» El cine atravesado por la pasión redaccion 351

Por Violeta Brodsky | vbrodsky@redaccion351.com

Fotos | Barbara Brodsky

El Ciclo de Cine y Psicoanálisis surge en el año 2003 en el marco del Programa de Investigación “Psicoanálisis, ciencia y época” del Centro de Estudios Avanzados (CEA) de la UNC, bajo la premisa de cruzar el discurso psicoanalítico con otros discursos.

El proyecto consiste en reunir un grupo de películas alrededor de un eje temático para investigar el modo en que el discurso cinematográfico construye interpretaciones sobre el tema. Luego de la transmisión del film, invitados de diferentes ámbitos de la cultura lo comentan y conversan sobre él.

Para abrir esta novena edición, el pasado 9 de abril se proyectó «El secreto de sus ojos», producción dirigida por Juan José Campanella. El tema central en esa oportunidad giró en torno a las pasiones, un término dotado de múltiples resonancias que ha sido objeto de un temprano interés por parte del Psicoanálisis.

En esta segunda ocasión la película elegida fue Ágora, basada en el Siglo IV, en Egipto bajo el Imperio Romano. Las violentas revueltas religiosas (entre cristianos y judíos) en las calles de Alejandría alcanzaron a su legendaria biblioteca. Atrapada tras sus muros, la brillante astrónoma Hipatia lucha por salvar la sabiduría del Mundo Antiguo con la ayuda de sus discípulos. Entre ellos, Orestes y el joven esclavo Davo, que se debate entre el amor que le profesa en secreto a la joven y la libertad que podría alcanzar uniéndose al imparable ascenso de los cristianos.

A partir de la proyección del film el debate se centró en torno a la religión, la razón y la pasión. “¿Qué es más verdadero, la ciencia o el mito?”, se preguntó Diego Fonti, profesor y doctor en Filosofía e investigador del CONICET. “Vivimos en una época en que la religión está de vuelta de moda. Llegamos demasiado tarde para los dioses y demasiado temprano para el ser”. El especialista habló acerca de los mitos y de su capacidad vital de renovarse y proyectarse en el tiempo.

En cuanto al análisis de la película, Fonti aconsejó “no ser anacrónicos”, es decir, no proyectar cuestiones de la época de la película en la actualidad. “Todo individuo pertenece a una sociedad y por lo tanto está inmerso dentro de una tradición, esta tradición a la vez configura en él una serie de prejuicios que le permiten entenderse en su contexto y su momento histórico, de allí que el individuo tenga su realidad histórica en sus prejuicios”. Esta concepción hermenéutica del prejuicio, no lo considera como un juicio falso, sino como un concepto que pueda ser valorado positivamente o negativamente.

Aristóteles definía las pasiones como una de las categorías del ser. “Las pasiones antes estaban ligadas a lo corporal y la razón debía moderar nuestros temores y angustias mas profundas. Hoy en día se revalorizan las pasiones”, concluyó el disertante.

Aún restan dos encuentros más antes de la conclusión del ciclo que el año que viene festejará sus 10 años de emisión. Blue Valentine y La piel que habito serán proyectadas las próximas semanas, y se continuará el debate acerca de las pasiones.