertan el espíritu y la historia cautiva. Digna de sentarse a ver, admirar y, obviamente, disfrutar.